El SOFA y los acuerdos de interdicción aérea y marítima con Estados Unidos habilitan la operación aérea “temporal” en Manta. Qué permiten, qué no y por qué no hay plazos ni cifras públicas.
Seis semanas después de que el presidente Daniel Noboa recibiera a la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, para una “revisión técnica in situ” de instalaciones de la Fuerza Aérea Ecuatoriana, FAE, en Manta, y 16 años después de que un Puesto de Avanzada de Estados Unidos saliera de esas instalaciones, los gobiernos de Ecuador y Estados Unidos anunciaron una operación aérea temporal contra el narcotráfico.
La Embajada de Estados Unidos en Ecuador informó que personal de la Fuerza Aérea estadounidense llegó al país para participar en una operación temporal junto con la FAE en Manta. Según publicó en X la delegación diplomática, el despliegue se realiza “como parte de nuestra estrategia bilateral de seguridad a largo plazo”, y “en línea con los acuerdos actualmente vigentes conforme a la ley ecuatoriana”.
Tres horas después de este anuncio, reaccionó el presidente Noboa y destacó el apoyo de Estados Unidos,para esta operación es para identificar y desarticular rutas del narcotráfico. En su cuenta X señaló que se trata de una estrategia bilateral de seguridad a largo plazo y que permitirá identificar y desarticular las rutas del narcotráfico. El mandatario añadió que la iniciativa busca someter “a quienes creyeron que podían tomarse el país”.
SIN DETALLES
Por ahora, ni la Cancillería, ni el Ministerio de Defensa ni la Embajada de Estados Unidos han puntualizado cuántos efectivos estadounidenses participan, la duración exacta del despliegue ni el tipo de material entregado.
Así, el Ministerio de Defensa confirmó a Ecuavisa y a CNN que entre lunes y martes dos aviones Boeing C-17 permanecieron por horas en el aeropuerto de Manta para entregar material de índole militar y luego abandonaron el país, aunque sostuvo que la información operativa “es reservada”. Añadió que la misión estará enfocada en aportar información y fortalecer capacidades ecuatorianas contra el narcotráfico sin puntualizar el número de militares, el tiempo ni otros detalles de esta operación.
EL ANTENCEDENTE
Esta operación se anuncia seis semanas después de que la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, y el presidente Daniel Noboa recorrieran las instalaciones de la FAE en Salinas y Manta, tras lo cual el Gobierno de Noboa publicó un comunicado en el que señaló que la visita formó parte de una agenda de cooperación y evaluación, asociada a un “potencial” uso futuro.
¿Qué acuerdos “vigentes” existen y qué permiten?
Aunque la embajada de Estados Unidos en Ecuador no lo mencionó de manera específica en su anuncio de hoy, el marco que Washington suele citar como habilitante para actividades de personal estadounidense incluye el “Acuerdo relativo al Estatuto de las Fuerzas” o Status of Forces Agreement , SOFA por sus siglas en inglés, entre Estados Unidos y Ecuador.
Se trata de un acuerdo firmado el 6 de octubre de 2023 y que entró en vigor el 23 de febrero de 2024.
Sobre este acuerdo, la Corte Constitucional emitió un dictamen el 11 de enero de 2024 en el que concluyó que no requería aprobación legislativa, por no encuadrar en los supuestos del art. 419 de la Constitución, sobre la ratificación o denuncia de los tratados internacionales, y ordenó que vuelva a Presidencia para continuar el trámite correspondiente.
Además, Ecuador y Estados Unidos firmaron en mayo de 2023 el Acuerdo para Asistencia en Interceptación Aérea, AIAA, en el que se detalla que la asistencia estadounidense incluye, entre otros, financiamiento, datos de inteligencia, información y datos de radar, soporte logístico y capacitación.
En la práctica, el texto crea un marco para que Ecuador reciba insumos tecnológicos y de información que fortalezcan su capacidad de detectar, seguir e interceptar aeronaves presuntamente vinculadas al tráfico ilícito de drogas.
¿Qué significa “temporal”? ¿Cuánto dura?
El acuerdo de Estatus de Fuerzas entre Estados Unidos y Ecuador establece que el personal y los contratistas estadounidenses pueden estar “presentes temporalmente” en el territorio ecuatoriano. El documento no fija ese tiempo en días, meses o años.
El texto, firmado en Quito el 6 de octubre de 2023 y en vigor desde el 23 de febrero de 2024, delimita su alcance en el artículo 1, donde indica que aplica al personal militar y civil de EE. UU. y a contratistas estadounidenses “que puedan estar presentes temporalmente en el territorio de Ecuador”.
En ese mismo artículo, el acuerdo enumera los tipos de actividades vinculadas a esa presencia temporal: visitas de buques, entrenamientos, ejercicios, actividades humanitarias como respuesta a desastres naturales y provocados por el hombre, cooperación para atender desafíos de seguridad compartidos, incluidos el tráfico ilícito, el terrorismo, la pesca ilegal no reportada y no reglamentada; y, “otras actividades según se acuerde mutuamente”.
Consulta este acuerdo aquí: https://drive.google.com/file/d/1e7BX_xX7aOAh-Ps_h3tiN6VIfr3vb_pp/view?usp=sharing
¿El personal estadounidense tiene inmunidad diplomática?
Sí, el acuerdo de Estatus de fuerzas entre Estados Unidos y Ecuador concede al personal estadounidense inmunidades diplomática, además de exenciones tributarias y aduaneras y otras facilidades operativas.
