La incursión a la Embajada de México y la detención del exvicepresidente reconfiguran las alianzas legislativas. Se desató una tensión entre dos comisiones por tratar el tema, una dominada por el correísmo y otra por el oficialismo.
La Asamblea retomará mañana sus actividades regulares en un ambiente político-legislativo muy diferente al que dejó hace 15 días, cuando salió de receso. La detención del exvicepresidente Jorge Glas, sentenciado por corrupción, desde la Embajada de México, donde se había refugiado para evadir la justicia, hizo que el correísmo rompiera la alianza legislativa que mantenía con el Gobierno de Daniel Noboa y el bloque oficialista de ADN.
La asambleísta correísta Jhajaira Urresta asegura que ser oposición a Noboa es una decisión tomada y que incluso se inscribirán así en el Consejo Nacional Electoral (CNE). “Iniciamos el firme compromiso de ser oposición al Gobierno central, de manera jurídica, ya que nos asiste el voto popular”, indicó la legisladora.
Serán 51 votos menos, lo que obligará a una reconfiguración de fuerzas en el interior del Parlamento. Inés Alarcón, asambleísta del oficialismo, asegura que en este periodo se han dado mayorías móviles y que incluso en determinadas leyes, como la de Turismo, no necesitaron los votos correístas para aprobarla, por lo que confía mantener esa tendencia a través del diálogo con otras bancadas. “Siempre hemos tenido alianzas puntuales, mayorías móviles. La bancada de ADN siempre se ha destacado por apoyar proyectos de ley que vayan en beneficio de los ecuatorianos”, dijo Alarcón. Sin embargo, aún confía en que el correísmo apoye iniciativas legislativas si en realidad trabaja por los intereses de la ciudadanía y no solo por intereses particulares.
“Este segundo periodo arranca con una novedad: el rompimiento de la alianza inicial por la posición del correísmo luego del incidente de la embajada de México. Eso está claro y el Gobierno deberá buscar aliados en el resto de bancadas”, es el criterio del asambleísta independiente Rafael Dávila. El legislador considera que el Gobierno cometió un error al haberse “hipotecado” al correísmo, entregándole presidencias de comisiones y que hoy eso le está pasando factura. “Está claro que al correísmo le duele que sus delincuentes sean perseguidos. Para el correísmo, si el que robó es su aliado, le debe proteger y no enfrentar la Justicia ni las sanciones por esos delitos, por lo que hoy se siente afectado, ya que Glas ha sido apresado”, dijo Dávila.
El primer round
Este nuevo ambiente de confrontación legislativa entre el correísmo y el oficialismo ya se siente, aun antes de reiniciarse las actividades y tendrá mañana su capítulo aparte en las comisiones de Fiscalización y de Relaciones Internacionales, que han entrado en disputa por la investigación de lo sucedido en la Embajada de México y la detención de Glas. Para responder por el mismo tema están llamados a comparecer a las dos comisiones, en distintos horarios, con una hora y 20 minutos de diferencia, la canciller, Gabriela Sommerfeld, y los ministros del Interior, Mónica Palencia, y de Defensa, Gian Carlo Loffredo.
Cuatro de los nueve miembros de la Comisión de Fiscalización son correístas e incluso Pamela Aguirre, de esa agrupación, la preside. La convocatoria inicial para las comparecencias estaba prevista para las 08:30.
Sin embargo, la Comisión de Relaciones Internacionales, cuyo presidente es el oficialista Jonathan Parra, se había anticipado y convocó a los mismos funcionarios para las 08:20. Esto generó que Fiscalización modificara su convocatoria y la programó para las 07:00 “con el fin de evitar que cualquier acción torpedee la facultad fiscalizadora de esta Comisión”, según un boletín de prensa de esta Mesa legislativa. En el texto también se solicita a los asambleístas que respeten la Ley de la Función Legislativa y que no realicen argucias procedimentales “que abonen el ambiente de irrespeto a las normas nacionales e internacionales”.
Para Jorge Peñafiel (Construye), una doble convocatoria a los mismos funcionarios sobre un mismo hecho sólo demuestra que es una herramienta de estrategia política donde cada grupo quiere imponer su tesis y línea de investigación.
A largo plazo
El correísmo también impulsa el juicio político en contra de Sommerfeld y de Palencia, cuyas solicitudes fueron presentadas el domingo. Ese día también se presentaron tres solicitudes más de juicio político contra exfuncionarios del Gobierno de Guillermo Lasso. En estos casos los proponentes son dos legisladoras oficialistas y una independiente.
Con cinco solicitudes nuevas de juicio político, de ser calificadas todas por el Consejo de Administración Legislativa, las primeras interpelaciones serían las presentadas por el oficialismo, que se adelantó por minutos a las del correísmo. El objetivo sería precisamente ese, dilatar los procesos en contra de los ministros de Noboa.
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