Sectores obreros, indígenas, sindicales, políticos y estudiantiles consideran que el NO en las cuatro preguntas de la Consulta Popular y Referéndum, es un fuerte llamado de atención a la gestión del presidente Daniel Noboa.
Los resultados de la consulta popular y referéndum sorprendieron hasta a más de uno. Ni los más optimistas que hicieron campaña por el NO pensaban que el pueblo se iba a pronunciar así en las cuatro preguntas que propuso el presidente de la República, Daniel Noboa.
Para Fabricio Betancourt, experto en marketing político, esta Consulta Popular llegó en un ambiente de cansancio, incertidumbre y un país que ha tenido 20 constituciones, cada una con una vida útil más corta que otra. «En política, un 60% no es un dato: es un grito ciudadano», explica Betancourt.
A su vez, para analistas y sectores sociales estas serían las causas del “NO” rotundo al gobierno de Daniel Noboa:
- La posibilidad de trasladar el servicio de salud del Seguro Social al Ministerio de Salud Pública.
- El nivel de represión en el paro indígena y la falta de voluntad de diálogo por parte del gobierno para tratar de establecer conversaciones.
- Las contradicciones en las declaraciones del Presidente sobre las bases militares extranjeras en territorio ecuatoriano.
- La falta de una propuesta clara de qué cambios consideraba necesarios de cambiar en la Constitución.
- La desconfianza de los nombres mencionados para integrar la Asamblea Constituyente, que se perfilaba como una réplica de la actual Asamblea nacional.
- Los bonos y otros beneficios económicos que el Gobierno distribuyó ofreció hasta el último momento.
- Desconfianza en los voceros del “SÍ”.
Otros sectores

Por su parte organizaciones de distinta naturaleza coinciden en señalar que este «4 – 0», como ellos lo llaman, es un fuerte llamado de atención a Noboa, su forma de gobernar, su nula actitud de diálogo, de buscar consensos y por eso, le piden un cambio de rumbo.
Desde el sector obrero el presidente del FUT, Edwin Bedoya, manifestó que es necesario que el presidente de la República escuche las demandas de los sectores sociales y que sus interlocutores permitan un acercamiento real y un verdadero debate de la política social.
Mientas que representantes del sector de la CONAIE aseguran que es un triunfo en el que aportaron desde las bases con una campaña en silencio, pero sostenida en varias provincias.
Este sector considera que esta es una victoria de un pueblo que no le perdona al Gobierno la represión ejercida durante el último paro indígena que duro 31 días. Para Marlon Vargas, presidente de la CONAIE, fue un “NO” al autoritarismo, a la prepotencia, a la criminalización de la protesta social, a la persecución y asesinato por parte del Estado. «El pueblo ecuatoriano, el pueblo abandonado, el pueblo sacrificado dijo No en la consulta popular y referéndum», explicó Vargas.
En tanto que las organizaciones políticas como el Partido Socialista, Pachakutik y Unidad Popular, que se agruparon en la plataforma por el “NO” durante la campaña, resaltaron que este triunfo se dio a pesar que el Gobierno utilizó toda su maquinaria para económica para conseguir votos. Por ejemplo: el adelanto de los décimos, los pagos por jubilación, el incremento salarial a los miembros de las juntas parroquiales, entre otras iniciativas. «En la mayoría de provincias ganó el ´No´, es un llamado de atención a su gestión y al Consejo Nacional Electoral por permitir una campaña con cancha inclinada», dijo Gustavo Vallejo, presidente del Partido Socialista.
¿Cambiará de actitud?
El triunfo del NO es también un llamado de atención a la Asamblea Nacional donde Noboa tiene mayoría. El oficialismo manifestó que reconoce y acepta los resultados. Pero en el fondo no dan pistas de cambiar de actitud y en el discurso siguen la línea de lo que diga Noboa.
El presidente escribió anoche en su cuenta X que respeta la voluntad del pueblo ecuatoriano y que su compromiso no cambia; se fortalece. «Seguiremos luchando sin descanso por el país que ustedes merecen, con las herramientas que tenemos», público Noboa.
No hubo una sola mención a establecer diálogos con la oposición, a revisar su política económico o social, a tratar de marcar otro rumbo acorde al pronunciamiento de la ciudadanía en las urnas. En ese sentido, sus ministros replican ese estilo: «Somos un gobierno honesto, coherente y profundamente comprometido con el servicio al país. Seguiremos trabajando con la fuerza, la claridad y la determinación que caracterizan a este Gobierno. ¡EL NUEVO ECUADOR NO SE DETIENE!’, escribió en su red social la ministra de Gobierno, Zaida Rovira.



