Guillermo Lasso dio su discurso ante una Asamblea dividida y con poca presencia de legisladores. Aunque el salón plenario lució lleno, las divisiones políticas rondaron por todo lado. ¿Qué se dijeron Lasso y Guadalupe Llori?
Pocos asambleístas de oposición llegaron hasta el Palacio Legislativo para escuchar el Informe a la Nación, que cumplió entre la mañana y la tarde de hoy el presidente de la República, Guillermo Lasso. En un reflejo de la crisis y la división política que se vive en la Asamblea, sólo el bloque oficialista se presentó completo; el bloque de UNES no acudió, mientras que de bloques como Pachakutik, el PSC y la ID llegó, a lo mucho, la mitad de sus legisladores.
Por la ID estuvieron, entre otros, Wilma Andrade, Marlon Cadena, Yeseña Guamaní; pero no los calificados como “disidentes”, como Alejandro Jaramillo y Johanna Moreira.
De lado de Pachakutik, llegaron los que se han mantenido en el bloque, como Salvador Quishpe, Gissela Molina y Jessica Castillo. De los autodenominados rebeldes no acudieron Mireya Pazmiño, Darwin Pereira, Fernando Cabascango, entre otros. Ellos prefirieron asistir al ‘informe a la Nación’ que casi a la misma hora, pero en la Casa de la Cultura Ecuatoriana, dio la Conaie, cuyo presidente, Leonidas Iza, anunció que a partir del 13 de junio iniciarán una movilización nacional indefinida.
Sin embargo, el salón plenario de la Asamblea lució lleno, gracias a la presencia de cerca de 500 invitados de distintos sectores, entre autoridades del Estado, gobernadores, representantes de pueblos y nacionalidades indígenas, de prefectos como Cléver Jiménez, e inclusive de personajes que alguna vez pasaron por la Asamblea o por el Gobierno, como César Rohon o Carlos Jijón. También estuvo Ángel Polibio Córdova, director de la encuestadora Cedatos.
Los ministros fueron ubicados en el lado oriental y otras autoridades del Estado en el lado occidental. Se vio al vicepresidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Enrique Pita; a la fiscal general, Diana Salazar; al defensor del pueblo (e), César Córdova; al procurador general, Íñigo Salvador; al presidente de la Judicatura (e), Fausto Murillo; y a la presidenta (e) de la Corte Nacional de Justicia, Katerine Muñoz Subía, en reemplazo de Iván Saquicela, quien está suspendido durante 90 días por decisión de la Judicatura.
Al iniciar la ceremonia, no había espacio para nadie más, pero conforme transcurrieron los minutos, sobre todo durante el discurso del presidente Lasso, algunas sillas se iban vaciando poco a poco. Hubo quienes salían a buscar un vaso con agua y otros simplemente a “estirar las piernas” en los pasillos.
Los discursos
El Informe a la Nación se cumplió dentro del horario programado. De acuerdo con el protocolo, al vicepresidente de la República, Alfredo Borrero, le recibieron los dos vicepresidentes de la Asamblea: Virgilio Saquicela y Yeseña Guamaní . Mientras que a Lasso le recibió la presidenta de la Asamblea, Guadalupe Llori.
A las puertas de una evaluación de su gestión, Llori aprovechó su discurso de rigor para lanzar “dardos” a quienes le critican e impulsan este proceso. Aseguró que, como Presidenta, está cumpliendo la promesa hecha al país: respetar los procedimientos parlamentarios y la Constitución; y, trabajar por la reconciliación y la unidad nacional pese a la “violencia, a las violaciones al debido proceso y a la seguridad jurídica”. “La crisis política de nuestra Asamblea no es responsabilidad de una sola persona y tampoco se va a solucionar con la renuncia de una sola persona”, dijo, en clara alusión al proceso que busca destituirla. “La crisis política es responsabilidad de los 137 asambleístas, muchos de los cuales incidentan sesiones, que no dan quórum, y son ellos quienes retrasan el trabajo de la Asamblea”, manifestó. Y agregó que es a ellos a quienes se debe evaluar e investigar.
Mientras que a Lasso le manifestó que la solución para superar el rompimiento entre Ejecutivo y Legislativo no está en apartar o alejarse de la Asamblea, ni satanizar el trabajo coordinado entre ambos poderes, sino que gobernar significa escuchar y administrar con Justicia, con serenidad y con equidad. “Invito a todas las fuerzas políticas a dejar de lado la confrontación que mina la institucionalidad del país”, dijo.
La respuesta de Lasso
Al referirse a Llori, el primer mandatario la definió como una mujer “luchadora, indígena y amazónica”, e incluso le aplaudió. Y en el desarrollo de su discurso resaltó el plan de vacunación contra el Covid-19 y aseguró a quienes cuestionan que no ha hecho obra durante este año de mandato, que su primera obra fue haber salvado la vida a 18 millones de personas, con una inversión de mil millones de dólares para la compra de vacunas. “Gracias a las decisiones que hemos tomado, lo peor de la tormenta ya ha pasado”, aseguró.
Destacó logros de su Gobierno, como haber reducido la tasa de desempleo juvenil de 13,6% en mayo de 2021 a 8,8% al primer trimestre del 2022; aunque esto resultó ser falso, según la verificación en vivo que hicieron Ecuador Chequea y La Barra Espaciadora. La cifra oficial que consta en la página del INEC a marzo de este año es de 9,3% y no del 8,8%, como aseguró el mandatario. Lasso, sin embargo, garantizó que no está en riesgo la dolarización y que Ecuador es el segundo país con la inflación más baja en América Latina, lo cual resultó ser cierto. Enfocó su discurso en temas de educación, desnutrición, inclusión social, vivienda, ambiente, entre otros. Y habló muy poco sobre inseguridad.
En lo político, dejó en claro que, por hoy, no está en perspectiva ir a la muerte cruzada, a pesar de la difícil relación que mantienen el Legislativo y el Ejecutivo. “Ecuador no necesita más elecciones. Lo que Ecuador necesita es ser gobernado”, manifestó. Y llamó a superar las discrepancias y diferencias.
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