Los analistas lo dejan claro: la felicitación del FMI es por cumplir el acuerdo con el organismo. Algo que abre más posibilidades de financiamiento, pero es una película “incompleta”, dicen, porque no se toma en cuenta el estancamiento económico ni la crisis energética.
POR: Juan Camilo Escobar
Tres analistas económicos consultados afirman que la reciente felicitación de la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, al ministro de Economía, Juan Carlos Vega, se debe exclusivamente al cumplimiento de las condiciones para acceder al último crédito otorgado por el organismo, por cuatro mil millones de dólares. Esto, sin tomar en cuenta el estancamiento económico que atraviesa Ecuador. Aunque reconocen que este respaldo es beneficioso para la imagen del país en los mercados internacionales, advierten que no refleja la difícil situación interna, caracterizada por un bajo crecimiento económico en el transcurso de este año.
Así, el analista y empresario Oswaldo Landázuri, el especialista en operaciones financieras internaciionales Jean Paul Lofrredo y el catedrático de política económica Johnatan Báez explicaron que Georgieva, en su calidad de representante de la parte prestamista, prioriza más la capacidad de pago del país que otros temas económicos urgentes que están afectando a la sociedad, como la caída del consumo y las repercusiones de los apagones en prácticamente todas las actividades productivas.
Este miércoles, Georgieva, tras reunirse con el ministro Vega, en Estados Unidos, publicó en su cuenta de la red social X: «Felicitó al ministro de Finanzas, Juan Carlos Vega, por el progreso del país bajo el programa de Servicio Ampliado del Fondo. Espero que nuestra asociación continúe».
Este pronunciamiento ocurre mientras el Gobierno espera que en febrero de 2025 el FMI entregue 500 millones de dólares correspondientes a un segundo desembolso de un préstamo de 4.000 millones, aprobado en mayo, cuando Ecuador ya recibió un primer desembolso de 1.000 millones de dólares. En cualquier caso, estos nuevos desembolsos están condicionados a una revisión de las metas acordadas con el organismo.
El analista económico Jean Paul Loffredo comentó que no se trata de una postura institucional del FMI, sino de un pronunciamiento puntual de su directora, en referencia al cumplimiento de los primeros cinco meses del último programa de crédito de 4.000 millones de dólares, que tiene una duración total de 47 meses.
«La directora del FMI no está en ningún momento felicitando por la situación económica en general o por estar en recesión, sino porque en cinco meses el Ministerio de Economía y Finanzas está cumpliendo con los acuerdos que permitieron el acceso al crédito», agregó el analista económico Johnatan Báez.
Los especialistas también recordaron que estos acuerdos incluyeron el aumento, desde abril, del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y la eliminación parcial, desde junio, de los subsidios a las gasolinas, medidas que no lograron implementar gobiernos anteriores, pero que el Gobierno la justificó como una necesidad de recursos para enfrentar el conflicto armado interno y para lograr una “equidad social”.
“Por implementar estas medidas es la felicitación, pero es un poco contradictoria porque no se refiere a otra serie de políticas del propio FMI, como la de remisión tributaria y evasión fiscal”, dijo.
Para Landázuri, es una buena noticia para el FMI que Ecuador tenga menos riesgo de incumplir sus pagos tras el aumento del IVA y la eliminación parcial de los subsidios a las gasolinas. Sin embargo, advirtió que el FMI “no está viendo la película completa, ya que el dinero generado por estos ajustes no está regresando a la sociedad, sino que se está utilizando para pagar deuda y cubrir un gasto público muy elevado”.
“La felicitación es por haber aumentado impuestos y eliminado subsidios, tal como lo había sugerido el FMI. Sin embargo, lo que queda pendiente es cómo estas medidas económicas y ajustes fiscales se transforman en bienestar económico, un aspecto en el que Ecuador está obteniendo una calificación muy baja por la falta de inversión”, dijo el experto económico Oswaldo Landázuri.
DESAFÍOS
Los tres analistas consultados coinciden en que, tras un mes de apagones que han impactado gravemente a las empresas y a la sociedad en general, Ecuador enfrenta uno de sus mayores desafíos para reactivar la economía. Esta situación se atribuye, principalmente, a dos factores que contribuyen a la contracción de la economía nacional, según estadísticas del Banco Central.
El primero es una disminución interanual del 8,2% en las inversiones públicas y privadas entre abril y junio de 2024, resultado de una contracción en el sector de la construcción y una menor demanda de maquinarias y equipos de transporte. El segundo factor es un decrecimiento significativo en el Producto Interno Bruto (PIB), que cayó un 2,2% durante el segundo trimestre de 2024, en comparación con el mismo periodo del año anterior.
En cualquier caso, en estas estadísticas oficiales aún no se refleja el impacto en la economía nacional de la tercera ronda de racionamientos, que empezó el 18 de septiembre anterior.
“Son cientos de millones de dólares los que pierde la sociedad debido al impacto de los racionamientos del servicio eléctrico. Lo que llama la atención es que el Fondo Monetario Internacional (FMI) felicita a Ecuador por aumentar impuestos y eliminar subsidios, pero no hay inversión. La falta de inversión también afecta al sistema educativo, ya que los sectores estratégicos enfrentan problemas similares a los del sector eléctrico”, comentó Oswaldo Landázuri.
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