
María Fernanda Espinosa fue designada como presidenta de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (AGNU). Ocurrió el pasado 5 de junio, durante el 73° periodo anual de sesiones. 128 Estados miembro votaron a favor de la ecuatoriana.
A partir de septiembre, la Canciller de Ecuador asumirá la Presidencia de la Asamblea General que, cada año, corresponde a una región determinada. En esta ocasión recayó en América Latina y el Caribe. Espinosa es la primera mujer latinoamericana que se posiciona en este cargo, y la segunda ocasión en que Ecuador lo hace. La primera fue en el período 1973-1974 con el diplomático Leopoldo Benites.
Es un gran honor ser la primera mujer de la región en ocupar la @UN_PGA, y la cuarta en ser electa para este cargo, en 73 años de vida de Naciones Unidas. Dedico esta elección a las mujeres del mundo, y me comprometo a trabajar por una verdadera igualdad de género. #EcuadorALaONU https://t.co/7oKpEU0c28
— Ma Fernanda Espinosa (@mfespinosaEC) 5 de junio de 2018
Es necesario saber que la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) es el órgano principal de las Naciones Unidas de deliberación, adopción de políticas y representación. Examina cuestiones de importancia decisiva para la comunidad internacional a través de debates, los cuales son precedidos por la Presidente.
Existen ciertas funciones que debe cumplir, por ejemplo:
- Observar las normas más estrictas de conducta ética.
- Cumplir sus deberes y responsabilidades de manera imparcial y equitativa, con total honradez y buena fe.
- Evitar toda acción cuyo resultado o posible interpretación pudiera ser:
- a) La utilización de la Oficina de la Presidencia o sus recursos en beneficio propio;
- b) Un trato preferencial injustificado a un Estado, organización o persona;
- c) La obstaculización de la labor de la Organización o la adopción de enfoques preferentes, parciales o preconcebidos;
- d) El menoscabo de la confianza de los Estados Miembros en la integridad de la labor de la Organización;
- Colaborar con los Estados Miembros de manera consultiva y cooperativa, absteniéndose al mismo tiempo de recibir o aceptar instrucciones de ninguna persona ni organización o grupo gubernamental o no gubernamental de ningún tipo.
- Evitar cualquier situación que entrañe un conflicto entre su interés personal o privado y los intereses de la Presidencia o las Naciones Unidas.
- Garantizar la mayor transparencia posible en la utilización de los bienes, las instalaciones, los servicios y los recursos disponibles para el desempeño de las funciones de la Oficina y velar por que estos se utilicen únicamente para las actividades oficiales de la Presidencia y no para otros fines.
- Garantizar la mayor transparencia posible en las actividades externas, y todas las transacciones comerciales, a fin de evitar los conflictos de intereses. No es compatible con el puesto de Presidente desempeñar ningún tipo de actividad comercial durante su mandato.
- Rendir cuentas de sus actividades a la Asamblea General.
“Ser elegida como presidenta de esta Asamblea es un cargo honorífico, en el sentido que no lo financian las Naciones Unidas, sino el mismo Estado. Aunque el monto es algo que no se puede definir, se espera que sea acorde a su puesto. Pero lo que se debería tener en cuenta es cuál es el costo político que tiene el Gobierno, tras el intercambio de votos que se realizó con los otros Estados para lograr el puesto. A través de intercambios de otras candidaturas se consiguen los votos”, explicó Lotty Andrade, expresidente de la Asociación de Funcionarios del Servicio Exterior.



