En promedio, los municipios amazónicos obtienen 8,5/20 en transparencia; pero hay casos incluso de transparencia cero. Los 23 cantones con menor nota suman el 75% de las áreas deforestadas en un año en esta región, que debería ser protegida por todos.
POR: Gabriela Verdezoto Landívar
23 de los 41 cantones amazónicos tuvieron un índice de transparencia de menos de 10/20 en 2023, de acuerdo con un estudio de Fundación Ciudadanía y Desarrollo. Esos mismos municipios sumaron el 75% de las 40.456 hectáreas de bosque deforestadas ese año en la Amazonía, según el registro del Ministerio del Ambiente.
Para Wilman Eduardo Aldeán, especialista en planificación territorial y cambio climático, la relación entre la transparencia en la gestión de los municipios y la deforestación, es directa: «Sin información oportuna y transparente no hay conocimiento de la cantidad de hectáreas de bosque que se tiene, ni de los conflictos territoriales que podrían amenazarlas. Sin ello, ni la sociedad civil ni la academia pueden ejercer medidas que coadyuven a controlar la pérdida de bosque. Sin información, no hay oportunidad para la gestión adecuada del territorio».

La transparencia en el servicio público tiene dos aristas: el derecho de todos los ciudadanos de conocer lo que hacen sus autoridades y la obligación de gobiernos y autoridades de informar y rendir cuentas sobre su gestión.
En otras palabras, todo funcionario e institución que maneje dinero del Estado debe responder cualquier petición ciudadana sobre qué se está haciendo con esa plata.
Para eso, la Ley Orgánica de Transparencia y Acceso de la Información Pública (Lotaip) establece algunos requisitos básicos que debe cumplir un municipio para medir el nivel de transparencia, por ejemplo, aunque parezca básico: tener una página web.
Navegamos por cada uno de los portales digitales de los 41 municipios amazónicos: 6 ni siquiera están en funcionamiento. La Lotaip obliga a que los municipios tengan formatos claros de solicitudes de información y para trámites ciudadanos: 19 de los 41 cantones amazónicos no cumplen este requisito. Además, hay portales en los que acceder a sus servicios es engorroso y complicado. Confirmamos que 32 de los 41 municipios no tenían la lista de remuneración y sueldo de cada trabajador. Y, apenas 3 de los 41 cantones publicaron el plan de trabajo con el que el alcalde y sus concejales ganaron el voto popular en 2023.
“La falta de transparencia es un indicador de un mal gobierno. La falta de transparencia y también la falta de información hacen que la participación ciudadana sea débil y abre el terreno propicio para actos ilegales, para de corrupción y, en términos medioambientales, sin duda alguna detrás, hay tráficos: tráfico de madera, tráfico de especies. Cuando uno mira las cifras de 10 sobre 20 en transparencia y 75% de deforestación, vemos que una de las causas para que se produzca una deforestación de este tipo, sin duda es la falta de transparencia”, dice Ramiro Ávila, exjuez constitucional.
Para la asambleísta Verónica Íñiguez, especialista en biodiversidad, la falta de transparencia sí facilita directamente a la pérdida de bosque y también la deforestación “debido a que se impide tener la información concreta para que las poblaciones, en función de dicha información, puedan participar y tomar decisiones respecto a sus propios territorios”.
Las cifras parecen decir mucho y a veces nada. Este es el intento de contar con números e historias por qué en la Amazonía ecuatoriana, circunscripción de especial protección ambiental, la deforestación llega a ser de casi 60 mil canchas de fútbol por año y qué tiene que ver en todo esto la falta de transparencia.
¿Qué tan transparente es la Amazonía?
Entre 2013 y 2023, en la Amazonía ecuatoriana la agricultura creció en 160 mil hectáreas, la minería en 6670 hectáreas y la frontera urbana se expandió en 6400 hectáreas de acuerdo con datos de MapBiomas Ecuador. Planificadores, biólogos, asambleístas, defensores de la naturaleza y comunidades coinciden en que estos crecimientos se han dado de forma desordenada, lo que causa problemas sociales, ambientales y económicos que, al final, se refleja en la tierra y su manejo poco sustentable. Eso empeora si sumamos otro componente: la transparencia.

