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jueves, diciembre 4, 2025
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Los pequeños negocios enfrentan una situación “crítica”

En medio de la ‘batalla’ de cifras de la macroeconomía, los ciudadanos aún conviven con el fantasma de la elevación del IVA y de las pérdidas por los apagones. Algunos aseguran que su situación empieza ligeramente a estabilizarse, pero aún miran el 2025 con incertidumbre. 

POR: Juan Camilo Escobar

Ecuador registró tres trimestres consecutivos de contracción económica en 2024, según el informe más reciente del Banco Central, publicado el 15 de enero. Y, aunque aún no hay cifras, el último trimestre del año pasado, precisamente, fue un periodo de penumbra literal y figurada, en medio de la crisis de los apagones.

Pero, lejos de las cifras de la macroeconomía, de las proyecciones de crecimientos insípidos, e incluso al margen de las preocupaciones electorales, los pequeños comerciantes denuncian una situación “crítica” y una “incertidumbre”, por lo que vendrá en este 2025. Aún tratando de estabilizar sus finanzas y pagar deudas, esperan que la oscuridad no vuelva y que las cosas vayan mejorando de a poco. 

Impacto fiscal y tributario

El 2024 comenzó en un estado de fragilidad de las finanzas públicas. Así, agobiado por una crisis de liquidez, el Gobierno de Daniel Noboa, con pocas opciones, optó por cargar el peso de su salvación fiscal sobre las espaldas de sus ciudadanos: dos reformas tributarias elevaron el IVA del 12 % al 15 % e impusieron a las empresas una Contribución Temporal de Seguridad (CTS).

En julio, Guillermo Avellán, gerente del Banco Central, proclamó que la recesión había quedado atrás. Pero esas palabras, optimistas en su momento, se desmoronaron a partir del 18 de septiembre, cuando inició la devastadora serie de racionamientos.

La dependencia de Ecuador de la energía hidroeléctrica se convirtió en su ‘talón de Aquiles’. Las sequías, alimentadas por el cambio climático, redujeron los caudales de los ríos y paralizaron las principales centrales hidroeléctricas. El impacto fue inmediato y brutal: negocios cerraron, cultivos se perdieron y la economía nacional quedó paralizada, según documentó Ecuador Chequea tras recoger testimonios de familias, microempresarios, comerciantes e industriales en varias zonas de Quito.

Paralelamente, Ecuador continuó enfrentando una creciente ola de violencia vinculada al narcotráfico, un problema que ha incrementado el costo de operación para las empresas y disuadido la inversión extranjera. La inseguridad, combinada con la incertidumbre política de cara a las elecciones presidenciales y legislativas de febrero, generó un ambiente de desconfianza en los mercados.

LO QUE VIENE

De cara al 2025, las perspectivas económicas están divididas. El Banco Mundial, una de las principales instituciones financieras internacionales, ha presentado la proyección más optimista para la economía de Ecuador en 2025: un crecimiento del 2%. Esta estimación fue publicada el 16 de enero de 2025.

En contraste, el Fondo Monetario Internacional (FMI), una entidad que no es ajena a los vientos políticos y económicos de la región, sitúa el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en un 1,6%. Su informe, fechado el 19 de diciembre de 2024, ya incorpora los impactos de la crisis eléctrica que afectó al país, una variable que parece haberse convertido en un nuevo termómetro de la vulnerabilidad económica ecuatoriana.

La Cepal, un observador clave del devenir económico latinoamericano, ofrece la proyección más sombría. Su estimación, publicada en diciembre de 2024, señala un crecimiento del 1,4%.

Por otro lado, el Banco Central, en un análisis anterior al inicio de la crisis eléctrica, proyectó en septiembre de 2024 un crecimiento del 1,5%. Sin embargo, este cálculo, ahora desfasado por las circunstancias, levanta preguntas sobre su capacidad para prever el impacto de una crisis que ha puesto de rodillas a sectores clave de la economía.

¿Y QUÉ DICE LA GENTE?

Mientras los organismos internacionales ajustan sus pronósticos y el Banco Central revisa su análisis, los ciudadanos de a pie aseguran que enfrentan, día a día, las consecuencias de un año que puso a prueba su resiliencia. 

Tras lamentar que aún no han logrado recuperarse de las pérdidas derivadas del desplome en la producción y las ventas durante los apagones, muchos expresan sus preocupaciones sobre el rumbo de la economía para 2025.

“El 2024 fue un año devastador para mi negocio. Los apagones no sólo afectaron nuestras ventas, sino que también interrumpieron toda la cadena de suministro”, señaló el propietario de una empresa subcontratista de tableros y molduras de madera, quien pidió no ser identificado. “Y para este 2025, estamos esperando lo peor; las proyecciones de crecimiento que mencionan los especialistas no se sienten aquí, en la realidad que vivimos”, añadió, al recordar que aún debe cubrir el aumento de costos por la compra y operación de dos plantas generadoras de electricidad.

No es un caso aislado. Otros testimonios recogidos en diferentes zonas de Quito también reflejan un escepticismo generalizado hacia las perspectivas de recuperación en 2025, con muchos priorizando la supervivencia económica frente a un contexto de incertidumbre.

