Uno de los grandes problemas contra la lucha del SARS-CoV-2 es la vacunación desorganizada en Ecuador y en el resto del mundo. Mientras más se alarga el proceso de vacunación, más tiempo tiene el virus para mutar y comportarse de maneras diferentes. Esto podría provocar que las vacunas pierdan efectividad y alargar la lucha contra la pandemia.
¿Qué es una mutación?
Una mutación es un cambio en la secuencia genética del virus. En palabras simples: “es normal que cuando los virus se replican aparezcan mutaciones. Solo quedan las mutaciones que aseguran la supervivencia o ventaja del virus. Los cambios más importantes se dan en la proteína Spike”, explica Daniel Garzón, PhD en microbiología, médico y docente de la Universidad San Francisco de Quito. La proteína Spike se encuentra en la superficie del coronavirus y es la que establece el primer contacto y asegura la entrada del virus a la célula. Las nuevas variantes presentan mutaciones en dicha proteína, lo que las hace más transmisibles.
Estructura molecular SARS-CoV-2. Fuente:OMS
Para detectar las mutaciones es necesario determinar el genoma, es decir, el conjunto total de secuencias de ADN de un organismo. Esto se hace con la ayuda de nanotecnología para analizar el material genético. En el país, por el momento, se ha determinado la secuencia de ADN de 250 genomas, según Betzabe Tello, investigadora de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Este número es bajo, ya que es un proceso costoso. Garzón agrega que se deberían secuenciar más genomas de más variantes , ya que estas pueden tener implicaciones en la efectividad de las vacunas.
¿Qué ocurre con las variantes del SARS-CoV-2?
Con el paso del tiempo, los virus “evolucionan” a través de mutaciones. Según la OMS, en su reporte sobre las mutaciones y variantes del SARS-CoV-2, las variantes pueden afectar la transmisibilidad del virus, la gravedad de la enfermedad o la eficacia de las pruebas diagnósticas, los tratamientos y las vacunas.
Las variantes de Brasil y Sudáfrica presentan la mutación E484K en su proteína S, según el Laboratorio Nacional de Computación Científica (LNCC) de Brasil. Esta mutación también está presente en la variante británica y se ha demostrado que tiene una alta “evasión inmunológica”. Estas variantes se caracterizan por la mutación N501Y, la cual mejora la capacidad del virus para infectar la célula.
*Se hace referencia a las variantes con mayor incidencia en cada país y de las que hay registros oficiales por parte de la OPS.
Las variantes actuales más prevalentes en la región son las de Reino Unido, Sudáfrica y Brasil, según la OPS. Estas son las más preocupantes para la comunidad científica. “Estas variantes son hasta un 70 % más contagiosas y un 30% más mortales”, explica Paúl Cardenas, investigador del Instituto de Microbiología de la Universidad San Francisco de Quito.
En el Ecuador, se encuentran las variantes de Brasil, Reino Unido y Nueva York, las dos últimas han reportado más casos en la provincia del Guayas, según el Centro de Investigación de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo. Así mismo, se han identificado linajes provenientes de Europa.
Según Cardenas y Garzón, las variantes más peligrosas son las de Brasil y Reino Unido, pues son las que se han propagado más rápidamente en los países latinoamericanos. Es importante entender que debido a la falta de recursos, no se puede identificar qué otras variantes circulan por la región.
“Es necesario hacer más investigación. Se necesita más presupuesto para identificar las nuevas variantes y asegurar la inmunización. La vigilancia es necesaria y se necesita una inyección de fondos urgente para la investigación científica”, agrega Tello.
¿Cómo estas variantes influyen en la efectividad de las vacunas?
No todas las vacunas son efectivas para las nuevas variantes. Su transmisibilidad afecta la respuesta inmune generada por la vacuna. Se ha evidenciado que las vacunas existentes tienen una respuesta menor ante las nuevas variantes, de acuerdo con la Actualización epidemiológica: Variantes de SARS-CoV-2 en las Américas, de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Garzón concuerda con la OPS. “El problema sería que las proteínas Spike cambien tanto que las vacunas ya no sean efectivas. Sí se ha disminuido la efectividad de las vacunas”.
“Hay que ver qué variantes son las más prevalentes, es necesario identificar los cambios para incorporar eso en las vacunas”, explica Tello.
Según Eric Topol, genetista e investigador estadounidense, las farmacéuticas que han empezado a realizar estudios de fase 3 con las nuevas variantes han sido Johnson & Johnson y Novavax, las cuales han mostrado ser eficaces contra la variante británica.
¿Qué se puede hacer para lograr la inmunización?
“Las variaciones van a seguir apareciendo, solo se va a poder contener esto cuando se inmunice a toda la población, incluidos los niños. Así el virus se queda sin un nicho de reproducción”, dice Tello. Sin embargo, la vacunación no asegura en un 100 % la inmunización. “Se deben aplicar las medidas de forma simultánea y efectiva. Todas las medidas de bioseguridad deben mantenerse con vacunas o no”, agrega.
¿Qué pasará en el futuro?
“Cada vez invadimos más zonas naturales, donde estamos en contacto con animales silvestres y podemos tener este salto de virus hacia los humanos. El coronavirus fue la tormenta perfecta. Hay altas probabilidades de que esto pueda ocurrir de nuevo”, enfatiza Cárdenas.
Los brotes de nuevos virus como la COVID-19 tienen un origen probablemente zoonótico. Esto quiere decir que existen ciertas especies animales que son reservorios de virus que pueden transmitirse a la especie humana y generar lo que hoy vivimos, una pandemia.
Este reportaje fue realizado por Victoria Velasco y Alejandra Larrea, estudiantes de periodismo de la Universidad San Francisco de Quito.