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viernes, diciembre 5, 2025
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“Nos van a sobrar 300 ‘megas’ (de electricidad), vamos a tener para exportar”. Daniel Noboa, presidente de Ecuador

El suministro de energía y la posibilidad de apagones sigue dependiendo del clima. Por ahora, los pronósticos de sequía no son tan severos como el año pasado, pero uclimasualmente el pico del estiaje es en noviembre. Expertos cuestionan la capacidad de generación anunciada por el Gobierno.

 

POR: Redacción Ecuador Chequea

El presidente, Daniel Noboa, ofreció una entrevista a un medio radial en Cuenca, en la que dijo, textualmente, que “nos van a sobrar 300 ‘megas’ (de electricidad), y vamos a tener para exportar en septiembre, octubre”. Se califica esta declaración como inverificable. 

Luis Ayala, especialista en infraestructura energética, integrante del Consejo Consultivo de Ingenierías y Economía de Ecuador, y una de las voces más autorizadas para hablar sobre la capacidad real del país para cubrir la demanda diaria de electricidad, califica la declaración de Noboa como un “discurso retórico, no técnico” frente a la necesidad real frente al incremento de la demanda máxima, que pasó de entre 4.800 a 5.000 el año anterior, a por lo menos 5.200 megavatios este año.

El propio Gobierno se propuso recuperar 2.100 megavatios. Pero en realidad, esa meta no se ha cumplido, aseguró. Los 300 megavatios que producen tres barcazas de centrales termoeléctricas turcas, alquiladas, y los 250 megavatios del proyecto hidroeléctrico Toachi Pilatón, constituyen, por ahora, de manera concreta, la única producción adicional, recuerda el técnico. 

La vocera del Gobierno, Carolina Jaramillo, declaró el lunes que, por ahora, no se prevén apagones pese al inicio de la temporada seca. Para ello, dijo, hay un “manejo inteligente y estratégico de los embalses” frente al estiaje; y, además, aseguró que se ha recuperado  entre 500 y 600 megavatios de producción térmica e hidroeléctrica, 400 megavatios de centrales termoeléctricas y más de 200 al proyecto Toachi Pilatón. El problema es que esas cifras no se pueden verificar, solamente quedaría creer en la versión oficial. 

Ayala explicó que Toachi Pilatón se encuentra en la misma cuenca afectada por el actual inicio de la temporada seca. Así, su producción podría desplomarse a apenas 50 megavatios, el 20% de su capacidad, si los caudales disminuyen.

Por tanto, agregó, la crisis de generación de electricidad aún no se ha superado. Tampoco han dado resultados las dos principales contrataciones firmadas por el Gobierno para enfrentarla, que debían estar listas entre diciembre de 2024 y enero de 2025: 150 megavatios con la empresa Progen y otros 91 megavatios con la empresa ATM. Ambas contrataciones no se concretaron por problemas legales y técnicos, incluso con incompatibilidad de equipos.

Esta falta de producción adicional, es apenas el primero de tres argumentos técnicos por los cuales no se puede aseverar que Ecuador pueda exportar energía, tal como lo anuncia el presidente Noboa.

El segundo, de mayor peso, es que la generación eléctrica nacional, en su gran mayoría, por sobre el 70% depende del clima que influye en la operación de las centrales hidroeléctricas. Esta capacidad, recordó, se ve afectada por la temporada seca, que históricamente se ha presentado entre septiembre y diciembre, con su pico más alto en noviembre

Así, por ejemplo, en la temporada seca del año anterior, que empezó con meses de anticipación y fue “severa”, afectó la producción del complejo de las 3 centrales hidroeléctricas de Mazar, con las que se cubre el 38% de la demanda diaria de consumo nacional. La consecuencia: racionamientos de hasta 14 horas diarias y tres horarios no continuos, que paralizaron la economía.

En tercer lugar, no solo ha sido insuficiente la rehabilitación de la infraestructura de producción termoeléctrica, sino que el Gobierno se ha negado, sistemáticamente, a informar el real estado de esta infraestructura.

Como ejemplo de esto, el experto señaló que, que en el discurso político se ha dicho que se han reparado las infraestructuras de producción termoeléctrica de Guayaquil y Esmeraldas, pero en la práctica el Gobierno no informa la cantidad real que estas aportan, que es mínima, debido a que son infraestructuras obsoletas.

En el caso de Esmeraldas, esta infraestructura tiene más de 40 años de funcionamiento, que ya cumplió su vida útil, sus repuestos ya no se fabrican ni se encuentran en el mercado. Por tanto, en el mejor de los casos, solo podría aportar 15 de los 50 megavatios que se anunció.

En pocas palabras, concluyó el experto, para cubrir la demanda diaria de electricidad, los ecuatorianos seguimos dependiendo del clima que influye en las cuencas donde operan las centrales hidroeléctricas.

Según el Instituto Nacional de Hidrología y Meteorología (Inamhi) por ahora, la temporada seca que inició en julio, no es tan severa como la del año anterior. “Este año hemos tenido una mejor contribución de lluvias a lo largo del 2025”, señaló hace pocos días el director de pronósticos de la entidad.

Hasta el cierre de esta nota, no logramos contactar con los responsables de los diagnósticos de la situación del clima en la cuenca del sur del país. Sin embargo, hace pocos días, reiteraron que pese a que sí se prevé una disminución de lluvias, “no se irán por completo, como sí ocurrió en el 2024”.

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IFCN Ecuador Chequea
Pablo Terán
Pablo Terán
Webmaster en Ecuador Chequea. Profesional en Comunicación Social, experiencia-26 años. He trabajado en diferentes medios de comunicación, entre ellos Diario La Hora, por 18 años. Fui Editor de Sociedad, Quito e Interculturalidad. Tengo, además, una maestría en Psicología Holística.

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