En la provincia de Imbabura, el cantón Otavalo se mantuvo casi 4 meses en semáforo rojo, se extendieron por evitar las consecuencias del Inti Raymi, pero el 15 de julio por disposición del COE cantonal pasará a semáforo amarillo.
El alcalde, Mario Conejo Maldonado en su intervención, el 13 de julio se refirió al aumento de casos de contagio luego de realizar la evaluación del mes de junio :» Las condiciones que estamos viviendo ya en la realidad; cuando nuestros vecinos están en amarillo, el que nosotros nos mantengamos en rojo termina complicando más la vida de la gente. Ya la gente está buscando la vida en las calles y la limitación que genera que Otavalo se mantenga en rojo hace que el riesgo aumente más», señaló. Hasta la fecha, en Imbabura hay 889 casos confirmados y 49 fallecidos; a nivel del cantón Otavalo 251 casos confirmados.
El Comité Nacional de Operaciones de Emergencias (COE) aprobó modificaciones en el sistema de semaforización desde el 1 de julio. En Ecuador, 39 cantones se mantenían en semáforo rojo, lo que se traduce en movilidad y actividades económicas limitadas. Alrededor del 80,5 % de los cantones ya cambiaron de fase en la semaforización: 178 están en amarillo y cuatro en verde.
Luego de más de 100 días en confinamiento, en Otavalo los comerciantes exigieron la reapertura de las actividades económicas. Sugiriendo pasar a amarillo.
Las actividades económicas principales de esta población son: agricultura y ganadería 18,73 %; manufactura 46 % y el comercio 15, 17 %. Sin embargo, a pesar de las restricciones que se mantendrán hasta el 15 de julio, la ciudadanía se moviliza y se observa comercio. En las comunidades continúan con sus actividades diarias, que no se han paralizado completamente.
En el semáforo rojo modificado determinaba la operación del transporte público desde las 05:00 hasta las 17:00. El toque de queda desde las 18:00 hasta las 05:00. Los locales comerciales podían atender con un aforo del 30 %.
En junio se conmemoraban las celebraciones del Inti Raymi (solsticio de junio) y hubo quienes a pesar de las restricciones salieron a bailar y participaron de aglomeraciones. En las siguientes semanas, los efectos se podrían reflejar en un pico de contagios. Hasta este 6 de julio, en Otavalo se han detectado 218 pacientes de COVID-19 y 12 fallecidos.
En medio de la crisis por la pausa económica, el 27 de junio, los miembros de Azama (comunidad kichwa otavaleña) se concentraron para protestar contra la posible construcción de un cementerio en la zona. En ese contexto, en redes sociales se difundió mensajes falsos sobre la habilitación de una fosa común para fallecidos por la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus:
Es falso. No existe una fosa común en el sector de Azama. El alcalde, Mario Conejo Maldonado, aclaró que sí se trabaja en la creación de un nuevo cementerio en dos hectáreas de un terreno adquirido en 2013. Lo que es cierto es que en dicho espacio ya se enterró un cuerpo, pero no era un paciente de coronavirus. “El único cuerpo que se exhumó fue por disposición de la Fiscalía. Una persona extranjera que murió en un accidente de tránsito”, expuso el funcionario.
El 1 de julio Conejo expuso que el Ministerio de Salud Pública (MSP) y la Policía Nacional solicitaron un espacio para posibles muertos por COVID-19. El 3 % del cementerio debe disponer para a ese fin. Los dos camposantos existentes, tanto de la curia y como de las comunidades, están prácticamente saturados.
Pero esta no es una necesidad que surge con la crisis sanitaria. Desde hace una década se pretende ampliar el cementerio; “pero dada esta urgencia nos pusimos a trabajar sobre el espacio que está sobre la Fuente de la Salud”, detalló el Alcalde.
