Si bien la emergencia sanitaria llegó a su fin hace un año, el virus sigue circulando, por lo que es necesario mantenerse al día con las dosis. Es normal que haya nuevas variantes, pero eso nos obliga a tener las vacunas actualizadas; en el país inició una nueva campaña.
Una inyección cargada con medicamento, enfermeras y personas abarrotadas usando mascarillas en los lugares de vacunación era lo que se vivió en 2021, luego de que las primeras vacunas contra el Covid-19 empezaron a estar disponibles para la población y, con ello, también empezó la esperanza que pondría fin a la pandemia.
2 años después del plan mundial de vacunación, la Organización Mundial de la Salud (OMS) puso fin a la emergencia sanitaria por el SARS-CoV-2, luego de que, el 5 de mayo del 2023, el Comité de Emergencia se reunió y se lo recomendó al director de la OMS, Tedros Adhanom.
Sin embargo, esto no significaba que el virus se hubiera eliminado o que la población debiera olvidarse de que el Covid-19 aún circula entre nosotros. Sobre todo, porque el virus sigue evolucionando y genera distintas variantes.
El pasado 23 de mayo, Ecuador retomó la vacunación contra el coronavirus, sólo para la población con mayor riesgo de contagio. El Ministerio de Salud señaló que, recientemente, la OMS ha dado recomendaciones frente a la circulación y mutación del virus, por lo que han señalado que representa un riesgo para grupos vulnerables como: niños, adultos mayores, personal de salud, personas con enfermedades catastróficas, raras, crónicas y graves.
Por ello, el país adquirió 500.000 vacunas anti Covid-19 y esa cartera de Estado indicó que las primeras 250.000 dosis arribaron el mes pasado y fueron distribuidas a centros de salud, mientras que las dosis restantes llegarán en el segundo semestre de este año.
El plan de vacunación actual del país se aplicará de la siguiente manera:
- Niños que no hayan recibido la vacuna anteriormente: niños desde los 6 meses a los 4 años, 11 meses, 29 días, niños desde los 6 meses con inmunosupresión y niños mayores de 5 años de edad.
- Adultos entre 18 y 64 años con condiciones graves o enfermedades crónicas.
- Adultos mayores desde los 65 años.
En la inauguración de esa campaña de vacunación, el subsecretario de Vigilancia, Prevención y Control de la Salud, Ricardo Vizueta, dijo que la vigilancia epidemiológica en el país se mantiene frente al virus. “Ahora vacunaremos anualmente a la población vulnerable contra Covid-19; así como lo hacemos contra la Influenza”, detalló.
Y recomendó a la ciudadanía, para evitar el contagio, mantener las medidas de bioseguridad, como el lavado frecuente de manos, no asistir a lugares públicos en caso de presentar síntomas y utilizar mascarilla.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) instan a la población a mantenerse al día con las vacunas contra el Covid-19. Además, enfatizan que las personas que cumplen con la vigencia de las vacunas tienen menor riesgo de enfermarse gravemente, ser hospitalizadas o morir a causa del coronavirus, si se compara con las personas que no se vacunaron o que no completaron las dosis recomendadas.
Según estos organismos, las personas desde los 5 hasta los 64 años deben recibir una dosis de la vacuna actualizada contra el Covid-19, de acuerdo con su edad. Además, recomiendan las vacunas actualizadas de 2023-2024 de Pfizer-BioNtech, Moderna o Novavax.
Los CDC detallan que “las dosis adicionales de la vacuna actualizada contra el Covid-19 pueden ayudar a restablecer la protección que fue disminuyendo desde la última vacuna”.
Con el aparecimiento de nuevas variantes, ¿debemos preocuparnos?
La más reciente variante del Covid-19, conocida como Flirt o KP.2, generó ciertas alertas, sobre todo en Estados Unidos, ya que a mediados del mes pasado empezó a generar gran relevancia. Esta variante es parte de la familia de Ómicron. Hasta el 15 de mayo, alrededor del 25% de los casos de coronavirus en ese país se daban a causa de esta variante.
“Los virus cambian constantemente a través de mutaciones y estas mutaciones suelen dar lugar a una nueva variante del virus. Algunas modificaciones y mutaciones permiten que el virus se propague con mayor facilidad o se vuelva resistente a los tratamientos o vacunas. A medida que el virus se propaga, puede cambiar y podría ser más difícil detenerlo”, señalan los CDC.
De acuerdo con la OMS, todos los virus van cambiando con el paso del tiempo; sin embargo, recalca que la mayoría de los cambios “tienen escaso o nulo efecto sobre las propiedades del virus”. Aunque, según explica, algunos cambios pueden influir sobre algunas de las propiedades como la facilidad de propagación, la gravedad de la enfermedad asociada o la eficacia de las vacunas.
El epidemiólogo Enrique Terán, docente de la Universidad San Francisco de Quito, indicó que desde que comenzó la pandemia se indicó que una de las características del SARS-COV-2 era la mutación y, por ello, hay diferentes variantes y desde el virus original han aparecido diferentes cepas.
