Hasta el momento, las encuestas reflejan un dominio abrumador de dos candidatos por sobre los demás: Daniel Noboa y Luisa González. Esto se traduce una vez más, según analistas, en la lucha entre correísmo y anticorreísmo. ¿Se confirmará esto en las urnas?
POR: Juan Camilo Escobar
La polarización, definida por el diccionario como la acción de “orientar en dos direcciones contrapuestas”, toma protagonismo en Ecuador a pocos días de las elecciones presidenciales.
De los 16 candidatos que buscan la presidencia, sólo dos —el presidente-candidato, Daniel Noboa, de Acción Democrática Nacional (ADN), y Luisa González, representante del correísmo— tienen posibilidades en esta elección, según las encuestas publicadas hasta ahora.
Algunos expertos señalan que, aunque las dos opciones electorales favoritas son contrapuestas entre sí, no han logrado dividir profundamente a la sociedad ecuatoriana entre correístas y anticorreístas. Quienes defienden la tesis de la polarización argumentan que gran parte de la vida política del país, tras una década de correísmo en el poder (2007-2017), se ha estructurado en torno a la búsqueda de una opción diferente, primero con Guillermo Lasso (2021-2023) y luego con Noboa.
En un punto intermedio entre ambas posturas, otros analistas sostienen que existe una “polarización estratégica” durante las épocas electorales, pero que la sociedad ecuatoriana no ha llegado a polarizarse en su vida cotidiana.
Simón Pachano, catedrático de ciencias políticas, opina que Ecuador sí enfrenta una polarización, la cual se caracteriza por la dificultad de los actores políticos para presentar una «tercera opción» entre el correísmo y el anticorreísmo.
Según Pachano, en la política ecuatoriana sigue predominando lo que él llama el «cribaje correísmo-anticorreísmo», y no existe en esta elección una alternativa que logre romper esa dinámica.
En esta elección, según Pachano, el presidente Noboa representa el anticorreísmo, pero bien podría ser otra persona. Sin embargo, este posible cambio no rompería la polarización, sino que simplemente cambiaría la figura, manteniendo la división entre los dos polos principales.
La única manera de salir de esta polarización, apunta Pachano, sería con el tiempo o si surgen otras opciones que rompan con ella mediante propuestas claras y partidos organizados. «Es difícil que esto se rompa y, posiblemente, si el correísmo no obtuviera una votación significativa en estas elecciones, que no sólo le hiciera perder la presidencia, sino que también redujera su presencia legislativa, la polarización podría disminuir», apuntó Pachano.
EN EL MEDIO
César Febres Cordero, también catedrático de ciencias políticas y Derecho Constitucional, resalta que la polarización política en Ecuador ha sido evidente en la división entre quienes apoyan al correísmo y quienes lo rechazan. «Las encuestas de preferencias electorales muestran cómo representantes de ambos bandos, precisamente, han llegado a las segundas vueltas electorales», dice.
Febres Cordero comentó que, «si algunas de las principales encuestas indican que la mayoría de los ecuatorianos no se identifican ni con el correísmo ni con el anticorreísmo, es porque la clase política ha optado por comunicar en esos términos». Agregó que, en el contexto de esta elección, «el presidente Noboa, después del asalto a la Embajada mexicana el 5 de abril de 2024, adoptó un lenguaje anticorreísta, ya que no le conviene que surja una ‘tercera vía’ fuera del marco de correísmo y anticorreísmo».
También destacó que, de manera similar, «al correísmo le ha convenido posicionarse como la única oposición viable al gobierno, por lo que ambos han tratado de enfocar el debate en torno a estos dos polos: correísmo y anticorreísmo».
Febres Cordero subrayó que «sí hay una polarización construida por los candidatos» y agregó que «para suerte del presidente-candidato, la única figura que sobresalió en el debate, Andrea González Nader, adoptó también una postura anticorreísta, lo que no logró dislocar al presidente anticorreísta, quien ha dado golpes duros al correísmo, como el encarcelamiento de Jorge Glas o la capacidad de utilizar el poder y la propaganda del Estado para mostrarse como anticorreísta».
