Los ecuatorianos nos enfrentamos a una situación sin precedentes y que no se terminará de la noche a la mañana. Medidas básicas como cumplir el toque de queda y desarrollar un ‘radar’ de situaciones peligrosas pueden ser claves, según los expertos.
Tintes rojos se tomaron las redes sociales y chats, envueltos en temor y especulación. Explosiones, incendios, emergencias: atentados; hechos delictivos pintaron los dos últimos días con incertidumbre y preguntas sobre la seguridad en calles, oficinas y casas.
¿Qué tan seguro es salir?, se convirtió en una pregunta recurrente entre las personas que, desde hoy, dudaban en realizar sus actividades cotidianas. Esto, reforzado aún más con la escena que vivió el país, en televisión nacional y abierta, cuando delincuentes se tomaron las instalaciones de TC Televisión, en Guayaquil.
La situación en las calles y las cárceles llevó a que el presidente, Daniel Noboa, declarara Estado de Excepción en todo el país, incluyendo las prisiones, el pasado lunes. Esto, sin embargo, no quedó allí. Ayer, el Presidente emitió un nuevo decreto, en el que se reconoce la existencia un conflicto interno armado en el territorio: una “guerra”, palabra que incluso ha sido utilizada por Noboa en varias ocasiones al referirse a la situación de seguridad en el país.
Esta palabra ha retumbado en la población, causando nerviosismo y dudas. Un ejemplo de esto es Héctor Maldonado, quien tiene una tienda en la avenida Real Audiencia, en el norte de Quito. Hoy, en medio de una ciudad casi vacía y comercios cerrados por el temor, él decidió salir a abrir su negocio.
Su local luce oscuro, pues mantiene una de las puertas cerrada y la otra, que permite el acceso a la tienda, ligeramente abajo. Explica que decidió abrir de esta manera su negocio por si, como ocurrió ayer, “llega a pasar algo y toca salir volando”.
“Ayer, después de que se viera que los delincuentes se metieron a TC, todos salieron corriendo de aquí. Los locales comenzaron a cerrar y hubo mucho miedo. Hoy veo que muchos no han venido a trabajar, pero yo sí tenía que venir, porque, si no, de dónde se saca para la casa. Sí, se tiene miedo, pero no nos queda de otra”, dice el hombre de cabello blanco y contextura gruesa. A él, la palabra “guerra” le recuerda a los conflictos internacionales que ha vivido el país, que también los vivió, aunque hoy, contrario a otros momentos históricos, no sabe “qué pasará, porque ahora la guerra es dentro del país”.
Así como él, varias personas, quienes tuvieron que salir de sus casas, se aventuraron a las calles entre el temor y los nervios. Una de ellas, Luis Herrera, quien decidió salir en bicicleta a sus actividades diarias. Esto, para evitar que le volviera a pasar lo que le pasó ayer: “No pude regresar a mi casa rápido luego de que pasó lo de TC, por el tráfico y porque no había buses, Me tocó subir caminando desde la Prensa para poder llegar. (…) Hoy, sí salgo con miedo, pero toca salir y mejor que uno esté preparado”.
Otras personas, sin embargo, se quedaron en sus casas, cumpliendo con la suspensión de clases presenciales en instituciones educativas y la recomendación que emitió el Ministerio del Trabajo para pasar sus actividades diarias a la virtualidad.
Para expertos como Carlos Blanco, analista en seguridad, la situación que vive el país no terminará pronto. Por esto, es necesario preguntarse qué medidas de proyección se deben tomar en el día a día para continuar con las actividades, con normalidad, pero con las precauciones necesarias.
Prevención
Todos los expertos consultados coinciden en un factor, que debe ser esencial para enfrentar situaciones como las que vive el país, y en la generalidad: la prevención. Por esto, el mantenerse informado correctamente sobre las situaciones en exteriores y los hechos violentos reportados y confirmados es esencial, pero no la única medida.
Entre las medidas de prevención, Blanco hace especial énfasis en un factor clave: “Cumplir el toque de queda”. El experto explica que esta restricción permite a las Fuerzas Armadas y Policía Nacional identificar posibles delincuentes o “terroristas” que se encuentren en las calles fácilmente y “poder tomar acción contra cualquier amenaza a la seguridad”. De este modo, recalca la importancia de cumplir con la medida, para evitar encontrarse en situaciones de riesgo.
A esto se suma la importancia de mantenerse alerta ante las situaciones que vive el país. Para esto, destaca, se debe identificar posibles riesgos para las personas que deban salir de sus casas por trabajo o actividades educativas.
“Se debe evitar en lo posible estar en lugares muy concurridos. En el momento que vean una situación extraña, sean vehículos extraños o alguna situación anormal, como cajas o fundas en el piso; evitarlos, pues pueden ser explosivos armados y listos para detonar. En general, se debe estar atentos a cualquier situación extraña que se vea”, dice.
En caso de identificar este tipo de eventos, Blanco aconseja a la ciudadanía comunicar a las autoridades, a través del sistema ECU-911, de modo que se pueda identificar la existencia o no de amenazas. “Pero la gente que vea esto debe tomar una distancia segura, porque también permanecer en el lugar grabando o tomando fotos puede ponerlas en riesgo”. Para él, las acciones que están emprendiendo las bandas delincuenciales generan una “guerra de nervios”.
Entre las medidas de prevención a tomar, Blanco también hace un llamado a las personas a activar el ‘detector de riesgos’. Para esto, el expolicía detalla que las personas deben estar pendientes de su entorno y de lo que ocurre a su alrededor. De este modo, explica que se debe estar atento en caso de escuchar gritos, ver señales de alarma, como personas corriendo o sirenas intensas, o encontrar cierres efectuado por la Policía o Fuerzas Armadas.
