Un proceso de mejora en los combustibles implicaría la importación de nafta de mayor calidad, lo que encarecería aún más el producto. Las gasolinas extra y ecopaís siguen siendo ampliamente las más usadas en el país, pese a su octanaje más bajo.
En sólo 18 días, entre el 25 de junio y el 12 de julio, Ecuador vivió un cambio: se comenzó a eliminar parcialmente el subsidio a las gasolinas de bajo octanaje y a ajustar los precios en bandas mensuales (el 12 de cada mes) que van desde una reducción del 5% hasta un incremento del 10% en comparación con los precios internacionales.
Sin embargo, esta medida deja aún abierto un debate que también lleva muchos años en el país: ¿Es posible mejorar la calidad de nuestras gasolinas? Actualmente, las gasolinas populares, extra y ecopaís, tienen 87 octanos, mientras que la gasolina súper, la premium, tiene 92 octanos.
Es esencial, primero, entender qué significa el término «octanos» y por qué es importantes para la calidad de las gasolinas.
El octanaje, o número de octanos, entre 0 y 100, es una medida de la capacidad antidetonante de la gasolina. Cuanto mayor es el octanaje, más resistente es la gasolina a la detonación prematura durante la compresión en el motor. Esto es crucial para que el motor funcione de manera eficiente y sin sufrir daños.
Los especialistas creen que sí hay una opción de mejoría, pero que depende de dos factores. Primero, lo técnico, que implica un proceso químico de mejora relativamente sencillo de aplicar, pero que requiere importar productos químicos que no se producen en el país. Segundo, lo económico, que implica necesariamente elevar el precio de las gasolinas para importar dichos ingredientes.
Héctor Paz y Miño, ingeniero químico y petrolero por la Universidad de Tulsa, Estados Unidos, comentó que “es imposible mejorar la calidad de ese octanaje porque no se la puede vender a los precios internacionales”. “Si compra una gasolina de mayor octanaje tendría que pagar un precio mayor al de los mercados internacionales. El precio al que se comercializa la gasolina de 85 octanos en el mercado local sigue siendo subsidiado”, explicó.
“Para producir gasolinas de mejor calidad se necesita importar naftas de más alto octanaje. Las naftas que se producen localmente en la refinería de Esmeraldas se mezclan con gasolinas de más alto octanaje para obtener esa calidad de 85 octanos. Cuando se analiza el costo de esa gasolina, sigue siendo más alto que el que sale a la venta”, agregó el experto.
Estas diferencias inocultables entre el costo de producción y el precio de venta final, según el consultor energético internacional Luis Calero, representan una notable distorsión y una paradoja en la economía nacional: mientras los precios de la nafta de alto grado —que se necesitan para mejorar la calidad de la gasolina súper— siguen subiendo, el precio de la gasolina súper en los mercados internacionales ha experimentado ciertas bajas.
«Ecuador se ha quedado con una nafta de alto grado, ya importada, para la gasolina súper. Esa nafta, destinada inicialmente para la gasolina súper, se mezcla con la gasolina extra subsidiada. Esto mejora la calidad de la extra, pero introduce una distorsión en el mercado», explicó Calero.
Añadió que, al mismo tiempo, se están importando naftas de baja calidad, de pésimo grado, para la gasolina extra y ecopaís, lo que resulta en un combustible final de baja calidad que se ofrece a los consumidores.
PRODUCCIÓN
El factor económico ha hecho inviable cualquier intento de mejorar la calidad de las gasolinas de bajo octanaje durante décadas. Y en medio de este dilema técnico y económico, se encuentra el consumidor.
Según los datos proporcionados por Petroecuador, la producción total de gasolinas (súper, extra y ecopaís) experimentó un aumento del 2,07% en 2023, en comparación con el año anterior. Sin embargo, la producción específica súper sufrió una disminución del 6,8%, mientras que las de extra y ecopaís mostraron incrementos del 3,02% y 2,25%, respectivamente.
1. Producción total de gasolinas súper, extra y ecopaís:
– 2023: 30’176.178 barriles
– 2022: 29’563.536 barriles
– 2,07% de aumento
2. Producción de gasolina Súper:
– 2023: 1’588.769 barriles
– 2022: 1’704.708 barriles
– 6,8% de disminución
3. Producción de gasolina Extra:
– 2023: 13’672.596 barriles
– 2022: 13’272.133 barriles
– 3,02% de aumento
4. Producción de gasolina Ecopaís:
– 2023: 14’914.712 barriles
– 2022: 14’586.615 barriles
– 2,25% de aumento
Estas cifras también reflejan que tanto la gasolina extra como la ecopaís mantienen una proporción significativa dentro del total de producción de gasolinas. La ecopaís, en particular, continúa siendo el tipo más producido, seguida de cerca por la extra, reflejando su importancia en el mercado nacional de combustibles.
Producción de la gasolina Extra:
– Año 2023: representó el 45,34% del total de gasolinas (13’672.596 de 30’176.178 barriles).
– Año 2022: representó el 44,86% del total de gasolinas (13’272.133 barriles de 29’563.536).
Producción de gasolina Ecopaís:
– Año 2023: representó el 49,45% del total de gasolinas (14’914.712 de 30’176.178 barriles).
– Año 2022: representó el 49,34% del total de gasolinas (14’586.615 de 29’563.536 barriles).
Esas estadísticas subrayan la importancia de garantizar la calidad de estos combustibles para los consumidores. La presidenta de la Tribuna Ecuatoriana de Consumidores y Usuarios, María José Troya, destacó que, “si va a haber un aumento de los costos, lo que se debe garantizar es la calidad, porque a los consumidores lo que nos interesa no sólo es el precio, sino la calidad. Cuando no hay una buena calidad, los que se ven afectados son los consumidores con vehículos para uso personal, como consumidores finales”.
IMPACTO ECONÓMICO
La eliminación parcial de los subsidios a las gasolinas ha tenido repercusiones significativas tanto en la economía nacional como en los hogares de los ciudadanos, de acuerdo con declaraciones de Pablo Lucio Paredes, director del Instituto de Economía de la Universidad San Francisco de Quito.
Paredes señaló que, para eliminar completamente el subsidio a la gasolina, el precio debería alcanzar aproximadamente los 3,20 dólares por galón. Con el reciente ajuste, que ha llevado el precio a 2,75 dólares, se estima que se ha cubierto aproximadamente un tercio del subsidio, lo que equivale a unos 150 millones de dólares en ahorros para el Estado.
En cuanto a los subsidios, el experto dijo que el subsidio al diésel en combustibles importados supera los 1.500 millones de dólares anuales, mientras que para la gasolina y el gas se destinan alrededor de 450 millones y 400 millones, respectivamente.
Paredes también evaluó que, aunque este ajuste contribuye modestamente a las finanzas públicas, representando cerca del 0,5% de los ingresos estatales, tiene un impacto limitado en los consumidores, afectando aproximadamente un 0,2% del consumo total. Sin embargo, subrayó que, en un contexto de baja empleabilidad y bajos ingresos, el aumento de precios representa un desafío adicional para los presupuestos familiares.
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