En la sesión de este martes los concejales empezaron a discutir en primer debate un proyecto de ordenanza para trasladar el cobro de la tasa de recolección de basura a la factura de agua potable.
A mes y medio de la terminación unilateral y anticipada del convenio mediante el cual la Empresa Eléctrica Quito (EEQ) recauda la tasa de recolección de basura en la ciudad, el Concejo Municipal inició el primer debate de una ordenanza que busca trasladar ese cobro de la factura de energía eléctrica a la de agua potable.
Durante la presentación de la iniciativa, las autoridades municipales cuestionaron la decisión donde la EEQ comunicó formalmente al Cabildo el pasado 16 de octubre. “Es un golpe bajo para la ciudad”, afirmó el alcalde, Pabel Muñoz. El gerente de EMASEO, Empresa Metropolitana de Aseo, Juan Pablo Pozo; el gerente de EMGIRS, Empresa Metropolitana de Gestión de Residuos Sólidos, Santiago Andrade; y el secretario de Ambiente, Santiago Sandoval, calificaron la medida como “antitécnica” y “arbitraria”.
Muñoz dijo que un 59 % de un total de 715.000 abonados no tendría impacto con el nuevo modelo. Por sectores, el porcentaje sin impacto es de 59 % para residenciales, 29 % para comerciales y 53 % para industriales, según los gráficos de la presentación.
Sandoval advirtió, además, que la suspensión del mecanismo de cobro “puso en riesgo financiero” a la gestión integral de residuos sólidos en Quito, cuyo costo anual bordea los 100 millones de dólares.
En la práctica, el proyecto propone una fórmula de cobro de la tasa dividida en dos rubros: un “costo fijo” y un “costo variable”. El texto indica que el costo fijo “será igual a un dólar” y corresponde al financiamiento del barrido manual y mecánico y la disposición final de residuos. Este valor se aplica de manera universal a todos los sujetos pasivos sin distinción del nivel de consumo.
El costo variable, en cambio, se calculará a partir del consumo de metros cúbicos de agua. La ordenanza detalla que el valor depende de “rangos diferenciados de consumo” y tipo de consumidor
Así, la propuesta plantea la siguiente fórmula de cobro:
Nueva tasa = Consumo de agua (m³) × Tarifa para la gestión de residuos (USD/m³) + Costo fijo.
Las tarifas variables se organizan por rangos de consumo y por tipo de usuario: residencial, comercial y otros, e industrial. En total, se incluyen 10 grupos residenciales, 6 comerciales y 4 industriales, con tarifas que van desde USD 0,13 hasta USD 0,90 por m³ según el rango de consumo.
En la ciudad, según datos oficiales de la Empresa de Agua Potable citados en el proyecto, el 89 % de los suministros corresponden al sector residencial (637.120 cuentas), el 10 % al sector comercial (75.654 suministros) y el 1 % al sector industrial (4.066 suministros).
EJEMPLOS
El gerente EMASEO, Juan Pablo Pozo, fue el encargado de presentar los siguientes 4 ejemplos de la aplicación de la fórmula.


Para una familia de cuatro personas con consumo de 16 m³ de agua mensuales, la tasa calculada es de USD 4,35, con un componente variable de USD 3,35 y un costo fijo de USD 1,00. Se compara con un valor de la tasa actual en la planilla de la EEQ de USD 6,29, lo que arroja una diferencia de USD 1,94 menos en la propuesta.
Para comercio promedio que consume 90m³, equivalente a 72.000 botellas de agua, la tasa propuesta llega a USD 59,15, frente a USD 20,95 en el esquema con la EEQ, es decir, USD 38,20 más.
Para industria promedio que utiliza 60 m³ mediante cuatro tanqueros medianos, la nueva fórmula arroja una tasa de USD 34,20, frente a USD 4,41 en la planilla eléctrica, con una diferencia de USD 29,79.
Así, el documento que empezaron a debatir los concejales recuerda que en el esquema vigente, la distribución de la recaudación es de 81 % para Emaseo y 19 % para Emgirs, con una comisión de recaudación estimada en USD 4 millones anuales para la EEQ. La propuesta reduce esa comisión a menos de USD 3 millones al año y modifica la distribución: 66 % para Emaseo y 34 % para Emgirs.
En el proyecto se indica que hubo un análisis previo de varias alternativas de cobro. Así, el cobro mediante el impuesto predial fue descartado por tratarse de un cobro anual, con alta morosidad y “baja correlación con la generación de residuos”. La Licencia Única de Actividades Económicas tampoco fue priorizada. El agua potable se eligió como alternativa, con las siguientes condiciones:
• 716.840 suministros en el DMQ.
• 92 % de correlación entre consumo de agua y generación de residuos.
• 5 % menos morosidad.
• 100 % de recuperación de costos.
En la misma sesión de presentación de la propuesta se recibió a un representante de las cámaras de la producción que propuso que el Municipio y diferentes sectores de Quito se sienten en mesas técnicas para analizar nuevas reformas a la ordenanza del cobro de esta tasa debido a que el nuevo modelo que se propone en este proyecto de ordenanza afectaría a una parte de las industrias, con incrementos de hasta un 600% en sus planillas de consumo de agua.




