Las bancadas legislativas sufren sus primeras ‘bajas’, aun antes de instalarse en los próximos días. Un asambleísta electo por la Revolución Ciudadana se desafilió por problemas en el interior del movimiento y Construye perdió tres legisladores.
Aún no hay fecha de instalación de la nueva Asamblea que se mantendrá en funciones hasta mayo del 2025 y ya se han dado los primeros «camisetazos». Algunos legisladores electos anunciaron que no integrarán las bancadas de las organizaciones políticas por las que ganaron las curules y que actuarán como independientes, o se sumarán a legisladores de otros movimientos para formar bancadas alternativas.
La Ley de la Función Legislativa señala que los partidos o movimientos políticos que cuenten con un mínimo de 14 asambleístas podrán formar una bancada legislativa; también pueden hacerlo los asambleístas de varias agrupaciones que unidos cuenten con ese número mínimo.
Tras las elecciones del 20 de agosto, la Revolución Ciudadana logró 52 asambleístas; sin embargo, por problemas personales al interior de la organización, Ferdinan Álvarez anunció que se desafilia del correísmo, por lo que la bancada iniciará su actividad con 51 legisladores, aunque no se descarta que en los próximos días otros asambleístas dejen esa bancada y se unan a Álvarez como independientes o en búsqueda de armar un nueva bancada.
Una situación parecida se da en la bancada de Construye, que logró 29 legisladores, pero que ya perdió tres: Adriana García, Jhon Polanco y María Jiménez que son parte del movimiento Gente Buena, que estaría en conversaciones con Sociedad Patriótica y con otros asambleístas de minoría para formar una nueva bancada.
El camisetazo no es nuevo
El que en política haya “camisetazos” no es nuevo, menos aún en la Asamblea. Pero que estos camisetazos se den antes de instalada la Legislatura se vivió en la de 2021. El 7 de mayo de ese año, siete días antes de inaugurarse el nuevo ciclo legislativo, el asambleísta electo por Guayas, Omar Cevallos, anunció que se retiraba de la bancada de Pachakutik. Como independiente se sumó a la entonces bancada oficialista, liderada por CREO.
Otro caso fue el de César Rohon quien anunció el 13 de mayo de 2021, un día antes de que se instale la Asamblea, que dejaba el Partido Social Cristiano. Hoy es ministro de Transporte del Gobierno de Guillermo Lasso.
Mientras que a pocas semanas de instalada esa Función del Estado se dieron nuevos alejamientos de sus bancadas por parte de legisladores como Amada Ortiz, separada del bloque de la Izquierda Democrática; Elias Jachero, Gruber Zambrano, María del Carmen Aquino, dejaron la bancada socialcristiana; Vanessa Freire dejó la alianza UNES que para la elección de ese año la integraron los movimientos Centro Democrático con Fuerza Compromiso Social, movimiento que terminó en manos de la Revolución Ciudadana.
Los análisis
Para Gabriela Alvear, cofundadora de Diálogo Diverso y analista política, está práctica de llegar por una organización, separarse y unirse a otros movimientos refleja falta de madurez política y de preparación de sus cuadros por parte de partidos y movimientos políticos. Añade que en pocos casos esos cambios obedecen a intereses personales y evidencia que se han dejado de lado las ideologías. Para Alvear, parte de la responsabilidad recae en las propias organizaciones políticas que viven del clientelismo. “Han perdido el norte y han dejado de trabajar con sus militantes. Al momento de escoger un candidato dejan de lado a gente que ha trabajado años con la organización y de la noche a la mañana escogen a una persona ‘a dedo´”, dijo Alvear.
Por su parte, el constitucionalista Jorge Sosa considera que en la dinámica de esta nueva Asamblea es más posible una fragmentación de la bancada de ADN que la del correísmo, que no tendrá, asegura, más de una deserción. Esto debido a que, dice Sosa, la alianza que auspició la candidatura de Daniel Noboa a la Presidencia de la República, no tiene una identidad política al estar conformada por dos movimientos, mientras que, el correísmo lleva por lo menos unos 15 de años de impulsar su proyecto político que le ha llevado a mantener una verdadera estructura partidaria.
Mientras que en Construye ve a un movimiento que debe definir su identidad política, ya que lo logrado al momento se debe a la figura de Fernando Villavicencio, candidato presidencial, cuyo asesinato a pocos días de la primera vuelta, generó una “adhsión” a su figura sin que necesariamente eso signifique que la agrupación tenga un electorado propio. Para Sosa, Construye mantendrá en esta Asamblea una lógica de oposición anticorreísta.
En cambio Alvear agrega que, la Revolución Ciudadana debe depurarse, “sacar a la gente violenta, dictatorial y corrupta del Movimiento”, mientras que Construye debe ser un movimiento verdaderamente ciudadano, diverso, y trabajar para que el asesinato de Villavicencio no quede en la impunidad,que debería ser algo que una a todas las bancadas.
Alvear señala que hay algo fundamental que deben entender los asambleístas que se instalen en los próximos días: que si siguen con las mismas prácticas que sus antecesores nadie los va a extrañar si no están, lo que ha sido comprobado, asegura, con la disolución de la Asamblea ya que nadie ha sentido la falta de ese poder del Estado. “Eso es grave para la democracia porque es la máxima representación de la ciudadanía, de la diversidad de tendencias e ideologías que son importantes que existan en un país”, dijo.
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