Los costos de los sistemas de paneles solares es uno de los principales límites para su implementación. Sin embargo, expertos aseguran que esta podría ser una solución conveniente en todos los ámbitos. Conozca los detalles:
POR: Esteban Cárdenas Verdezoto
La oscuridad reina en las calles y los ambientes cada vez lucen desolados. El país se queda sin luz todos los días en diferentes horarios, todo en lapsos que rondan hasta las 8 horas y que, según el Gobierno, se irán reduciendo semana a semana. Sin embargo, la penumbra reina el ambiente nublando la funcionalidad de la población y limitando el uso de dispositivos electrónicos a lo que pueda cargar una batería de celular, de computadora o de algún dispositivo que tenga almacenamiento de energía. Pero otros, como el internet, los electrodomésticos y otros elementos claves para la vida diaria se ven eliminados de la dinámica de las personas, una consecuencia de la falta de luz que empieza a pasar factura a la población.
Fernanda Monar, de 37 años, cuenta que la falta de luz ha complicado su vida y su diario vivir. Los apagones le han limitado el uso de todos sus dispositivos domésticos y, entre los más importantes, la refrigeradora y el congelador. Y es que gran parte de las cosas que tenía almacenadas en estos espacios para conservarlos han tenido problemas o se han terminado dañando. Ella no tiene una refrigeradora muy costosa y la temperatura no se mantiene del todo bien, algo que le ha dejado algunos rezagos, como el descongelamiento de carnes y otros productos, los que terminan por estropearse antes de lo esperado.
“Me ha tocado botar parte de la comida que tenía en casa. Las frutas, las verduras, las carnes, todas me están durando menos de lo que esperaba, porque obviamente se va la luz, se descongelan o se calientan y ese cambio de temperatura hace que se dañen más rápido. Ahora me toca comprar de a poco las cosas por el miedo a que se dañen, pero eso no quita las pérdidas que hemos tenido en casa a causa de esto. El otro día compramos frutas y no nos duraron más de unos pocos días, porque estaban muy maduras y lo que generalmente hace la refri ya no sirve, porque no enfría bien y las cosas se dañan. Es un desastre todo”, dice con indignación mientras hace compras en uno de los supermercados de la ciudad.
Pero no solo eso, otras personas como Gustavo Mendoza, de 27 años, cuenta como los cortes de luz ya dañaron el microondas en su casa. Y es que justo los horarios en los que la luz se va, sobre todo durante el día, él no pasa en su domicilio, algo que no le ha permitido cuidar mejor varios de sus electrodomésticos. Un día después del trabajo llegó a la casa y se encontró con que el microondas, un regalo de su madre cuando se independizó, ya no funcionaba.
“Creo que se sobrecargó cuando llegó la luz y como no estaba no pude hacer nada. Pero eso ya es una pérdida. Hoy, yo no tengo el dinero para comprar otro. Tampoco tengo más que una pequeña cocineta eléctrica en la casa, por lo que tampoco puedo calentar la comida y sin nada de eso pues todo se demora más y cuando no hay luz toca comer todo frío. Y ya todo es un gasto extra. Toca arreglar el micro o comprar otro y no da la plata. No hay plata que alcance”, dice.
Estas situaciones se han vuelto cada vez más comunes en medio de la crisis eléctrica. Personas como Fernanda o Gustavo también han buscado opciones para aplacar los efectos, pero algunas no están a su alcance. Han considerado comprar baterías, comprar paneles solares, pero no han encontrado opciones viables económicamente que les permitan afrontar los cortes de luz, algo que les pasa factura a diario.
En medio de esta crisis, justamente, es pertinente preguntarse qué opciones tienen las personas, dado que el futuro próximo no parece verse alentador y las autoridades han sabido manifestar que los cortes seguirán por un plazo de algunos meses aún. Una de estas opciones, han sido los paneles solares. Pero, ¿qué tan factible es su uso y qué tan conveniente son? ¿Es esta una opción viable?
Costos y beneficios
En redes sociales son cada vez más comunes los anuncios que incitan a las personas a establecer sistemas eléctricos movidos por paneles solares en sus hogares. Ofrecen estas alternativas con cuotas bajas y con asesoría gratuita, pero muy pocos ofertan los precios reales y finales en estos formularios o publicaciones. En medio de la crisis, el uso del sol para generar energía ha llamado ampliamente la atención de las personas por la poca intermitencia de este recurso y por la privilegiada posición del país, la que permite tener 12 horas de luz durante el día invariablemente.
Para Víctor Herrera, experto en energía y generación eléctrica, la solución que generan los paneles solares es muy beneficiosa para los hogares. Él explica que actualmente estas son tecnologías conocidas y ahora ha habido un despegue de prestadoras y distribuidoras de este tipo de equipos, tanto a nivel doméstico como industrial. “Incluso en algunos momentos ya habido agotamiento de estos productos. Es decir, no se puede encontrar ni paneles solares, ni baterías. Además, la importación de estos productos actualmente está con aranceles cero, lo que también implica un ahorro para quienes quieren implementar esta tecnología. Esta es una ventaja que favorece la instalación de este tipo de sistemas”.
