Pasado el mediodía, recién el 33% de los votantes se habían acercado a los recintos. El pedido del CNE era que las personas no dejen para las últimas horas su votación, porque podrían darse aglomeraciones al final, o incluso el riesgo de que no alcancen.
La solemnidad que imponían las marchas de los Granadores de Tarqui en la ceremonia inaugural de las elecciones de este domingo, contrastaba con la preocupación con la que amaneció el país tras el asesinato, en la víspera, de un candidato a Alcalde, en Puerto López.
Tras una hora del evento especial, apenas se retiraron esta guardia presidencial-protocolaria y las más de 200 autoridades nacionales e invitados especiales, quedó en el ambiente una pregunta que dominó las conversaciones de la jornada: la inseguridad nunca antes vista en unas elecciones desde que el país retornó a la democracia hace cuatro décadas.
La sede del organismo electoral, en el norte de Quito, empezaba a quedar vacía mientras se escuchaba una potentísima sirena de un voluminoso vehículo de rescate del cuerpo de bomberos, que se destacaba entre los automóviles de gama alta de las autoridades que ya se iban.
Era “el toque de sirena” con el que tradicionalmente se han inaugurado todas las votaciones en el país. En esta ocasión, el responsable de accionarla, el subteniente de bomberos Jerson Gonzaga, comentó a Ecuador Ecuador su aspiración de que “la jornada transcurra en paz”.
Sobre el trabajo propiamente dicho de los bomberos, Gonzaga recordó que en anteriores elecciones no se han registrado novedades de mayor consideración y que para la jornada todo el personal estaba listo para ejecutar operativos anti incendios.
‘Apremios’
Con similar aspiración de que se garantice la paz y que la jornada transcurra con orden, un grupo de policías del Sistema ECU-911, se sentaron por apenas un par de minutos en el interior de una carpa de venta de morochos con empanadas, improvisada junto al recinto electoral del Colegio Santiago de Guayaquil, en la loma del Itichimbía, en el centro norte de Quito.
Tras comentar “nos mandaron a votar en vez del desayuno”, estos uniformados señalaron que una de las principales tareas previstas para el día de las elecciones es la de colaborar inmediatamente en la detención de personas con “apremios”, es decir, quienes tienen orden de captura por incumplir con las obligaciones económicas para la alimentación de sus hijos en custodia de sus exparejas.
Para cumplir esta labor, agregaron, el personal de la Dirección General de Inteligencia realiza una investigación previa para la localización de estas y otras personas con cuentas pendientes con la ley. El año anterior, se registraron a escala nacional más de 400 de estas detenciones, acotaron.

Con la segunda o tercera empanada en la mano, estos gendarmes ingresaron apresurados al Colegio Santiago de Guayaquil, saludaron con el militar ubicado en el ingreso y con los coordinadores del recinto electores y, prácticamente, esquivaron a una pareja de jóvenes, que salían al trote y quejándose de la obligación de votar.
“De gana, de gana, sólo por ese bendito certificado de votación”, refunfuñaba uno de ellos, un veinteañero vestido con traje deportivo, con una expresión de malestar con la que complementaba otra queja, con la que finalmente se alejó, con el mismo paso apresurado: “si no hay nadie por quien votar”.
Para cumplir esta obligación de votar, en ese mismo recinto, a seis personas les tomó entre 2,45 y 4,50 minutos.

El que menos se demoró, Juan Guerrero, comentó: “Ya vine pensando cómo votar en las preguntas de la consulta, ya sabía por quiénes votar”. La persona que más se demoró, una mujer de aproximadamente 30 años que pidió que no se publicara su nombre, en cambio, dijo: “Eran un montón de papeletas y tuve que leer para votar bien en las preguntas de la consulta”.

Preocupaciones
Todos estos 7 ciudadanos consultados, sin excepción, coincidieron que el principal tema de preocupación con el que los electores asistían a las urnas era el de la inseguridad que enfrentan la ciudad y el país, en especial tras el mencionado asesinato del postulante a la Alcaldía de Puerto López, en Manabí.
“Espero que todos cumplamos con un buen voto y que el nuevo Alcalde que elijamos, con todas las propuestas que hicieron los candidatos, en verdad logre hacer a la ciudad más segura”, comentó Sandra Libia Poma, tras pedir más patrullajes de la Policía por La Tola, Itchimbía y El Dorado.
Estas preocupaciones de los ciudadanos parecían no reflejarse en los discursos de las autoridades electorales, quienes pasado el mediodía se dirigieron al país en una cadena nacional para decir que la jornada se desarrollaba en orden.
Discursos
El vicepresidente del CNE, Enrique Pita, por ejemplo, aseveró que “más allá de algunos incidentes” relacionados con proselitismo político, la jornada transcurría con relativa normalidad y que de ello darán cuenta, a su debido tiempo, los casi 200 observadores internacionales que recorrieron los recintos electorales.
La presidenta del organismo, Diana Atamaint, en cambio, dijo que hasta esa hora: 13:32, ya había sufragado el 33% de los votantes.
La primera hora de la jornada, en todo caso, empezó con una escasa concurrencia de electores y casi sin filas de espera, según pudo constatar Ecuador Chequea en los recintos electorales de los colegios Santiago de Guayaquil, en el centro, y 24 de Mayo, en el norte.
En este último, además, faltaron miembros de casi todas las mesas receptoras del voto, por lo que tuvo que cambiarse el personal de unas a otras, para que cada una de ellas contara con al menos 7, tal como manda la Ley, manifestó el coordinador del recinto, Javier de la Torre.
Seguridad
Pasado el mediodía, las autoridades policiales confirmaron que, además del candidato a Alcalde de Puerto López, asesinado en la víspera, una segunda persona también falleció y otras dos resultaron heridas.
El jefe de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, César Zapata, dijo que aún no hay personas detenidas y que no hay una sola hipótesis, sino “varias líneas de investigación” para determinar el móvil de estos asesinatos y para encontrar a los autores intelectuales y materiales.
Infracciones electorales
En el primer balance sobre la seguridad a escala nacional tras las dos primeras horas de votaciones, la Policía puntualizó que “se retiró” a 750 personas que se encontraban libando en espacios públicos en torno a recintos electorales y se entregaron “citaciones” por infracciones a 249 personas, en particular por inobservar la Ley Seca o prohibición de vender o consumir bebidas alcohólicas y por actos de proselitismo.
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