POR: Juan Camilo Escobar
“Cada semana vienen por lo menos tres o cuatro casos de personas afectadas por ‘malware’ en sus teléfonos, tablets o computadoras”, señala Carlos Morales, técnico informático, responsable de un concurrido taller de servicio técnico ubicado en el norte de Quito.
El experto explica que se trata de una de las demandas, cada vez más frecuentes, que en su mayoría obedecen a los mismos “errores humanos”: exceso de confianza al abrir enlaces que se comparten en redes sociales o mensajería instantánea, instalar aplicaciones o programas sin verificar sus orígenes y para qué sirven, y dar permisos totales a estos programas sospechosos.
Las consecuencias pueden ir desde el despliegue invasivo e insistente de publicidad hasta filtraciones o pérdidas totales de información de los usuarios, muchas veces con datos personales sensibles.
Morales explica que una de las maneras más usuales por los delincuentes es publicar en redes sociales o distribuir masivamente en grupos privados de mensajería falsos anuncios publicitarios de créditos inmediatos o inversiones con grandes rentabilidad, en los que piden que los usuarios den clic a un enlace o se descarguen una aplicación maliciosa que extrae información de los usuarios.
“Estamos plagados de desinformación que se envía por medios digitales. Entonces, cuando se da clic a esos enlaces maliciosos, tiene consecuencias para los dispositivos, con virus que ralentizan los dispositivos, despliegan publicidad invasiva”, agrega el experto.
Algunos de estos virus o malware son tan sofisticados, elaborados con tecnologías que usan inteligencia artificial para evadir antivirus, que “se esconden muy bien, que son muy difíciles de encontrar para eliminarles. Entonces, muchas veces, toca perder información porque se debe instalar un nuevo sistema operativo que reemplace al antiguo”, dice.
Las estadísticas oficiales dan cuenta de la magnitud del problema. En el primer semestre de este año se registraron 220.228 direcciones IP notificadas con incidentes y vulnerabilidades, un 55% menos que similar período del año anterior.
Sin contexto, estas estadísticas parecen positivas, pero expertos señalan que se trata de ataques cada vez más sofisticados, con más riesgos. “Son programas maliciosos diseñados para dañar y robar información, interrumpir el accionar normal de un sistema para extraer información”, enfatiza Morales.
Iván Reyes, coordinador de posgrados de Ciencias de la Computación de la UIDE y especialista en ciberseguridad, señala que uno de los virus ‘tradicionales’ es el “troyano”, que el propio usuario instala al usar copias no autorizadas de todo tipo de software, en las cuales los delincuentes distribuyen, de manera casi indetectable, este tipo de aplicaciones maliciosas
Este malware “deja abiertas puertas traseras para que los delincuentes extraigan información”, señala.
Los expertos coinciden en que la primera medida de prevención, que no sólo es de fácil aplicación, sino que debería ser de obligatorio cumplimiento por parte de todos los usuarios, es no dar clic a enlaces ni tampoco instalar aplicaciones de fuentes desconocidas.
Una segunda recomendación es actualizar los sistemas operativos de computadoras, celulares y tabletas. Con las actualizaciones, las empresas responsables de dichos sistemas (Windows, Apple, Android, etc.) ofrecen “parches”, es decir, alternativas frente a nuevas vulnerabilidades que aparecen casi a diario.
En cualquier caso, según el reporte, elaborado por la Agencia de Regulación y Control de las Telecomunicaciones (Arcotel) los delincuentes atacan más a páginas web, correos electrónicos y conexiones remotas de la siguiente manera:
El 45,8% de los reportes corresponde a Microsoft IIS que ayuda a que las páginas web funcionen. El 25,8% a Remote Desktop Protocol, aplicación que facilita el control remoto de computadoras y dispositivos. Y menos del 10% a Zimbra Plugin, servidor de correo electrónico; Apache httpd, programa para alojar webs; y, GitConfigHttpPlugin, programa para gestionar códigos.
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