Una de las zonas más biodiversas del país y del mundo, declarada Reserva de la Biósfera en 2018, está amenazada. Sus habitantes piden a la Corte Constitucional que avale una consulta popular para prohibir toda extracción. ¿Qué es lo que está en riesgo?
Por Hugo Constante / @constante_r
Redacciones Ecuador Chequea y La Barra Espaciadora
“Un entorno de naturaleza exuberante, un mundo envuelto en neblina, lleno de orquídeas, dominado por los aleteos y silbidos de una variedad incontable de aves. (…) Esta región desciende por la ladera occidental del Pichincha y se ha convertido en el principal portal del ecoturismo del Ecuador. Debido a su proximidad a Quito, su fauna formidable y variedad de especies, espectaculares paisajes y gran diversidad”.
Así describe la página web de turismo visitquito.ec/descubre/choco-andino/ al área del Chocó Andino, ubicada al noroccidente de Quito, a 45 minutos del centro de la capital. La Mancomunidad del Chocó Andino fue creada el 10 de agosto de 2014 y la integran las parroquias rurales de Nanegalito, Pacto, Nanegal, Gualea, Nono y Calacalí.
Esta zona fue declarada por la Unesco como Reserva de la Biósfera en 2018, la séptima de Ecuador; pero eso no ha impedido que la actividad minera penetre, lo que preocupa a sus moradores.
“Somos alrededor de 18 mil habitantes que vivimos en esta zona tan importante. Es evidente la degradación de los recursos naturales (por la actividad minera), la contaminación del agua y, a futuro, también la contaminación del suelo”, asegura Gianina Moreno, presidenta de la Mancomunidad.
Varios sectores de la zona presentaron ante la Corte Constitucional un pedido de consulta popular por iniciativa ciudadana, que debía ser tratado este miércoles por ese organismo. El objetivo es que la población del Distrito Metropolitano de Quito se pronuncie sobre si quiere o no que se cumpla esa actividad minera en la capital.
En la Mancomunidad hay 12 concesiones de minería metálica, que ocupan 17.863 hectáreas; y seis concesiones en trámite, con 9.899 hectáreas, según el catastro minero citado en el pedido de consulta. “El 22,33% del territorio de la Mancomunidad está concesionado a minería metálica”, consta en el escrito.
La Reserva de Biosfera comprende 287.000 hectáreas (ha), de las cuales 137.000 (48%) son remanentes de bosques andinos, 10.000 (3,5%) son páramos, y 23.500 (8,2%) ecosistemas arbustivos.
Sus bosques captan la evaporación del Océano Pacífico y generan cantidades de agua que discurren por las cuencas de ríos como el Alambi, Tulipe, Chirape, Pachijal, Mashpi y Blanco, que aportan agua para consumo humano y usos productivos a ocho parroquias y tres cantones de Pichincha.
“Aquí se encuentran los últimos ríos limpios del Distrito Metropolitano de Quito. Tenemos cuatro microcuencas importantes que producen agua limpia, que disuelven el contaminante que llega de Quito”, asegura Inty Arcos, biólogo.
En cuanto a fauna, existen mamíferos como el mono capuchino blanco; el perezoso de tres dedos; el venado colorado; el pecari de collar, o puerco del monte; el oso hormiguero; especies raras, como el murciélago frutero de Jamaica, y otras especies de murciélagos; al menos 122 especies de aves; 17 especies de anfibios y reptiles en puntos de muestreo. “Eso hace que sea una de las regiones más diversas del planeta”, agrega Arcos.
El sustento económico
Según Moreno, la actividad minera no sólo daña el medio ambiente de la zona, sino que termina por afectar el tejido social porque pone en riesgo las actividades económicas de miles de familias que viven del turismo, de la ganadería y de la agricultura.
Un estudio realizado en 2021 dio como resultado que al menos el 25,8% de los pobladores se dedica a actividades productivas agrícolas y pecuarias.
Ivonne Ramos, miembro de Acción Ecológica, menciona que se afectan economías locales a las que les ha llevado años consolidarse y el uso sustentable del territorio que en cada parroquia se ha diseñado. “Por ejemplo, la panela orgánica que se usa para la exportación, productos agrícolas de escala familiar que llegan a los mercados de Quito; el turismo comunitario, donde la población cuida sus bosques para ofrecer a los turistas las mejores operaciones de turismo que tiene el Chocó Andino”, apunta.
Rodrigo Rangles, expresidente de la Cámara de Turismo del Chocó Andino, manifiesta que uno de los principales problemas de la actividad minera es la contaminación del agua que repercute en el medio ambiente. “Sin agua no hay vida, no sólo de los seres humanos sino de la propia naturaleza”, dijo. Agregó que la minería afecta a todo el aparato productivo-económico, sobre todo al turismo ecológico, que es una de las actividades que viene desarrollándose con fuerza en la zona; y que, si se afecta esa actividad, también se ven perjudicados los proveedores y otros negocios que se sostienen gracias al turismo.
La consulta popular
El pedido de consulta popular que debe ser analizado por la Corte Constitucional comprende cuatro preguntas:
1: ¿Está usted de acuerdo con que se prohíba la explotación de minería metálica de escala
artesanal dentro del Área de Importancia Ecológica, Cultural y de Desarrollo Productivo
Sostenible conformada por los territorios de las parroquias de Nono, Calacalí, Nanegal,
Nanegalito, Gualea y Pacto, que conforman la Mancomunidad del Chocó Andino?
2: ¿Está usted de acuerdo con que se prohíba la explotación de minería metálica a pequeña escala
dentro del Área de Importancia Ecológica, Cultural y de Desarrollo Productivo Sostenible
conformada por los territorios de las parroquias de Nono, Calacalí, Nanegal, Nanegalito, Gualea
y Pacto, que conforman la Mancomunidad del Chocó Andino?
3: ¿Está usted de acuerdo con que se prohíba la explotación de minería metálica a mediana escala dentro del Área de Importancia Ecológica, Cultural y de Desarrollo Productivo Sostenible conformada por los territorios de las parroquias de Nono, Calacalí, Nanegal, Nanegalito, Gualea
y Pacto, que conforman la Mancomunidad del Chocó Andino?
4: ¿Está Usted de acuerdo con que se prohíba la explotación de minería metálica a gran escala
dentro del Área de Importancia Ecológica, Cultural y de Desarrollo Productivo Sostenible
conformada por los territorios de las parroquias de Nono, Calacalí, Nanegal, Nanegalito, Gualea y Pacto que conforman la Mancomunidad del Chocó Andino?
(Las fotos usadas en este reportaje son de autoría de Iván Castaneira / Agencia Tegantai)