Según el oficialismo, habría intentos del correísmo por trabar la sesión de instalación del nuevo periodo en la Asamblea, en la que se debe elegir a las autoridades. Para cada designación se necesitan al menos 77 votos y las dos bancadas dominantes se han visto obligadas a negociar.
POR: Hugo Constante
La nueva Asamblea, para el periodo 2025-2029, se instalará mañana, a partir de las 10:00, para elegir a sus autoridades: un presidente, dos vicepresidentes y cuatro vocales del Consejo de Administración Legislativa (CAL).
Horas antes de este primera sesión inaugural, la expectativa natural que genera el cambio de autoridades creció por una investigación previa que abrió la Fiscalía por el presunto delito de rebelión que se estaría tramando en el Legislativo, con el objetivo de evitar que la asambleísta nacional del oficialismo Annabella Azín dirija la reunió, y así bloquear la designación de autoridades.
La hasta hoy presidenta de la Asamblea, Viviana Veloz (correísmo), calificó a la denuncia de maliciosa y temeraria; y aseguró que sólo busca coaccionar y presionar políticamente a los legisladores electos. “Nos preocupa que esta denuncia sea una advertencia maliciosa para empantanar a la Asamblea. Esperamos que mañana cualquiera que sea el resultado (de la elección de autoridades) sea aceptado con profundo espíritu democrático”, dijo Veloz.
Según informó, se han dado todas las facilidades a todos los asambleístas para que la sesión de mañana se realice con normalidad. Añadió que se realizó un simulacro de la sesión en la que participaron los tres legisladores de las listas nacionales más votadas que se encargaran de dirigir la sesión: Azín, Raúl Chávez (correísmo) y Alfredo Serrano (PSC).
Veloz reiteró que se han cumplido los requerimientos de Azín, excepto el de que los militares se encarguen de la seguridad de la Asamblea, ya que esto corresponde a la Policía, a través de la Escolta Legislativa, pero que todo su personal de apoyo ha sido acreditado para la sesión de mañana.
La asambleísta reelecta del oficialismo Inés Alarcón aseguró, sin dar mayores detalles, que hay un presunto intento de boicot y que le corresponde a la Fiscalía realizar la investigación. “Nosotros hemos denunciado un posible hecho. Esperamos que se respete la democracia y los procesos legislativos”, dijo. Entre las situaciones que se ha mencionado, extraoficialmente, están la de apelar la dirección de Azín para que sea Chávez el que se quede a cargo y dilate los tiempos hasta lograr una mayoría a favor del correísmo.
Las posiciones
Horas antes de la instalación de la nueva Asamblea las dos bancadas con mayor número de legisladores, el oficialismo y el correísmo, prefieren no ahondar sobre el avance de las conversaciones. Desde fuentes cercanas a ADN se conoce que les pidieron que eviten pronunciarse sobre eventuales candidaturas y los votos de respaldo con los que contarían, para evitar que se caigan las negociaciones.
Niels Olsen, exministro de Turismo y asambleísta electo, se mantiene como la primera opción para llegar a la Presidencia de la Asamblea. El oficialismo ya habría logrado los 77 votos de respaldo que se necesitan para ese objetivo. Los 66 de sus legisladores, más los tres amazónicos de Pachakutik, cuatro independientes, cuatro del Partido Social Cristiano y uno de Mónica Salazar, exlegisladora correísta que oficializó su apoyo a ADN.
El correísmo delegó a Veloz para que realice los acercamientos con otros sectores y buscar así su reelección. A la interna esperan lograr el respaldo de los seis restantes legisladores de Pachakutik, más otros independientes que se definan a último minuto.
Pachakutik asegura que no ha decidido todavía a quién darán su respaldo, pero ya mencionan las comisiones que aspiran dirigir el próximo periodo. Si deciden ir con el oficialismo tendrían la segunda vicepresidencia, con José Nango, asambleísta de Pastaza, quien reconoció públicamente que habían llegado a un acuerdo con ADN.
Mientras que los asambleístas del Partido Social Cristiano aseguran que el oficialismo es quien debe presidir la Asamblea por los resultados electorales que obtuvo para la Presidencia de la República.
El mecanismo
Según la Ley de la Función Legislativa, la dirección de la sesión de instalación estará a cargo de los tres asambleístas nacionales con mayor votación. En esta caso Annabella
Azín (oficialismo), como directora; Raúl Chávez (alianza Revolución Ciudadana – Reto), como subdirector; y Alfredo Serrano (PSC) como secretario.
Los asambleístas presentarán candidaturas para presidente, primera vicepresidencia, segunda vicepresidencia y para las cuatro vocalías del CAL. En todos los casos se requieren mínimo 77 votos.
Para la Presidencia y las dos vicepresidencias no es obligatorio presentar candidatos de las bancadas con mayor número de legisladores, lo que da opción a que lleguen incluso legisladores de minoría, llamados independientes. Todo depende de cómo se hayan dado los acuerdos.
Para las cuatro vocalías de CAL la ley manda que serán elegidos de entre asambleístas pertenecientes a diferentes bancadas legislativas. Por los resultados electorales, hay sólo dos bancadas: ADN y Revolución Ciudadana, que tendrían garantizado su cupo en esa instancia, aunque el número de vocales también dependerá de la negociación política.
La ley prevé que, en caso de no existir las bancadas legislativas suficientes para la designación de los cuatro vocales, se podrá nominar a cualquier integrante de la Asamblea que no forme parte de una bancada legislativa ya representada en el CAL. Ahí es otra oportunidad para que los legisladores independientes puedan acceder a un cargo de dirección.
Al oficialismo le interesa tener mayoría en el CAL, que además de los cuatro vocales lo integran también el presidente y los dos vicepresidentes de la Asamblea. En esta instancia se planifican las actividades legislativas, se califican los proyectos de Ley presentados y se define la prioridad para su tratamiento; se elabora el presupuesto anual de la institución, admitir a trámite las solicitudes de juicio político, entre otras.
Sus decisiones se toman con cuatro votos de los siete integrantes, de ahí que la organización política que quiera manejar la Asamblea debe tener mayoría en el CAL. Y, en función de eso y de la integración de las comisiones y sus presidencias, es que se dan las negociaciones y acuerdos políticos para lograr los votos necesarios previo a la instalación de un nuevo periodo.
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