“Si se identifica alguna situación anómala, es importante, en primer lugar, actuar con calma y abandonar el lugar o no circular por ahí”, dice.
Asegura, además, que es importante tomar precauciones antes de salir de casa, como revisar si existe alguna emergencia o reporte por las rutas que se piensan tomar. Así, las personas también pueden evitar encontrarse en situaciones de riesgo.
“Evita las rutas cercanas al conflicto, porque los grupos armados suelen utilizar municiones grandes que, por su poder de penetración, pueden incluso evadir paredes y llegar hasta 3 o 4 kilómetros de distancia. Eso puede ser peligroso”, detalla.
Como última recomendación, Blanco hace un llamado a las personas a mantenerse informadas a través de fuentes oficiales y confiables, que no busquen esparcir la sensación de miedo en la población.
Más recomendaciones
Christian Rivera, experto en seguridad, explica, por su lado, qué pueden hacer las personas en caso de encontrarse en situaciones de riesgo: “es importante aplicar medidas de autoprotección, individual y colectivamente”.
“Si se escuchan detonaciones por explosión o por activación de armas de fuego, lo mejor es alejarse de puertas y ventanas. No acercarse y no realizar ni videos, ni fotografías”, el experto hace énfasis en este punto pues, explica, estas actividades pueden aumentar el riesgo de las personas que se encuentran en el lugar.
“Las personas deben siempre estar pensando cuál va a ser mi vía de evacuación, si estoy con un niño en brazos, con un adulto mayor o con una persona con discapacidad”, explica. El experto pone énfasis en la necesidad de proteger a personas en vulnerabilidad o menores en estos casos, poniéndolos “como protección, detrás de columnas de cemento, detrás de los motores de vehículos estacionados, detrás de las llantas de vehículos estacionados”.
Frente a una situación de riesgo, el analista recomienda no intentar calmar o comunicarse con una persona que porte armas o explosivos, “pues están con altos niveles de estrés y podrían disparar o aumentar el riesgo”.
Rivera, además, detalla que es elemental la coordinación comunitaria para tratar cualquier evento de inseguridad que pueda presentarse. Para esto, recomienda activar chats comunitarios. Sin embargo, enfatiza que en estos espacios se debe cuidar mucho la difusión de información falsa o descontextualizada, que además ha estado a la orden del día en medio de la crisis que vive el país.
“Las crisis de pánico individual pueden generar pánico colectivo. En estos chats se debe informar de manera oportuna de cualquier alerta, pero revisar que lo que se comparte sea real, porque, a veces, son falsas y pueden aumentar el nivel de estrés”, dice.
Pablo Medina, experto en seguridad y políticas públicas, también brinda otras recomendaciones para los ciudadanos. Estas incluyen: evitar viajes que no sean necesarios, sobre todo a las provincias más afectadas por la violencia. Esto también aplica a traslados por vías de alta peligrosidad, “como la carretera a Quevedo o, incluso, la Simón Bolívar (en Quito) en la noche o la madrugada”.
Un espacio al miedo
Los hechos violentos que ha contado el país en las últimas horas abren un espacio al miedo y el accionar de las autoridades termina siendo esencial en estos escenarios. Así lo detallan también los expertos.
Sobre el impacto que pueden tener las acciones delincuenciales y este tipo de atentados, Medina explica que “la inseguridad, si bien muchas veces está anclada en hechos reales, se expresa en el sentir de la población”.
“Parte del poder que se ejerce desde los grupos delincuenciales proviene más de la amenaza del uso de la violencia que de su uso en sí mismo. El Estado utiliza a las Fuerzas de seguridad del mismo modo, es imposible que la Policía o la Fuerzas Armadas nos controlen a todos, pero su presencia es disuasiva porque, en principio, entendemos que si hacemos algo contrario a Ley, estas instituciones pueden utilizar una fuerza legítima superior a la nuestra”, explica.
Por esto, según agrega el experto, mientras más se logre transmitir una duda sobre la capacidad de las Fuerzas del Estado, más se motiva a las bandas criminales e, incluso, “a delincuentes de poca monta” a cometer crímenes. Y esto lleva a que la sensación de inseguridad aumente en la ciudadanía.
“De ahí la importancia de la comunicación del Estado, que si no plantea la narrativa y aclara los hechos, por ejemplo, deja espacio a la especulación y pierde terreno, porque se asume cada vez más que el Estado ha perdido el control”, detalla.
De este modo, Medina explica que es importante que el Gobierno no sólo esté presente contra la inseguridad, sino que permita que su presencia genere una narrativa que tranquilice a la población y acorrale a grupos criminales.
Sobre este tema, Carlos Blanco concuerda con lo dicho por Medina y asegura que, a pesar de que se vengan situaciones “complicadas y fortísimas”, “necesariamente debe imponerse el poder del Estado, no de los grupos de delincuencia organizada”.
Para lograr esto y garantizar la seguridad, Diego Pérez, analista de seguridad, también afirma que las autoridades deberán fortalecer sus capacidades de respuesta.
“Se requiere una respuesta contundente desde el Estado, que ratifique la noción que no existe impunidad. Esto, sin embargo, no se resuelve desde la coyuntura, ni a través de un estado de excepción. Para esto se requiere el despliegue de capacidades estatales para contener el accionar de organizaciones criminales”, asegura.
Esto, para el experto, muestra la necesidad de que este momento sea un punto de inflexión para que el Gobierno pueda tomar acciones que beneficien a la seguridad en un futuro próximo y no aproxime al país a nuevos escenarios similares.
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