El texto establece en su artículo 2 que al personal de Estados Unidos se le concederán “privilegios, exenciones e inmunidades equivalentes a las otorgadas al personal administrativo y técnico de una misión diplomática”.
El artículo 3 añade que Ecuador “autoriza a los Estados Unidos a ejercer jurisdicción penal” sobre su personal mientras esté en territorio ecuatoriano” .
En materia tributaria y aduanera, el artículo 4 dispone que el Departamento de Defensa y el personal estadounidense “no estarán obligados a pagar impuesto alguno o cargo similar” en Ecuador. También señala que pueden importar o exportar bienes vinculados a sus actividades sin pagar “derechos de aduana, impuestos ni otros cargos”.
EL ANÁLISIS
La llegada de personal de la Fuerza Aérea de Estados Unidos a Manta para una operación aérea temporal junto a la Fuerza Aérea Ecuatoriana, FAE, debe entenderse como una acción “acotada, específica y basada en inteligencia”, y no como el despliegue de tropas permanentes ni la reinstalación de una base extranjera. Así lo sostuvo el exconsejero presidencial de Seguridad del Estado en el gobierno de Guillermo Lasso y analista en temas de defensa, Wagner Bravo.
Bravo explicó que el operativo se enmarca en tres convenios bilaterales vigentes desde 2023, que habilitan cooperación en interdicción marítima, interdicción aérea y estatus del personal estadounidense, todos conocidos por las autoridades ecuatorianas y revisados por la Corte Constitucional.
“Con los Estados Unidos tenemos desde el año 2023 tres convenios firmados. Uno es para el apoyo y la interdicción marítima, que ya ha permitido capturas de droga y hasta submarinos. El segundo es de interdicción aérea, para tener un mejor control del espacio aéreo del Ecuador, considerando que nuestro sistema de radares no está completo”, señaló.
“Operación temporal”
Para el general Bravo, el concepto de “temporalidad” no alude a una permanencia indefinida ni a un despliegue masivo, sino a una “misión concreta”, basada en información previa.
“Lo que yo entiendo el día de hoy es que ha llegado un avión con personal militar, posiblemente de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Lo que se busca es el intercambio de información que se vuelva inteligencia y nos permita capturar ilícitos tanto en el aire como en el mar”, indicó.
Añadió que el tercer instrumento clave es el “Acuerdo de Estatus de Fuerzas” (SOFA por sus siglas en inglés), que regula el tratamiento jurídico del personal estadounidense en Ecuador.
“El convenio de Estatus de Fuerza quiere decir que cuando venga una persona en delegación de los Estados Unidos va a tener el tratamiento en el Ecuador como otro funcionario de Cancillería o como un embajador. Estos convenios están vigentes, ratificados por la Corte Constitucional y en conocimiento de la Asamblea y del pueblo ecuatoriano”, afirmó.
Para Bravo la ausencia de anuncios oficiales sobre tiempos prolongados o contingentes numerosos refuerza la idea de una operación focalizada. “No se ha dado ninguna noticia especial diciendo que van a ser tropas que van a permanecer largo tiempo. Me imagino que hay información puntual sobre algún ilícito que se va a producir en estos días, ya sea en el territorio o en el mar ecuatoriano”, dijo.
Inteligencia y exploración aeromarítima
Bravo remarcó que el valor central de este tipo de cooperación no está en la presencia física, sino en la capacidad tecnológica y de inteligencia que aporta Estados Unidos, especialmente en vigilancia aeromarítima.
“Nos van a ayudar a hacer supervisión o vigilancia marítima, lo que se llama exploración aeromarítima. Eso es clave cuando no se tiene un sistema de radares completamente integrado”, explicó.
A su criterio, si efectivamente se trata de un equipo especializado que llega al país, **no sería una operación rutinaria.
“Si realmente llega un equipo de los Estados Unidos, no es una operación cualquiera. Debe ser una operación grande, con mucha información previa, y por eso va a ser temporal y puntual”, señaló.
Impacto en la seguridad y en la percepción ciudadana
Consultado sobre el impacto de estas acciones en la seguridad interna, el exconsejero de Seguridad subrayó que Ecuador enfrenta dos problemas simultáneos: una violencia real, reflejada en homicidios, sicariatos y atentados, y una alta percepción de inseguridad en la ciudadanía. “La única forma de aterrizar esa percepción es con información. En este caso, el Gobierno está informando que se busca apoyo de una operación internacional. Eso debe darle tranquilidad a los ecuatorianos”, sostuvo.
Para Bravo, el mensaje también está dirigido al crimen organizado.
“Esta información debe decirles a las bandas que no estamos solos, que con este apoyo vamos a mejorar nuestras capacidades estratégicas para luchar contra ellos y defender al Ecuador”, afirmó. En ese sentido, consideró que la cooperación internacional no solo es legítima, sino necesaria, frente a un fenómeno transnacional que el país no puede enfrentar en solitario.
“Estamos peleando contra un problema internacional solo con recursos internos y con impuestos que deberían ir a otras prioridades. Pero no podemos dejar al Ecuador en la indefensión”, enfatizó.
Bravo también planteó que este tipo de operaciones deberían inscribirse en una lógica más amplia de alianzas regionales y multilaterales. “Siempre la cooperación va a ser importantísima. Qué bueno que vayamos aterrizando en una coalición de países que, frente a un problema puntual como el crimen organizado, se ayuden mutuamente con medios, información y tecnología”, comentó.
A su juicio, solo una respuesta coordinada permitirá enfrentar estructuras criminales que operan más allá de las fronteras nacionales. “Solamente unidos podemos derrotar a esto, porque es un problema internacional”, opinó.