Marianita Cañar, propietaria de un pequeño restaurante en el norte de Quito, comentó: «La economía no está bien y no mejorará hasta que podamos superar todos las pérdidas que nos dejaron los apagones. En mi caso, la venta de helados, que me ayudaba a complementar los ingresos por los almuerzos, desapareció de un día para otro, y casi se destruye la refrigeradora por las constantes interrupciones”.

“Las consecuencias de los apagones fueron malas y todavía no empezamos a recuperarnos de todas las pérdidas. Así está comenzando este año: resignados a que lo que se perdió, se perdió. Quizás no logremos recuperar, pero al menos no cerramos, lo cual habría significado perder también los dos puestos de trabajo que dependen de este negocio”, agregó.

Cañar sostiene que para ella, el 2024 fue un año de doble crisis: primero por el incremento del IVA, que implicó un aumento en los precios de casi todos los productos que utiliza para preparar los almuerzos, y luego por los apagones. “Ahora sólo pedimos a las autoridades que nos garanticen que no vuelvan los apagones; caso contrario, con las pérdidas que hemos acumulado, ahí sí tendremos que cerrar”, concluyó.

“Ni siquiera hemos logrado recuperarnos de la pandemia, que nos dejó con créditos a medio pagar, adquiridos en su momento para mejorar el negocio. Mucho menos vamos a recuperarnos de las nuevas pérdidas provocadas por los apagones”, afirmó Luz María Muñoz, propietaria de un bazar situado frente a la escuela Luis Gabriel Tufiño, en el norte de Quito.

Muñoz describió la situación económica de su negocio como crítica, ya que representa su única fuente de ingresos y la de un familiar que también depende de este. “Con la baja en las ventas debido a los apagones, volvimos a atrasarnos con los pagos de los créditos. Y, como los bancos no esperan ni un solo día, no hemos podido reabastecernos de mercadería. Es una cadena de pérdidas que no nos permite salir adelante, incluso ahora que los apagones ya terminaron”, lamentó.

“Está muy difícil la situación económica para los pequeños negocios, como el mío. Por eso es que pido a las autoridades que gobiernen mejor, que piensen en nosotros”, agregó Muñoz, visiblemente preocupada por el futuro de su bazar.

“Creo que la economía está un poco mejor después de haber superado los tres meses de apagones. En una sola palabra, le puedo decir que este año comienza con incertidumbre, porque no sabemos si los apagones van a repetirse o no. Además, la situación de inseguridad también afecta a la economía”, comentó Liliana Pinzón, propietaria de un salón de belleza en la zona de El Condado, en el norte de Quito.

Pinzón explicó que, aunque las operaciones de su negocio han comenzado a estabilizarse tras la crisis energética, el temor de que se repitan los cortes eléctricos y la creciente inseguridad generan preocupación entre sus clientes, lo que dificulta planificar con confianza. “Lo que necesitamos es estabilidad, tanto en el suministro de energía como en las calles, porque todo eso repercute en el movimiento de nuestros negocios”, enfatizó.

Josselyn Vega, quien junto a su esposo administra un local de venta de frutas provenientes de la Costa y del centro y sur del país, señaló: “Este año la economía no está empezando como quisiéramos, con una gran recuperación de las ventas, pero al menos ha mejorado un poco tras los apagones. Sin embargo, las ventas siguen bajas, principalmente por el ambiente de inseguridad, que no nos deja tranquilos”.

Vega destacó que, aunque los apagones ya no son un problema inmediato, sus efectos todavía se sienten en el negocio. “Las personas salen menos de sus casas y eso nos afecta, porque dependemos del flujo constante de clientes para mantenernos a flote”, comentó. Además, aseguró que el clima de inseguridad ha impactado tanto a los pequeños comerciantes como a los proveedores, quienes también enfrentan dificultades para movilizarse con normalidad en las vías que conectan las provincias de la Sierra y la Costa.

Joseló Rodríguez, propietario de un local de venta de pinturas y artículos de ferretería, señaló que su negocio ha logrado estabilizarse económicamente tras los apagones. “Las ventas han vuelto a estar como antes de los apagones. Ahora queda ver cómo se desempeña la economía en general, porque no todo tiene un efecto inmediato; a veces los resultados se sienten después de tres meses o más”, comentó.

Rodríguez aclaró que, aunque su negocio ha recuperado su ritmo, mantiene cierta cautela ante los posibles efectos rezagados de la crisis energética y otros factores económicos. “Siempre estamos pendientes de cómo evolucionan las cosas, porque en este tipo de negocios cualquier cambio en el costo de los materiales o en el poder adquisitivo de los clientes puede impactarnos directamente”, añadió.

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Juan Camilo Escobar
Juan Camilo Escobar
Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Central del Ecuador y Magíster en Periodismo Digital por la UDLA. Más de una década de experiencia cubriendo política local para Diario La Hora, también ha cubierto fuentes políticas, económicas y judiciales para Ecuadoradio, Radio Sonorama, Red Informativa Bolívar, Sistema Radial Colón y Corape.

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