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viernes, diciembre 5, 2025
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La pesca ilegal navega silenciosa por los mares ecuatorianos

Aunque sabemos muy poco de ella, es la tercera actividad ilícita más lucrativa del mundo. Por eso, sus redes están presentes, e incluso burlan la ley para seguir creciendo.

Después del narcotráfico y del tráfico de armas, la pesca ilegal es la tercera actividad ilícita mejor cotizada del mundo. Millones de toneladas de recursos marinos, como los peces, son capturadas ilegalmente. La pesca ilegal se ha convertido en una amenaza por varias razones. Por ejemplo, cientos de especies cuyas poblaciones están en estado crítico son afectadas por esta actividad ilícita. Luego, la sobreexplotación de los recursos pesqueros se convierte en un problema económico para los pescadores que sí cumplen con las normas. Pero la pesca ilegal no es el único problema, la pesca no declarada y la no reglamentada también amenazan a las especies y a la pesca sustentable.

En Ecuador, la mirada hacia cómo las pesquerías manejan los recursos se ha vuelto popular desde que, en el 2017, una embarcación china fue detenida dentro de la Reserva Marina de Galápagos. El Fu Yuan Yu Leng, un freezer, es decir, un barco que no pesca sino que almacena los productos pesqueros –algo así como un gran refrigerador– ingresó a la reserva. En su interior se encontraron al menos 500 toneladas de pescados. Entre ellos, algunas especies protegidas, como el tiburón martillo.

Es justamente el tiburón y sus productos derivados, como aletas, los que llaman la atención de los comerciantes de pescado, sobre todo de los mercados asiáticos, donde un plato de sopa de aleta de tiburón puede costar entre 100 y 200 dólares. 

Con estos antecedentes, en Ecuador, las actividades ilícitas alrededor de la pesca, especialmente aquella relacionada con el tiburón, se han colocado en el debate público. Aquí te presentamos tres claves para entender el extenso y complejo mundo de la pesca como actividad ilícita.

 

  • Pesca ilegal, no declarada y no reglamentada

La pesca no siempre es ilegal, a veces es solo no declarada o no reglamentada; o, en ocasiones, una combinación de dos o de estas tres categorías. Entonces, para adentrarse en el mundo de la pesca, es necesario diferenciar estas denominaciones que, aunque sus definiciones parezcan obvias, pueden causar confusión.

La pesca ilegal se refiere a todas las actividades pesqueras que no cumplen con las “reglas” establecidas en la normativa de los países donde se ejerce dicha actividad. Una forma de pesca ilegal podría ser el uso de artes de pesca (métodos utilizados en la captura) no permitidas, pescar por encima de la cuota establecida, pescar especies cuya extracción es prohibida o pescar en áreas no permitidas –como en la reserva marina de Galápagos, por ejemplo. 

Cada país tiene distintas leyes que norman la pesca en sus mares, también existen convenciones internacionales que reglamentan la pesca –como la Convención que creó la Comisión Interamericana del Atún Tropical, de la que Ecuador es miembro. Sin embargo, cuando las flotas están en alta mar –casi siempre– no hay “ni ley ni orden”. Por eso, cuando las flotas extranjeras –principalmente chinas– pescan fuera de la jurisdicción de Ecuador, en aguas internacionales, en primera instancia no están cometiendo ninguna ilegalidad.

Hay dos categorías más que se deben explicar: la pesca no declarada y la no reglamentada. La primera se refiere a las actividades pesqueras que no han sido reportadas o a los datos inexactos que los pescadores proporcionan sobre sus cargas a las autoridades de control. La pesca en aguas internacionales entra en la categoría de “no declarada”. Por ejemplo, en el caso ecuatoriano, no se sabe cuánto ni qué especies pescan las flotas extranjeras que año a año se sitúan al sur de las Galápagos. La pesca no declarada es peligrosa porque evita tener datos confiables que permitan la elaboración de políticas públicas para la protección de especies en situación de vulnerabilidad o peligro, o para la pesca sustentable.

La pesca no reglamentada, en cambio, se trata de las actividades pesqueras que no están normadas para ciertas especies. En el país, el porcentaje de incidentalidad de captura de tiburones no está reglamentado, por lo que este tipo de pesca entraría en esta categoría. 

 

  • Los tiburones –y las rayas– entre los favoritos

El oscuro mercado de carne de tiburón y raya mueve millones de dólares a nivel mundial. Un nuevo estudio publicado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) estima que este negocio está valorado en 2.600 millones de dólares. De acuerdo con el estudio, algunas de las principales rutas exportadoras incluyen a seis países de Latinoamérica.

