Cuenta la historia que el 5 de septiembre de 1782, Bartolina Sisa murió asesinada por las fuerzas realistas durante la rebelión anticolonial de Túpac Katari, en el alto del Perú. Desde 1983, se conmemora esta fecha en honor a las mujeres portadoras de la herencia cultural de los pueblos; y por aquellas que murieron en la lucha contra la violencia y crímenes.
El Día Internacional de la Mujer Indígena busca rememorar la lucha de líderes de la resistencia, pertenecientes a los pueblos indígenas del mundo. Bartolina Sisa, heroína sudamericana, nació en Cuzco, Perú el 24 de agosto de 1753. Se dedicaba a tejer y era hiladora, sus padres la entrenaron como comerciante. Se casó con Tupak Katari, quien era del mismo Ayllu (comunidad) de Bartolina, cercana a la región de Sica Sica.
El rol de la mujer indígena en su pueblo y en el contexto de la pandemia
Existen alrededor de 30 millones de mujeres indígenas en Latinoamérica, según el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC). A escala mundial, aproximadamente son 185 millones de mujeres indígenas, pertenecientes a más de 5.000 pueblos diferentes (FAO).
Las mujeres han fomentado el proceso histórico de lucha, sus demandas parten de lo colectivo, del derecho de los pueblos; portadoras de conocimientos y saberes para la continuidad y pervivencia de la cultura y lengua.
Ellas enfrentan una violencia estructural enraizada al interior de las familias, enfrentadas a la triple discriminación: por género, por la condición de indígenas y el nivel de pobreza. A esto se suma una brecha en el acceso a la educación y la participación en los ámbitos socio políticos.
Esto ocurre a pesar de que, en el caso de las niñas indígenas de 6 a 11 años, el aumento en la asistencia escolar es muy significativo entre el año 2000 y 2010, superior al 90% en el caso de Ecuador.
En cuanto al uso del idioma, las niñas y jóvenes indígenas de 5 a 19 años que residen en territorios indígenas, 63,7% habla su idioma, mientras que entre aquellas que están fuera del territorio apenas un 15,5% lo hace.
Para enfrentar la adversidad que la pandemia genera, ellas se organizan. Dali Angel, del pueblo Zapoteco (México), coodinadora de Juventud y Mujeres del FILAC, explicó a Ecuador Chequea que esta fecha reivindica los derechos y recuerda los desafíos que enfrentan las indígenas. En el marco de la emergencia sanitaria, “han jugado un papel importante en la seguridad alimentaria, hemos tomado acciones como el rescate de alimentos tradicionales para el fortalecimiento del sistema inmune”. Participan a escala comunitaria para garantizar una alimentación saludable y producir de forma sustentable en sus territorios.
Otro de los aportes que ha podido identificar el Observatorio de los Pueblos Indígenas de América Latina es su aporte en la salud. En el caso de las parteras, en los sectores rurales dan acompañamiento a las mujeres durante el embarazo y atienden los alumbramientos.
La coordinadora de la juventud enfatizó que en la crisis la capacidad de adaptarse y reinventarse usando los conocimientos tradicionales ha sido esencial. Otro ejemplo es la innovación en las técnicas textiles para adaptarlas a las necesidades de la pandemia “hemos visto algunas acciones como elaborar barbijos; activando la economía a través del uso de los conocimientos tradicionales y el uso de las nuevas tecnología”.
Por otro lado, se promueven acciones en las políticas y programas, liderados por mujeres indígenas, para comunicar medidas de prevención en las lenguas ancestrales y prevenir el contagio de COVID-19 en las comunidades.
