Este viernes se votarán las reformas al Código de la Democracia, que reviven el método D’Hondt, con el que el correísmo logró su ‘aplanadora’.
POR: Hugo Constante
En la Comisión de Justicia de la Asamblea, los legisladores oficialistas y correístas se unieron para aprobar, por unanimidad, el texto final del proyecto de reformas al Código de la Democracia, que será votado por el Pleno este viernes. Si supera todos los filtros, las reformas se aplicarán desde las elecciones seccionales del 2027.
Son cambios que van desde elevar a Ley la prohibición del uso de celulares en el momento de la votación, hasta cambiar el método de asignación de escaños, o reducir las multas económicas y sanciones por el cometimiento de infracciones electorales. Es un articulado que condensa 22 proyectos de reformas que se han venido presentando desde el 2018, la gran mayoría por parte del correísmo.
Rosa Torres (ADN), presidenta de la Comisión, dijo que son cambios estructurales que responden a la realidad del país, a sus necesidades. Gabriela Molina, asambleísta del correísmo, resaltó la importancia de contar con un proyecto de consenso, por lo que su bancada votará a favor de la aprobación del proyecto.
Para el especialista en temas electorales Alfredo Espinosa, sin embargo, son reformas superficiales que elaboró el correísmo como reglas del juego para la actividad política electoral y que el Gobierno de Daniel Noboa, a través de su bloque de legisladores, está acogiendo confiando en que obtendrá buenos resultados en futuras elecciones de manera que pueda consolidar mayorías completamente sólidas. “No topan la verdadera problemática del sistema político electoral”, dijo Espinosa. A su criterio, hay temas prioritarios que no se han tomado en cuenta, como establecer verdaderos procesos de democracia interna en la selección de candidatos por parte de las organizaciones políticas, incorporar requisitos para la conformación de la listas con el objetivo de evitar la presencia de improvisados en política, o la de regular la campaña electoral en redes sociales. “(Daniel) Noboa está emulando en muchas cosas las prácticas que (Rafael) Correa tuvo durante su gestión”, dijo el especialista.
La asignación de escaños
En las elecciones legislativas de este año se usó el método Webster para la asignación de escaños. Según los especialistas, este es un método que favorece para que las minorías tengan un cupo y por eso la actual Asamblea está integrada, además de la correísmo y el oficialismo, por legisladores de movimientos locales o de organizaciones nacionales que, sin haber obtenido una gran votación, lograron unas pocas curules, como el Partido Social Cristiano y el movimiento Pachakutik.
En su propuesta de reforma, la Comisión plantea que se retome el método D’Hondt. Para los especialistas, este sistema favorece a las mayorías, a las organizaciones más votadas, ya que reparte los escaños entre las candidaturas de forma proporcional al número de votos obtenidos, sin dar opción a las minorías. Por ejemplo, en las elecciones de 2013 se recurrió a este método y el Movimiento Alianza PAÍS obtuvo 100 legisladores, de 137 que integraban el Parlamento.
Espinosa explica que con el método Webster, la curules, en el caso de la Asamblea, no son necesariamente ocupadas por todos los que han sido los más votados, ya que deja un margen para aquellos candidatos que forman parte de organizaciones minoritarias puedan acceder a una de esas curules. Mientras que la particularidad del método D’Hondt es que entran los que han obtenido los mayores resultados. “Probablemente la intención del oficialismo con este cambio de método es que el presidente Noboa y su bloque de asambleístas dejen de buscar legisladores por fuera de la bancada para lograr mayorías. Si hacen una buena gestión, con el método D’Hondt probablemente emule la Asamblea de Correa en el 2013, con eso se puede prescindir de los demás”, dijo Espinosa.
Por su parte, el asambleísta socialcristiano Alfredo Serrano dijo que con el método propuesto se limita la presencia de minorías que está garantizada en la Constitución. “Lamentablemente, hoy el correísmo y el Gobierno se han unido para poner en vigencia nuevamente este método”, dijo Serrano. El legislador dijo que con la fuerza de los votos el oficialismo está “repitiendo los capítulos de Correa, ahora con la distribución de escaños”. Como ejemplo de cómo se afectaría a las minorías, mencionó que en la actual Asamblea, si estaba vigente el método D’Hondt, sólo estarían representados ADN y la Revolución Ciudadana, nadie más.
Mientras que Torres dijo que es un método que propone una representatividad efectiva y que es una propuesta técnica.
Otros cambios propuestos
Entre las reformas que están planteadas constan:
- Cuando se aplique la ‘muerte cruzada’ actualmente se da al CNE un plazo menor a 90 días para la realizar las nuevas elecciones. Con la reforma se amplía ese plazo a 120 días.
- Elimina la obligación que tiene un candidato que se postula a un cargo diferente, de renunciar al que está desempeñando. Con la reforma, sólo deberá pedir licencia sin remuneración antes de presentar la solicitud de inscripción de la candidatura.
- Mientras que los que opten por la reelección, que hoy deben pedir licencia sin remuneración desde que inicia la campaña electoral, deberán pedir licencia desde la inscripción de la candidatura.
- Contempla rebajas en las multas y las sanciones que se aplican por infracciones electorales.
Por ejemplo, una infracción electoral grave tiene hoy una multa que va de 11 a 20 salarios básicos y la suspensión de derechos políticos de seis meses a dos años. La propuesta es que la multa sea entre 6 y 10 salarios básicos y la suspensión de participación hasta seis meses.
- Se incorpora como infracción leve el uso del celular en el acto del sufragio y al momento del escrutinio de votos. La multa será de entre uno y cinco salarios básicos. En la segunda vuelta presidencial esta fue una disposición adoptada como resolución por parte del Consejo Nacional Electoral, y la multa iba de 9.870 a 32.900 dólares.
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