Recordó que a esta variante, si se la compara con Pirola, tiene una mayor transmisibilidad, lo que podría contagiar a más personas y, por ello, en Estados Unidos se ha visto un incremento de casos y, particularmente, en personas en riesgo o que no se han vacunado.
Terán señaló que la memoria inmunológica de las vacunas del Covid-19 es de corta duración y por eso se recomendó la vacunación periódica. Y conforme han ido mejorando las vacunas se ha logrado que esa memoria inmunológica dure más tiempo y que las vacunas de nueva generación brindan una memoria inmunológica por aproximadamente un año, por lo que en muchos países se recomienda que exista una vacunación cíclica o anual y al mismo tiempo que la vacuna vaya actualizándose con la aparición de nuevas cepas.
Por su parte, el médico tropicalista y epidemiólogo Marcelo Aguilar contó que a los científicos se les acabaron las letras del alfabeto griego para definir a las variantes del Covid-19 porque son millones de variantes, por lo que se da seguimiento a las que generan un punto de interés. Aunque, en Ecuador aún no ha sido detectada, el especialista cree que es cuestión de tiempo para que llegue esta variante al país.
Sin embargo, Terán señala que, desafortunadamente, en Ecuador la vacunación ha ido disminuyendo, pues alrededor de un 86% de la población fue inmunizado con la primera dosis; con la segunda, el 74%; con la tercera, el 56%; y el segundo refuerzo o cuarta dosis llegó máximo al 14%, Esto se ha debido, agrega, a procesos de desinformación, falta de estímulo hacia la vacunación o mensajes contradictorios de que ya se terminó la pandemia y hasta hace un año no existía disponibilidad de vacunas contra el Covid-19. Habría un riesgo a largo plazo.
Análisis
El epidemiólogo recalcó que “todos somos población de riesgo”, debido a que si cualquier persona contrae Covid-19 puede tener diferentes complicaciones a largo plazo, como el llamado ‘long Covid’. Además, esta es una enfermedad inflamatoria, por lo que va de la mano con los problemas que se desarrollan crónicamente.
El 26 de abril, la OMS indicó que el SARS-CoV-2 sigue en circulación y sigue evolucionando. Por lo que sus cambios genéticos y antigénicos provocan alteraciones importantes en la proteína S. Modificar la composición antigénica de las vacunas podría mejorar las respuestas inmunitarias contra el virus. El 15 y el 16 de abril, el Grupo Asesor Técnico sobre la composición de la vacuna de este organismo se reunió “para analizar la evolución genética y antigénica del SARS-CoV-2, las respuestas inmunitarias tras la infección por SARS-CoV-2 y la vacunación anti-Covid-19, los resultados obtenidos con las vacunas autorizadas actualmente contra las variantes circulantes y las repercusiones de la composición antigénica de estas vacunas”.
Recalcan la importancia de que se siga usando cualquiera de las vacunas incluidas en la lista de uso en emergencias. “No conviene retrasar la vacunación a la espera de que se disponga de vacunas con una nueva composición. La OMS subraya la importancia del acceso y la equidad en el uso de todas las vacunas disponibles contra la Covid-19”, enfatiza el organismo.
El epidemiólogo Terán afirmó que la vacunación siempre será relevante para evitar enfermedades graves a causa del virus. Destacó que cada cierto tiempo producto de la desinformación se intenta restar importancia a la vacuna; esto por los supuestos efectos adversos con la vacuna de AstraZeneca.
El doctor aconsejó evitar los lugares cerrados, desinfección de manos y uso de mascarilla cuando tenga algún síntoma de patologías respiratorias. Pide al Ministerio de Salud que traiga vacunas para que quienes creen en la vacunación puedan tener acceso a ella.
El tropicalista Marcelo Aguilar insistió en que los efectos post Covid-19 se convierten en uno de los factores más temibles, pues la población que sufrió de la enfermedad todavía tiene algún padecimiento.
“Mientras más tiempo pasa, las vacunas se desactualizan frente a la evolución tan rápida que tenemos de SARS-CoV-2. Las vacunas fueron hechas con poblaciones de virus que circularon más o menos hace un año. Entonces, mientras más nos demoremos en aplicar estas vacunas, menos efectivas van a ser, porque las poblaciones actuales de SARS-CoV-2 escapan a las que fueron producidas un año atrás y se produce un desfase”, indicó.
La epidemióloga Andrea Gómez, docente e investigadora de la Universidad de Cuenca, sugirió que si una persona tiene síntomas como dolor de cabeza, secreción nasal o dolor de garganta evite salir o, si tiene que salir, use mascarilla, para evitar contagiar a otras personas.
“Se piensa, además, que existe todavía una inmunidad cruzada por las vacunas que se han puesto en los seis últimos meses. Sin embargo, si es que una persona aún no se ha vacunado y no tiene su vacunación al día, se recomienda lo más pronto posible”.
Gómez explicó que se busca que la población esté en conocimiento frente a lo que ocurre con el virus y que se puedan generar acciones de prevención, para evitar una presión en los sistemas de salud.