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El medio argentino, El Clarín reportó que en la región norte de Bolivia, en Potosí circulan audios, la mayoría en el idioma quechua, en los que dicen que aquellas personas que se vacunen contra la COVID-19 se transformarán en hombres lobo. La información de los audios es falsa.
La diputada indígena, Toribia Lero explicó a la agencia internacional, Efe Verifica que la llamaron para que ella sea la responsable en preguntar esta información “ahí me pasaron audios con distintas voces de hombres, de mujeres también y ahí están alertando que hay hombre lobo. Otros ya empiezan a relacionar dicen posiblemente dice que sea porque la gente se ha vacunado dos veces y les está causando eso. Pero no es así” señaló Lero.
Varios medios de comunicación como El Comercio, reportan que el viceministro de Comunicación de Bolivia desmintió dicha información, sobre las vacunas, difundidas por WhatsApp, mediante un boletín de prensa.
Al buscar en redes sociales, se encontró una fotografía de Joseph-Rob Cobasky, en su red social Facebook, en donde se muestra a un lobo con la mandíbula llena de sangre. Cobasky es un artista estadounidense de efectos especiales. Sin embargo, su trabajo ha sido utilizado como un elemento para la desinformación alrededor de las vacunas en Bolivia.
Enrique Terán, epidemiólogo y docente de medicina de la Universidad San Francisco de Quito, asegura que el convertirse en hombres lobo por la vacuna es imposible simplemente porque “no existe dicha especie”. Además, aseguró que las vacunas no tienen la «capacidad de generar una transformación en los seres humanos”.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es importante recordar que las vacunas son una herramienta esencial para inmunizar a la población mundial en contra de la COVID-19.
Terán señala que hay que “reflexionar sobre la campaña de desprestigio y de miedo excesivo” respecto a las vacunas porque estas han ayudado con enfermedades a lo largo de los años.
Christian Terán, médico internista, explica que las cadenas de desinformación tienden a expandirse más rápido a través de las redes sociales, “La población ecuatoriana tiende a compartir información sin contenido científico o verificado, se basan más en fotos y en lo que sus allegados comentan”. enfatizó Terán.
El galeno recomienda a la ciudadanía buscar información en medios de comunicación confiables o en las plataformas habilitadas del gobierno, así ayudarán a combatir la ola de desinformación y las dudas en torno a la vacunación se reducirán.
¿Cuáles son los efectos secundarios más comunes luego de colocarse la primera dosis de una vacuna contra la COVID-19?
La OMS indica que pueden ocurrir algunos efectos secundarios normales, luego de la inmunización. Estos efectos son: dolor en el lugar de inyección, fiebre, cansancio, cefaleas (intenso dolor de cabeza), mialgias (dolor muscular), escalofríos y diarrea.
“Tras vacunarse, algunas personas presentan síntomas de leves a moderados que se deben a que su sistema inmunitario está haciendo que su organismo reaccione de una determinada manera, por ejemplo, aumentando la circulación de la sangre para que se distribuyan más células inmunitarias y aumentando la temperatura corporal para matar más fácilmente a los virus” explica la OMS.
De acuerdo con esta entidad los efectos leves a moderados como fiebre o dolores musculares son normales y no deben causar temor en la población. “(Estos efectos) indican que el sistema inmunitario está respondiendo a la vacuna o, más concretamente, al antígeno (…) y se está preparando para luchar contra el virus”, recalca la organización.
Desde que el mundo inició con la producción de vacunas contra la COVID-19 han surgido varias teorías falsas alrededor de la inoculación. El epidemiólogo Enrique Terán enfatizó que «no hay vacuna mejor que otra, no existen vacunas buenas y malas”.
*Esta verificación fue realizada junto con Antonia Crespo y Amanda Galarza, estudiantes de periodismo de la Universidad San Francisco de Quito.