Ecuador, Uruguay, Perú, Panamá, Argentina y Brasil son exportadores e importadores de toneladas de carne de tiburón y raya. Según el informe de WWF, los mercados de estos animales se encuentran principalmente en Europa y Asia. Aunque las aletas del tiburón suelen ser mucho más caras que su carne, y el comercio mundial de aletas de tiburón ha recibido más atención hasta ahora, según el Fondo Mundial para la Naturaleza, el comercio mundial de carne de tiburón y raya es, en realidad, mayor que el comercio de aleta de tiburón, tanto en cantidad como en valor.

Actualmente, el 36% de los más de 1.200 tiburones y rayas conocidos están en riesgo de extinción. Sin embargo, la sobrepesca de estos animales no se ha detenido. Por esta razón, los tiburones y las rayas están en crisis en todo el mundo. Cada año mueren hasta 100 millones de estos animales en diversas pesquerías, y algunas poblaciones se han reducido en más del 95%.

Los calamares también son una especie apetecida, especialmente por la flota china –la más grande del mundo con cerca de 17.000 barcos. China captura hasta el 70% del calamar del mundo y sus barcos navegan hacia África Occidental y América Latina para satisfacer la demanda de mariscos del país.

 

  • La pesca incidental de tiburón

En Ecuador la pesca dirigida del tiburón es ilegal. La prohibición se expidió mediante el Decreto Ejecutivo 486, firmado por Rafael Correa en 2007. Sin embargo, el decreto tiene una salvedad que permitiría que la pesca dirigida e ilegal de tiburón, se “blanquee” bajo otra categoría.

El artículo 2 del decreto establece: “Prohíbase, en todo el territorio nacional, la pesca cuyo objetivo específico sea el tiburón. Consecuentemente, queda prohibido el uso de artes y sistemas de pesca que se empleen específicamente para capturar tiburones”; pero el artículo 6 del mismo decreto establece una salvedad a la que recurren los exportadores de tiburón: “Quienes, durante el ejercicio de la actividad pesquera, capturen tiburones, como producto único y exclusivo de la pesca incidental, podrán comercializar y utilizar íntegramente su carne”.

De acuerdo con el WWF, la pesca incidental se refiere a la captura no intencionada de peces y especies marinas. En pocas palabras, la pesca incidental es cuando “por accidente” se capturan ciertas especies de peces. El Foro Mundial para la Naturaleza estima que la pesca incidental alcanza alrededor de 38.5 millones de toneladas anuales, lo que representa el 40.4% del valor global de pesca, que llega a las 95.2 millones de toneladas. El WWF explica que “la pesca incidental acaba con la vida de especies marinas que no son el objetivo de la actividad; representa pérdidas económicas de millones de dólares anuales; y, pone en riesgo no solamente los empleos de un importante sector de la población sino, también la seguridad alimenticia de más de 7.000 millones de personas, cuyo consumo de pescado representa el 16.7% del aporte total de la proteína animal”.

La pesca incidental no está normada en el país. No existe una legislación que indique cuánto porcentaje de pesca podría considerarse incidental y, si un pesquero de atún –por ejemplo–, llega a puerto con varias toneladas de tiburón, podrá decir que esa fue pesca incidental, aunque la pesca de tiburón supere la pesca de atún, en este caso.

Un ejemplo del blanqueo de la pesca dirigida de tiburón, declarándola como incidental, es lo sucedido con la empresa FishChoez & Villegas, señalada por el Ministerio del Ambiente como la exportadora de más de 20 toneladas de aletas de tiburón hacia Hong Kong. El cargamento fue decomisado en el país asiático en abril de 2020. 

Tres meses después del decomiso, según recoge la publicación de Mongabay que reveló el caso, el 1 de julio de 2020 la empresa FishChoez & Villegas, a través de su abogado, habría enviado al Ministerio del Ambiente una solicitud para la exportación de una carga que coincidía con la decomisada en Hong Kong. La empresa pedía permiso para exportar las aletas tres meses después de que estas ya hubieran sido decomisadas. La similitud se encontró en los documentos que la empresa adjuntó a su solicitud extemporánea.

Para enviar esas 26 toneladas de aletas, se estima que se pescaron al menos 38.500 tiburones.

Pablo Terán
Pablo Terán
Webmaster en Ecuador Chequea. Profesional en Comunicación Social, experiencia-26 años. He trabajado en diferentes medios de comunicación, entre ellos Diario La Hora, por 18 años. Fui Editor de Sociedad, Quito e Interculturalidad. Tengo, además, una maestría en Psicología Holística.

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