La Fundación Ciudadanía y Desarrollo hizo en 2023 un estudio sobre los niveles de transparencia de cada uno de los 222 cantones ecuatorianos.
El promedio de transparencia de la Amazonía es de 8,5/20.
“Una de las principales razones por las que la transparencia nos tiene que importar a todos es porque los políticos no están sacando plata de su bolsillo para hacer obras. Está sacando plata de nuestro bolsillo. Es nuestro dinero el que financia su toma de decisiones y lo mínimo que deberíamos tener es participación en esa toma de decisiones e información clara de cómo se toman esas decisiones”, dice Juan Carlos Maldonado, politólogo, director del instituto Olmedo, organización de la sociedad civil que promueve la transparencia de la gestión pública.
Las cifras muestran otra cosa: 18 de los 41 cantones amazónicos no logran obtener ni siquiera una puntuación de transparencia de 5/20.
Más del 70% de los cantones amazónicos no presentaron en 2023 el sueldo mensual de sus funcionarios, ni las auditorías internas y gubernamentales que les han hecho. Tampoco publicaron las actas de las sesiones del consejo ni sus planes de desarrollo. Todas estas, obligaciones establecidas por Ley.
Lo que sí han cumplido el 100% de los cantones es tener perfiles de la institución en Facebook y X.
Para el defensor del pueblo de Napo, Andrés Rojas, los gobiernos locales “prefieren la foto, la inauguración, el baile y el show, en vez de enfrentarse con firmeza al modelo extractivista que destruye nuestros ríos, bosques y comunidades. Al final, esta falta de transparencia y acción convierte a los municipios en cómplices de la devastación ambiental, al no ejercer sus deberes ciudadanos ni sus competencias legales. Y eso, en territorios como la Amazonía, no es solo omisión: es traición”.
Estos datos de transparencia cobran más fuerza y sentido, si se miran junto a otros, como que 6 cantones de la Amazonía tienen una tasa de deforestación de más de 2.000 hectáreas por año (lo equivalente a 180 veces el Parque Metropolitano, de Quito). O que, entre 2013 y 2023 la Amazonía ecuatoriana perdió 200 mil hectáreas de bosque.
Wilman Eduardo Aldeán considera que “es sumamente importante que datos como el uso de suelo y la tasa de deforestación sean considerados dentro de los instrumentos de planificación que deberán ser socializados previa aprobación, pero también deberán estar disponibles en todo momento en su página web, para que la gente pueda ir consultando y sabiendo qué se va a ir haciendo con su territorio”.
Esta transparencia, agrega Aldeán, ayuda a que muchos sectores de la sociedad puedan ir tomando acciones y desarrollando mecanismos para apropiarse del territorio.
Valeria Llerena es experta en transparencia de industrias extractivas y consultora del Banco Mundial. Dentro de su trabajo ha reconocido la importancia de que los gobiernos locales generen información que sea accesible: “En formatos que sean fácilmente utilizables para generar, justamente, este tipo de investigaciones. El problema es que, mientras los gobiernos locales no generen información y la hagan pública, no se pueden generar hallazgos más amplios o más técnicos con relación a temas complejos como el medioambiental”
Opacidad y deforestación
Para entender la relación entre esta falta de transparencia y los niveles de deforestación, podría servir hablar con ejemplos. Carlos Julio Arosemena Tola es un cantón en el sur de la provincia amazónica de Napo. Su índice de transparencia fue de 11/20 en 2023, pero en la actualidad sería de cero, si contamos que su página web no está en funcionamiento y no se puede encontrar ni uno de los requisitos que ordena la Ley. Este es uno de los 6 casos de municipios amazónicos en los que su página web no está activa.
Tena, cantón contiguo a Carlos Julio Arosemena Tola es, en cambio, uno de los apenas 3 cantones de entre los 222 del país que tiene un puntaje de transparencia de 20/20.
Para Sandra Rueda, exasambleísta por Napo, esto se debe a que la ciudad tiene un alto nivel participativo y que, además, al ser un cantón turístico hay mucha vigilancia de los mismos visitantes. “Entonces, aquí como que ha existido una obligatoriedad del Municipio de esa transparencia porque, si no, se le vienen encima también los medios y la ciudadanía” concluye Rueda.

