Se requerirán 101 votos para censurar a un ministro, misión casi imposible por la composición de la próxima Asamblea, que tendrá dos fuerzas dominantes. ¿Qué podrán hacer oficialismo y oposición con los votos con que cuentan?
POR: Hugo Constante
En la Asamblea las bancadas del correísmo y del oficialismo mantienen diálogos con legisladores de Pachakutik, socialcristianos y con otro grupo de independientes que lograron obtener una curul para el periodo 20250-2029, con el objetivo de que se sumen a sus filas.
La meta de las dos bancadas es obtener el 14 de mayo, cuando se instala el nuevo periodo, la mayoría absoluta que se requiere para nombrar a las autoridades de esta Función del Estado, integrar las comisiones y sus respectivos presidentes.
La nueva Asamblea tendrá 151 legisladores, lo que modifica sustancialmente el número de votos que se requerirán para diversos procedimientos parlamentarios. Para lograr mayoría absoluta harán falta 77 votos y es la meta inmediata de las dos bancadas dominantes. Ese número permitirá desde lo más básico, como lograr el quórum para instalar las sesiones del Pleno, hasta aprobar reformas parciales a Constitución, aprobar leyes ordinarias, solicitar la comparecencia de autoridades del Gobierno, aceptar la renuncia del presidente de la República, autorizar su licencia, entre otros temas.
Obtener la mayoría calificada será más complejo. Se requerirán 101 votos, para temas como destitución de asambleístas, conceder indultos y amnistías, aprobar una enmienda constitucional, declarar la incapacidad física o mental de un Presidente para gobernar o el abandono del cargo.
¿Se verá afectada la fiscalización?
Uno de los temas en que el número de votos tendrá incidencia directa es la fiscalización, específicamente sobre los juicios políticos, donde el Pleno es el que resuelve el futuro de los funcionarios.
La Ley y la Constitución establecen los funcionarios que pueden ser llamados a juicio político por parte de la Asamblea, aunque su censura y destitución opera con votaciones diferentes.
El Procurador, el Contralor, el Fiscal General, el Defensor del Pueblo, el Defensor Público, los superintendentes y los vocales del Consejo de Participación Ciudadana podrán ser censurados y destituidos, si en el Pleno se logran 77 votos.
Pero para una acción similar en contra de los ministros, miembros del Consejo Nacional Electoral, del Tribunal Contencioso Electoral y vocales del Consejo de la Judicatura se necesitarán 101 votos a favor.
El correísmo logró en las urnas 67 asambleístas, pero hoy son 66. El oficialismo obtuvo 66 curules. Hay 19 asambleístas “sueltos”, por el momento, y si todos ellos se unen a una sola bancada (correísmo u oficialismo) harían un bloque de 85 legisladores. En el hipotético caso que se mantengan en una misma línea, tendrían los votos sólo para censurar y destituir a los funcionarios para los que se requiere 77 votos.
Pero parece misión casi imposible que logren reunir los 101 votos para aprobar la interpelación de, por ejemplo, los ministros del próximo periodo presidencial de Daniel Noboa. “Con la composición futura de las bancadas, la oposición no conseguiría nunca tocarles a los ministros. Matemáticamente, no hay forma de que el control político se haga efectivo”, aseguró el experto en temas legislativos Gonzalo Armas.
Agregó que será un escenario en que sólo se llegue hasta la sustanciación de los juicios políticos en la Comisión de Fiscalización, y hasta su debate en el Pleno de la Asamblea, pero sin llegar a la sanción.
El asambleísta reelecto del Partido Social Cristiano Otto Vera reconoce que será difícil concluir un juicio político en contra de altos funcionarios, pero que todo dependerá de la coyuntura. “Si se demuestran de manera clara actos de corrupción, no se podrá tapar el sol con un dedo”, dijo el legislador. Asegura que el control político va más allá de una interpelación y que, si no hay los votos, siempre quedará la vía judicial para sancionar a un mal funcionario.
Por su parte, la asambleísta reelecta por el oficialismo Nathaly Farinango descarta que los futuros ministros de Daniel Noboa vayan a estar “blindados” contra la fiscalización y el juicio político. “Nosotros siempre hemos creído en un proceso de fiscalización responsable, que no se utilice como una herramienta de chantaje al Gobierno”, dijo la legisladora. Asegura que los votos se dan luego de haber cumplido el debido proceso y establecer la existencia de responsabilidades políticas en las causales por las que un funcionario público fue fiscalizado. “Si no hay las causales obviamente la bancada de ADN no va a dar los votos”, concluyó.
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