La inseguridad, los apagones y el estar a las puertas de las elecciones fueron los temas que marcaron la desinformación en este año. El 82% de los contenidos que verificamos este año correspondió a desinformación. Que este 2025 nos encuentre con más armas para no caer en el engaño.
POR: Paola Simbaña Ramos
La creciente ola de violencia en el país, la inseguridad, la crisis eléctrica, el panorama electoral, las manifestaciones y el aumento de impuestos marcaron este 2024. Sin embargo, como una sombra que no se despegó de esta realidad, Ecuador vivió también un año marcado por la desinformación. Esta sombra se convirtió en protagonista de las conversaciones diarias de usuarios en redes sociales. Y es que, en medio de cada crisis, la desinformación espera pacientemente el momento preciso para salir al ataque y enredar en su trampa.
A los 8 días de empezar este 2024, los ecuatorianos se quedaron pasmados al ser testigos de la toma armada a TC Televisión en una transmisión en vivo. Y es que la crisis de inseguridad por la que atraviesa Ecuador no sólo dejó una profunda huella en los ciudadanos, sino que la desinformación sobre este tema se abrió paso con gran fuerza, cuando a días del ataque y hasta finalizar este año se ha dicho falsamente en redes sociales que lo ocurrido ha sido un montaje. En medio de estos escenarios, las redes sociales se convirtieron en el espacio perfecto para la viralización de todo tipo de contenidos sobre el tema —y otros que eran alarmantes—. Abordaban las cifras de homicidios en el país, por ejemplo; en publicaciones se aseguraba engañosamente que Ecuador es el país más violento del mundo. Estos posts generaron diferentes reacciones en los usuarios, muchos en sus comentarios demostraban su preocupación.
En medio de esta situación, el aumento del IVA al 15% por el conflicto armado interno, también puso a andar a la desinformación. Pues, se atribuyeron falsas declaraciones a ministros o se dijo que el aumento no sólo sería del 15%, sino del 16%.
En medio de todo lo que ha vivido el país, algunas manifestaciones se han dado, pero estas han sido presentadas como que se han dado falsos paros nacionales. En este sentido, cabe recordar que las manifestaciones son movilizaciones sociales y no implica una paralización de actividades. Pese a ser un año con varios temas de interés ciudadano, se abrió la puerta a las elecciones de 2025. Sobre estas, un sinnúmero de contenidos circularon. Desde agosto, el contenido electoral no ha parado: desde sacar el pasado de los candidatos hasta atribuir las candidaturas de distintas figuras a los diferentes partidos políticos fueron los temas que más se viralizaron. Frente a todos estos escenarios, se sumó el más grave, la crisis eléctrica que enfrenta el país y que dejó a millones de ecuatorianos en la oscuridad con apagones recurrentes. Y es que la desinformación se aprovecha de estos momentos para proliferar. Desde el 18 de septiembre se agudizaron los cortes de luz y desde entonces, se ha dicho que iba a haber un alza de tarifa eléctrica o que la crisis ha sido autoinducida, o que el presidente, Daniel Noboa, habría dicho que destruirá las termoeléctricas y por eso ahora tenemos esta crisis. Todos esos contenidos fueron calificados como falsos.
De acuerdo con el Foro Económico Mundial, la desinformación es una amenaza para el ecosistema de confianza. “La desinformación se considera el principal riesgo mundial en los próximos dos años, y el quinto riesgo mundial en los próximos diez años”, destaca la entidad. Para enfrentar este fenómeno, en medio de lo que este año ha vivido el país, Ecuador Chequea hizo un total de 659 verificaciones de contenidos que circulan en redes sociales. De estos posts, 373 fueron calificados como falsos, 141 como engañosos, 29 como imprecisos, 23 como inverificables, 90 ciertos y 3 fueron calificados como sátira. Eso significa que el 82,39% correspondió a desinformación. Pero, además, este medio también realizó 11 verificaciones exprés, es decir, contenido que se viraliza rápidamente en medio de la coyuntura, y todas estas publicaciones fueron catalogadas como falsas.
Además, se verificaron 11 afirmaciones de discurso público, es decir frases o datos entregados por algún político o funcionario, de los cuales 4 fueron engañosos, 2 inverificables, 3 imprecisos y 2 ciertos.
Para evitar caer en este engaño, expertos han recomendado cuestionar los contenidos que se ven en redes sociales y preguntarse, ¿en qué contexto sale dicho post? Además, aconsejan preguntarse quién publica lo que se dice y, sobre todo, fijarse en las emociones que un contenido de estos le produce, ya que la desinformación apela a la emotividad para lograr viralizar su contenido. Por ello, hay que estar atentos a lo que se consume a través de redes sociales, sobre todo, en circunstancias complicadas como las que ha vivido el país.