No tan convencido
Giuseppe Cabrera, catedrático en ciencias políticas y Derecho Constitucional, no cree que Ecuador enfrente una polarización de cara a las elecciones presidenciales de febrero, debido a los electores indecisos, que podrían impulsar a la segunda vuelta a uno de los 16 candidatos que no figuran en los primeros lugares de las encuestas.
“El número de indecisos aún es muy alto, por lo tanto, no podemos hablar de un país dividido entre noboistas y correístas. También existen partidos de centroizquierda, de centroderecha, y una suma de identidades, no sólo dos identidades irreconciliables”, comentó Cabrera.
Agregó: “No creo que haya un escenario de polarización, porque, aunque Noboa tiene una base anticorreísta, las elecciones van más allá del anticorreísmo. Durante 10 años, Guillermo Lasso fue el abanderado del anticorreísmo y su mejor desempeño no superó los 23 puntos. Daniel Noboa, según las encuestas actuales, podría obtener más que eso”.
Cabrera advirtió que sería ingenuo pensar que Noboa podría ganar sólo por el hecho de ser anticorreísta. “En estas elecciones hay algo más, relacionado con la seguridad, un tema que iba a disputar Topic, pero él no está en esta contienda”.
El catedrático también reflexionó sobre lo que se está viviendo como un retroceso de la Revolución Ciudadana, cuyas causas deben ser analizadas. «Tal vez se trate del desgaste con el tiempo, o que Noboa haya logrado llegar a espacios a los que Guillermo Lasso, representante del anticorreísmo, nunca pudo llegar: al electorado empobrecido de la Costa, que históricamente votó por el Prian, luego por Correa y antes por Concentración de Fuerzas Populares», concluyó.
EL CONTEXTO
Ambos aspirantes, considerados los favoritos para disputar una eventual segunda vuelta, participaron en el debate obligatorio del domingo 19. Sin embargo, no coincidieron en el escenario, ya que los 16 candidatos fueron divididos en dos grupos de ocho.
De acuerdo con el Centro de Investigaciones y Estudios Especializados (Centroinvest), una de las encuestadoras autorizadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE), el debate del domingo llevó al 22% de los encuestados a cambiar su intención de voto, mientras que el 78% mantuvo su decisión previa.
El sondeo también señaló a Noboa como el ganador del debate, con un 35% de apoyo, seguido por González, con un 28%. Andrea González obtuvo un 19%, mientras que Pedro Granja 7% y Jorge Escala registró 2%.
Comunicaliza, dirigida por el consultor Álvaro Marchante, situó la indecisión en 13,9% el 15 de enero.
LAS ECUESTADORAS APROBADAS
El Consejo Nacional Electoral (CNE) autorizó a dos personas naturales y cinco empresas para realizar pronósticos electorales, que podrán publicarse hasta 10 días antes de la jornada electoral. Según el CNE, las entidades habilitadas incluyen Negestra, Clima Social, Servicios Telcodata, el Centro de Estudios y Datos (Cedatos), el Centro de Investigaciones y Estudios Especializados y los consultores Álvaro Marchante Carrero y Petro Alberto Cango.
En ocasiones anteriores, tanto a nivel nacional como internacional, se han registrado discrepancias significativas entre los sondeos previos y los resultados oficiales. Por ello, el CNE ha recordado que ni las encuestas ni los sondeos a boca de urna deben interpretarse como datos oficiales.
Las empresas encuestadoras enfrentan un riesgo importante: su credibilidad. La confianza de la ciudadanía en sus encuestas depende de que los resultados sean producto de un trabajo técnico riguroso y reflejen con precisión la realidad del 9 de febrero.
Los estrategas de campaña, por su parte, suelen recurrir a las encuestas como una herramienta para influir en la percepción pública y posicionar a sus candidatos.
En cualquier caso, las elecciones presidenciales están programadas para el domingo 9 de febrero. Si ningún candidato alcanza al menos el 50% de los votos o el 40% con una ventaja de al menos 10 puntos porcentuales sobre el segundo lugar, se llevará a cabo una segunda vuelta el domingo 13 de abril entre los dos postulantes más votados.
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