Sin embargo, una de las principales barreras para este tipo de soluciones es el costo que representan. Herrera explica que este puede ir “entre los $2.000, $4.000 y hasta los $10.000”. Detalla que todo esto depende de la potencia requerida y cuanto de la demanda de la casa se quiere suplir con estos elementos. “También del área disponible, la capacidad de generación y la cantidad de almacenamiento con la que se quiera contar”.
El experto ejemplifica esto haciendo una relación. “Si una familia quiere suplir la electricidad que se genera en su refrigeradora, el internet y en puntos de carga, el costo será más económico que si una familia quiere suplir todo el suministro eléctrico de su casa”.
Eso sí, el experto detalla que la implementación no es complicada de este tipo de sistemas. Esto hace que no sea un reto como tal. Pero aclara que esto es más un tema de inversión, uno que no todo los hogares se lo pueden permitir. “Es una solución que está orientada a familias que tengan ingresos medios altos. Una familia con ingresos bajos, que apenas puedan cubrir necesidades básicas, no pueden pensar en una solución de este tipo. Son costos que van, como te dije, entre los $1.000 en casos muy simples y $10.000, en escenarios muy elaborados. Entonces sí, es una opción muy conveniente, pero no es tan accesible”.
Además, Herrera detalla que esta tecnología radica la mayor parte de sus costos en sistemas de baterías. Estos son sistemas bastante costosos, que no se incluyen en la instalación de paneles solares. “Un sistema de baterías que de cierta autonomía que permita abastecer la vivienda en el día y la noche, pues incrementa aún más el costo. Baterías de alto almacenamiento pueden llegar a costar hasta $3.000, otras simples pueden costar entre los $200 y $800. Este es un factor clave al considerar esta solución”.
Asimismo, Juan Sebastián Proaño, experto en energías renovables, coincide con Herrera. Él explica que los paneles solares tienen hoy por hoy costos cada vez más accesibles. Los reportes indican que el costo nivelado de energía de esta tecnología es más bajo que hace 20 años.
“Son versátiles y se adaptan fácilmente a distintas ubicaciones, ya sea en una ciudad, el campo u otros lugares, siempre que se cuente con una buena radiación solar. Si observamos la radiación en el país es generalmente buena y en Quito contamos con niveles adecuados para la generación fotovoltaica”, dice. “Los paneles solares representan una opción viable para las familias en sus hogares, pero es importante tener en cuenta que la generación es intermitente. En los periodos largos de cortes de energía, sería ideal contar con sistemas fotovoltaicos equipados con baterías, aunque esto encarece el costo del sistema. Es difícil determinar el costo exacto para cada casa, oficina o industria, pero en general, es más alto que el de generadores a gasolina o diésel. Aún así, se deben considerar los beneficios ambientales que ofrecen”.
Proaño asegura, además, que comparado con los generadores a combustible, los sistemas fotovoltaicos tienen una gran ventaja: ayudarán en la crisis energética y una vez superada pueden generar energía por 20 o 25 años más, dependiendo de la calidad de los paneles y su mantenimiento,lo que permitirá ahorrar en las facturas de electricidad a largo plazo y amortizar lentamente la inversión. “El beneficio a largo plazo es enorme, no sólo en temas económicos, sino también en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, que los generadores a gasolina o diésel emiten en exceso”.
El experto también detalla que sería interesante que se promoviera iniciativas público-privadas para hacer accesibles fondos o créditos blandos con tasas de interés bajas, o que se pudieran pagar, por ejemplo, a través de la planilla eléctrica. Esto permitirá que más personas puedan invertir masivamente en esta tecnología, facilitando su adopción y generando un impacto positivo, tanto económico como ambiental.
Solución para el país
Sin embargo, los dos expertos detallan que esta solución sería una opción muy viable para dar solución a la crisis energética a largo plazo. “En condiciones normales, es decir, sin sequías o estiaje, los paneles solares serían una solución efectiva, ya que al generar energía, especialmente alrededor del mediodía, se reduciría el consumo de combustible en las generadoras termoeléctricas y el uso de agua en las hidroeléctricas. Este permitirá almacenar esos recursos como si fueran baterías para usarlos durante la noche. Sin embargo, en la situación actual no tenemos esa ventaja”.
Por otro lado, Herrera detalla que a nivel macro esta solución es viable. Esto, debido a que es una tecnología madura que lleva ya vario tiempo en el mercado. Además, detalla que lo importante es promover la inversión. Si bien hay proyectos establecidos, dice que es necesario que exista una ejecución de los mismos.
“Esta debería ser una fuente auxiliar, porque nuestra fuente principal son las hidroeléctricas y lo seguirán siendo. Pero esto nos permitirá tener una diversificación de las fuentes de la capacidad instalada. En este momento tenemos largos periodos de sol y ausencia de lluvias, por lo que son épocas en las que estos sistemas nos ayudarían a aprovechar el excedente de radiación solar que tenemos en ese momento”, señala.
Esta tecnología puede fungir como una solución a escala del país y también a nivel familiar. Sin embargo, requiere de una gran inversión.
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