En enero de 2025, las ventas de vehículos cayeron 11,8% en comparación con el mismo mes de 2024. Los analistas ven diversos factores, como el aumento del IVA, la recesión económica y la inseguridad en el país. Se suma la incertidumbre de la segunda vuelta electoral.
POR: Juan Camilo Escobar
El sector automotor en Ecuador inicia el año con cautela e incertidumbre, tras un primer mes en el que se consolidó la caída en ventas; mientras el mercado espera los resultados de las elecciones presidenciales, que enfrentarán a dos candidatos con visiones económicas opuestas.
Consultada sobre las perspectivas para este año, después de que enero registrara una caída del 11,8% en comparación con el mismo mes de 2024, la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador declinó comentar sobre sus expectativas para el resto de 2025, mientras se espera la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, programada para el 13 de abril.
Sin embargo, fuentes del gremio anticiparon que sus proyecciones de ventas se verán influenciadas por el resultado electoral. Además, señalaron que la tendencia a la baja observada el año pasado se debió a varios factores, entre los que destacan el aumento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 12% al 15%, a partir de abril de 2024, la inseguridad derivada del conflicto armado interno y la recesión económica que siguió al primer trimestre de 2024.
En enero de 2025, se vendieron 8.240 vehículos nuevos, lo que representa una caída del 11,8% en comparación con el mismo mes de 2024. De estos, 7.331 fueron vehículos livianos, lo que equivale a un decrecimiento del 14,9% respecto al año anterior y una disminución del 6% frente a diciembre de 2024. Por otro lado, las ventas de vehículos pesados alcanzaron 909 unidades, lo que representa un aumento del 24,7% en comparación con enero de 2024 y un incremento del 1,1% respecto a diciembre de 2024, según datos de facturación del Servicio de Rentas Internas (SRI), citados por la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade).
De acuerdo con los registros del último año, el mercado ecuatoriano alcanzó su punto más alto en marzo de 2024, cuando se vendieron 13.501 unidades. Desde entonces, a partir de abril, tras el incremento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) se ha registrado una desaceleración progresiva. En los últimos seis meses del 2024, las ventas se han mantenido por debajo de las 9.200 unidades mensuales, con un mínimo de 8.072 en noviembre
Darío Paladines, representante del sector Automotriz de vehículos usados de Pichincha, indicó que los problemas económicos que han afectado las ventas de vehículos nuevos han impulsado un aumento en la comercialización de vehículos seminuevos. En 2024, esta tendencia creció a medida que más consumidores optaron por opciones más asequibles, especialmente vehículos con un precio entre 15.000 y 25.000 dólares y no mayores a tres años de antigüedad, dijo.
«En lugar de adquirir un vehículo nuevo de 2025, la gente prefiere uno usado de 2023 o 2024, con unos 30.000 kilómetros. Estos autos ya incluyen el IVA, el ICE, la primera matrícula, que es la más costosa, además de seguro, rastreo satelital y mantenimiento para garantizar el funcionamiento. De este modo, los compradores evitan varios gastos adicionales, haciendo que los seminuevos resulten una opción mucho más atractiva», comentó.
El analista económico Vicente Albornoz destacó que, además del sector automotor, diversas áreas comerciales y productivas muestran cautela respecto al desempeño de la economía nacional en el resto del año. Esto dependerá, explicó, en gran medida de los planes y medidas económicas que implemente el candidato ganador en las elecciones presidenciales del 13 de abril.
“Toda la economía del país, todo el mercado local se encuentra en espera. Si la gente quiere comprarse un auto es mejor esperar un poco y evaluar si vale la pena meter la plata ahí, depositar en el banco o sacarla del país”, comentó.
Albornoz también recordó que 2024 fue un «año de ajuste fiscal» que tuvo un impacto considerable en la economía, especialmente por el aumento del IVA, la reducción de inversiones públicas y la crisis de racionamientos de electricidad, lo que redujo la productividad de millones de empresas y comercios de todo tipo.
En este contexto, Germán Ortiz, empresario ambateño del sector de servicios y repuestos de calefones, señaló que hay prudencia e incluso postergación de decisiones clave de inversión que se habían previsto para este año. «Mientras se espera una decisión electoral tan importante, se presentará una contracción económica, ya que muchas empresas y comercios restringen sus inversiones hasta conocer las nuevas políticas económicas, especialmente en lo que respecta a impuestos», indicó.
Ortiz comentó que, en la práctica, esta cautela responde a la necesidad de los empresarios de conocer qué modelo económico implementará el próximo gobierno, especialmente en lo que respecta a los impuestos que podrían afectar el movimiento general de la economía, así como las barreras o facilidades para generar empleo.
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