Aunque esta práctica, lamentablemente es constante, en periodos electorales y de crisis se acentúa. Participación Ciudadana ha registrado más de 14.000 tuits discriminatorios contra mujeres desde el 2019. Esto es una barrera para el acceso a espacios de liderazgo y poder. 

POR: Paola Simbaña Ramos

Participación Ciudadana emitió un reporte con el que detalla la violencia política —en el entorno digital— contra las mujeres que se desempeñan en cargos importantes. En este estudio se recogen cifras desde el 2019 hasta junio de este año. Para ello se monitoreó, a través de sus cuentas de Twitter, a mujeres que fueron víctimas de violencia con imágenes, expresiones o frases. En total, se contabilizaron 14.444 tuits discriminatorios en casi cuatro años.

El estudio señala varias expresiones que son utilizadas en la red social contra distintas mujeres y que son consideradas como violencia de género o violencia política. Una de las expresiones que más se repitió en contra de las mujeres fue: corrupta, con 1.078 repeticiones, y sinvergüenza, con 1.010 repeticiones.

La violencia política contra las mujeres es una barrera para el acceso y permanencia en espacios de liderazgos, representación y toma de decisiones, de acuerdo con ONU Mujeres. Este tipo de violencia puede incluir violencia física, sexual, psicológica, moral, económica o simbólica y menciona que los estereotipos de género pueden afectar el derecho a una vida libre violencia y el derecho a participar en asuntos políticos y públicos en igualdad de condiciones con hombres. 

En el 2019, según la Encuesta Nacional sobre Relaciones Familiares y Violencia de Género contra las Mujeres, 65 de cada 100 mujeres en el país han experimentado alguna vez un tipo de violencia en distintos ámbitos

Análisis

Alison Vásconez, especialista de programas en ONU Mujeres señala que la violencia contra las mujeres en la política y en los espacios públicos es una de las expresiones más extremas de las desigualdades y de la discriminación que existe en las sociedades hacia las mujeres.

“En el caso de la política, específicamente, es que mientras más mujeres están en la política en los cargos de decisión pública, mientras están participando en estos espacios públicos que han sido tradicionales de los varones hay mayor violencia. Esto tiene que ver con una cultura, en general machista, pero también con un sistema que asigna a las mujeres un rol más motivado, más secundario en la toma de decisión y un liderazgo mayoritariamente masculino”, recalca.

Vásconez menciona que las mujeres en la política representan un desafío a estos mecanismos de poder y eso es lo que ocasiona la violencia y que se ha visto un incremento de esa violencia en períodos electorales, como el que vivimos ahora.

De acuerdo con el reporte de Participación Ciudadana, se han registrado más tuits violentos en épocas de crisis o de las etapas electorales. El reporte enumera que, en diciembre del 2019, fecha en la que se inició el monitoreo, fueron 16 actoras atacadas y se registraron un total de 448 tuits violentos. Sin embargo, en marzo de 2020, cuando comenzó la pandemia en el país el número de ese tipo de contenido se elevó a 728 y fueron 20 actoras atacadas.

En enero y febrero del 2021 se registraron 209 y 346 tuits violentos, respectivamente contra 16 mujeres en enero y 17 en febrero. Estas fechas coinciden cuando Ecuador se encontraba en plena campaña electoral con miras a las elecciones presidenciales.

Tiempos

Un incremento de esos tuits violentos contra mujeres se da en septiembre del 2021, con un registro de 344 contenidos de este tipo, en las que fueron atacadas 22 mujeres. Esta fecha coincide con las masacres que se registraron en las cárceles del país. Y a inicios de este año, en enero, fueron 23 actoras atacadas, con 773 tuits y en febrero fueron atacadas 31 mujeres, con 837 tuits. Durante esos meses, Ecuador se encontraba en el desarrollo de las elecciones seccionales, en donde se eligieron las autoridades de cada cantón y provincia.

El estudio de Violencia política contra las mujeres en Ecuador, de ONU Mujeres, señala que el costo-beneficio que tiene la participación política en la vida de las mujeres es muy alto y excepcionalmente se compensa con beneficios.

“Los costos detallados son los siguientes: daño moral, pérdida de autonomía y libertad, pérdida de salud, pérdidas económicas; y, principalmente, pérdidas en sus relaciones de pareja y con sus hijos”, detalla el documento.

Para Vásconez, los índices de violencia política contra la mujer tienen que ver con una sociedad discriminatoria que otorga los liderazgos más hacia los varones y, consecuencia de ello, se da que los hombres han estado mayoritariamente en el poder. Pero, además, dice que estos elementos hacen que en las sociedades se ataque a las mujeres por su condición de ser mujeres, pero que también existe un rechazo social en contra de que participen en iguales condiciones que los varones, porque desde las sociedades se ha asignado un rol para las mujeres, como el rol de la familia.

En el reporte también se establece que el 41,55% de agresiones que han recibido las mujeres tiene que ver con violencia política desvalorizante al rol de la mujer, el 29,61% con relación a violencia política orientada a la cosificación de la mujer, 12,6% por violencia política por rol de género, el 9,89% con violencia política referida a la apariencia, el 3,97% violencia política gráfica, el 2,01% violencia política por etnia y el 0,38% violencia política por clase social.

Trasciende lo digital

La socióloga Verónica Moya afirma que la violencia contra la mujer se expresa más allá de las redes sociales, pero que éstas son la expresión de lo que es “nuestra sociedad machista y patriarcal, que sigue pensando que quienes pueden ejercer ciertos roles, como el rol de ejercer la política, son los hombres”.

La violencia política existe contra la mujer, detalla Moya y que hay violencia en el espacio familiar o en el espacio público. Pero la diferencia con la violencia política es que se la hace a mujeres que ocupan cargos de elección popular, puestos políticos o tienen un rol en donde los ejercicios de poder son importantes.

Por ejemplo, el 9 de mayo, Fundamedios recogió que las agresiones misóginas son un “monstruo” que acecha la participación de mujeres. Esto, debido a un hilo en Twitter que fue publicado por María Sol Borja, editora política de GK, en el que recopiló alrededor de ocho agresiones contra ella en diferentes fechas en esa red social, tanto por su profesión como por sus relaciones familiares y de amistad.

Esa oenegé también informó que desde enero del 2022 hasta marzo del 2023 se habían registrado 90 agresiones contra periodistas mujeres a causa de su género. Y durante los 18 días del paro nacional de junio del 2022, se reportaron 42 alertas.

Hace varios días, Manuela Picq, pareja del candidato presidencial Yaku Pérez, dijo a Ecuador Chequea que la Organización de Estados Americanos (OEA) hizo un llamado al país por considerar a las elecciones seccionales como el más violento de la historia.

“Mujeres viviendo violencia política, 17 atentados contra la vida a candidatos y 2 ellos lamentablemente asesinados. Y la alta inversión en troll centers y cuentas falsas”, recalcó. También mencionó que 4 de cada 10 mujeres en Ecuador viven violencia política.

“Hago un llamado a una campaña honesta y transparente, que es lo que necesita el país”, enfatizó Picq, debido a unas fotografías que circularon en redes sociales a lo que denominó como una campaña sucia que ha circulado en su contra desde el 2021.

Moya destaca que hay que seguir trabajando desde los temas culturales; es decir, que desde los espacios familiares se cambien las maneras de crianza y que hace falta trabajar en la información ciudadana para lograr contrarrestar la violencia política contra la mujer y eliminar los roles que se han establecido por la sociedad.