POR: Juan Camilo Escobar
El reporte gráfico de la Corporación Eléctrica de Ecuador (Celec) sobre la situación de la represa Mazar, que alimenta al complejo hidroeléctrico que cubre más de la tercera parte de la demanda diaria de electricidad, es simple, concreto y directo: octubre empieza con la misma tendencia a la baja de sus caudales, que desde julio anterior impulsó el inicio de la temporada seca, pero con un exceso de volumen de agua, el cual bordea la cota máxima de operación, de los 2.153 metros sobre el nivel del mar.
Así, a apenas cuatro semanas del mes considerado históricamente como el más crítico de la temporada seca anual, esta gigantesca represa no sólo tiene la suficiente cantidad de agua, sino que incluso ha necesitado desfogarla, para evitar “daños operacionales”, según fuentes internas de Celec consultadas por Ecuador Chequea.
Esta central se encuentra, en la práctica, en una mejor situación en comparación con la severa época seca del año anterior, con caídas de sus caudales y de su volumen de agua que colapsaron la producción de electricidad de esta hidroeléctrica, y obligaron al Gobierno a programar racionamientos de electricidad desde el 18 de septiembre de 2024.
En ese mes, la severa sequía bajó el promedio del caudal a apenas 19,57 metros cúbicos por segundo (m3/s). En contraste, este septiembre tuvo 280,67 m3/s, es decir 14 veces más. En octubre de 2024, el promedio subió a apenas 22,99 m3/s, mientras este octubre empieza con 78,38 m3/s, es decir 3,4 veces más.
Y lo mismo se observó en los volúmenes de agua. Mientras en septiembre de 2024 el promedio de la cota se desplomó a 2.139,28 metros sobre el nivel del mar (msnm), 14 metros por debajo de la cota máxima, este septiembre alcanzó 2.152,98 msnm, a apenas 2 centímetros de la cota máxima. En octubre de 2024, que fue el segundo de cuatro meses de disminución de ingreso de agua, el promedio de la cota se desplomó a 2.118,3 msnm mientras que este octubre empieza con un promedio de 2.152,95 msnm (a apenas 5 centímetros de la cota).
Según el reporte del Celec, el promedio de la cota de este gigantesco embalse apenas ha variado desde los 2.14,03 msnm -más de un metro por encima de la cota máxima- en julio, a 2.292,95 msnm – apenas a 5 centímetros de la cota máxima- en pleno inicio de octubre. En contraste, el promedio de los caudales pasó desde su pico más alto de 280,67 m3/s en julio, a 98,02 m3/s en agosto, 89,29 en septiembre, y a apenas 78,38 m3/s hasta este mediodía.
¿Qué dicen estas estadísticas del manejo del principal complejo hidroeléctrico del país?
Hay dos respuestas muy claras para los expertos.
Una primera, para el Instituto Nacional de Hidrología y Meteorología (Inamhi) representa un acierto en que sus previsiones, comunicadas con meses de anticipación, de que la temporada seca de este año no será tan severa como la del año pasado.
En este sentido, sus técnicos indicaron que hoy está vigente, precisamente, una alerta de aumento de las lluvias que empezaron hace dos semanas.
La segunda respuesta de los técnicos en infraestructura de energía, señalan que Ecuador sigue dependiendo del clima para evitar los apagones en cada nueva temporada seca que afecta a las cuencas donde operan las centrales hidroeléctricas, las cuales cubren, según datos oficiales, alrededor de las tres cuartas partes de la demanda diaria de electricidad.
El representante del Consejo Consultivo de Ingenierías y Economía, Luís Ayala, señala que el sistema eléctrico sigue vulnerable, dependiendo en gran medida del clima luego de que varios gobiernos de turno no han solucionado problemas estructurales y urgentes, como la renovación de gran parte de su infraestructura obsoleta y contrataciones de generación termoeléctrica adicional que debían servir para enfrentar los apagones del año anterior.
“En este año, con el embalse lleno de Paute (otra de las centrales ubicada en la misma cuenca del complejo Mazar), el agua se desperdiciaba y se utilizaba ese excedente para vender a Colombia. Por eso, el Gobierno salió a decir que estamos vendiendo energía a Colombia, pero no era por exceso de equipamiento para generar energía sino por una condición del clima lluvioso”, comentó.
En semanas recientes, el Gobierno, a través de su vocera, Carolina Jaramillo, ha insistido en que este año no habrá racionamientos de electricidad debido a que se ha recuperado entre 500 y 600 megavatios de producción térmica e hidroeléctrica.
En estas cuentas del oficialismo; sin embargo, no constan más de 150 megavatios de generación termoeléctrica que debían empezar a finales del año anterior, en plena crisis de apagones que empezaron el 18 de septiembre y se extendieron hasta fines de diciembre de 2024, con cortes de hasta 14 horas por día.
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