La Amazonía pertenece a una circunscripción de protección especial, debido a que sus 120 mil kilómetros cuadrados son ricos en biodiversidad, con especies endémicas únicas en el planeta. Tiene mucha importancia dentro de la conservación por los servicios ambientales que provee, como el agua de los cientos de ríos que se expanden por ella, por absorber grandes cantidades de carbono y por ser el territorio de 10 de las 14 nacionalidades indígenas reconocidas en la Constitución.
Sin embargo, la tasa de deforestación en la Amazonía ecuatoriana es de más de 40 mil hectáreas por año, según el Ministerio del Ambiente. Lo equivalente a la destrucción de 57 mil canchas de fútbol. Por año.
—Yo, por ejemplo, he estado directamente involucrado en el caso del Yasuní —dice el ex juez constitucional Ramiro Ávila.
Se refiere a la lucha por mantener el petróleo bajo tierra en esta área protegida, catalogada como una de las más biodiversas del mundo.
—Y es tan difícil conseguir información sobre cuánto se está explotando de petróleo en la zona, cuál es el informe de impacto ambiental, cuáles son los derrames que se ha producido —continua—. Digamos, todo esto debería estar en la página web, como dice la Ley. Los contratos públicos deberían estar ahí, pero no están. Por eso, digamos que la falta de transparencia siempre es un indicador de un mal gobierno, de un gobierno corrupto. Esto es para mí clarísimo, entonces yo sí encuentro una causa-efecto con la deforestación.
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Palanda, un cantón de Zamora Chinchipe, tiene un índice de transparencia de 8,5/20.
En mayo de 2025 la Fundación Ecológica Arcoiris hizo un estudio para determinar la presencia de metales pesados en el río San Luis.
Al hacer una encuesta en las comunidades de Palanda, el resultado arrojó que el 49% de los pobladores sugirieron que la mejor acción para mitigar los problemas ambientales es mejorar el acceso a estudios técnicos y otros datos para tomar decisiones informadas.

Una de las comunidades de Palanda es El Porvenir del Carmen, una parroquia de alrededor de 2000 personas. El poblado está junto al río San Luis, que baja desde el Parque Nacional Podocarpus. En 2024, ya se había destruido casi el 80% de las orillas del río. Había un pueblo sumido en la violencia que trae la minería ilegal y que tenía los mismos problemas de antes de que llegara: no tienen agua potable, no tiene carreteras para llegar a los barrios más apartados, la escuelita está en mal estado.
—El caso del Porvenir del Carmen, tiene esa connotación porque el presidente está apostando al tema agrícola. Se han sembrado miles de plantas de café en una zona donde los jóvenes, si no ven otra alternativa, van a apostarle a la minería —cuenta Arturo Jimenez, director de la Fundación Arcoiris, para quien la voluntad política y la transparencia de las finanzas públicas de los gobiernos locales permiten cambios visibles en el territorio—.
En año y medio la parroquia ha logrado sembrar 65 mil semillas de café. El presidente de la comunidad, Byron Reinoso, asegura que la población está consciente que “no van a sobrevivir toda la vida de eso. Por eso muchas de esas personas (mineras) son las que se están motivando a sembrar las semillas de café que nosotros les estamos dando”.

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El Chaco es un cantón amazónico casi en la otra punta de Palanda. Su índice de transparencia en 2023 fue de 3/20. Entre 2013 la agricultura creció en 1500% y la minería en más del 5000%. El Chaco está en Napo. Al igual que Palanda, está en la zona de amortiguamiento de un Parque Nacional. Además, como Municipio, administra un bosque protector. El 95% de su territorio está dentro de áreas de conservación. Sin embargo, de acuerdo con estudios con imágenes satelitales de Monitorean of Andean Amazon Project (MAAP) sólo entre septiembre de 2023 y junio de 2024 se deforestaron 144 hectáreas dentro del Área de Conservación Municipal de El Chaco por la expansión minera. También se detectaron 91 kilómetros de carreteras posiblemente ilegales. Solicitamos información al mail que encontramos en la página web del cantón El Chaco, pero, hasta el cierre de esta investigación, no obtuvimos respuesta.

‘Una responsabilidad mayor’
En la Amazonía ecuatoriana, la mancha urbana creció en más de 6 mil hectáreas entre 2013 y 2023, casi la misma superficie en la que creció la minería en el mismo periodo. El área agrícola, que incluye extensiones de monocultivo y tierras ganaderas, creció en 161 mil hectáreas y, en esos mismos diez años, se perdieron 200 mil hectáreas de bosque primario. En esta región habita un millón de personas, 7 de cada 10 viven en pobreza o pobreza extrema por necesidades básicas insatisfechas. 10 de las 14 nacionalidades indígenas del Ecuador viven en esta región.
—En la Amazonía están las zonas de protección más grandes del país y, al mismo tiempo, los más importantes proyectos mineros y petroleros —concluye Ramiro Ávila—. Ecuador tiene una responsabilidad mayor porque reconoció a la naturaleza como sujeto de derechos, lo que significa, entre otras cosas, que hay que cuidar las zonas más biodiversas que se vuelven muy frágiles cuando hay intervenciones drásticas, como la minería, la agricultura intensiva, el petrolero, las hidroeléctricas. Hay una distorsión entre lo que es un desarrollo sustentable y un desarrollo pernicioso para la naturaleza y para la humanidad. Cuidar la Amazonía es un imperativo en esta época de crisis de colapso climático. La Amazonía debe ser prioridad.
Esta investigación se realizó con el apoyo del Centro Internacional Para Periodistas (ICFJ) en alianza con Ecuador Chequea y Redacción Sonora.
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