El gremio de ingenieros de Ecuador advirtió que los cortes que comenzaron hoy deberían continuar al menos hasta diciembre debido a la sequía. Los técnicos insisten en la necesidad de permitir la recuperación del embalse de la represa Mazar.
POR: Juan Camilo Escobar
Los racionamientos de electricidad de 14 horas diarias, que comenzaron hoy, deberían extenderse al menos hasta diciembre próximo, pero con jornadas laborales reducidas a 6 horas. Así de drástica es la recomendación que formuló hoy el gremio de profesionales de ingeniería del país, creado el pasado 14 de octubre con el objetivo de proporcionar soluciones técnicas para enfrentar la crisis energética que afecta a Ecuador.
Se trata de una medida urgente, dijo el gremio profesional, tras recordar que la actual crisis energética se debe, no sólo a la sequía que afecta a las principales centrales hidroeléctricas, sino también a la negligencia y falta de inversiones de diferentes gobiernos de turno en el cuidado de la infraestructura eléctrica existente y en la expansión hacia nuevas fuentes de generación. En este sentido, el gremio también cuestionó el manejo de la crisis por parte del gobierno actual, de Daniel Noboa
Patricio Coba, representante del Colegio de Ingenieros Civiles y Ambientales de la Escuela Politécnica Nacional, explicó que la extensión de los apagones durante dos meses permitiría recuperar el nivel del embalse de la represa Mazar, de la que depende el más importante complejo de centrales hidroeléctricas, que cubre al menos la cuarta parte de la demanda diaria de electricidad.
“Si lo poco de agua que entra al embalse lo estamos utilizando para la producción hidroeléctrica, nunca podremos llenarlo. Se requiere aproximadamente 45 días de lluvias normales para que el embalse de Mazar se recupere. Esto implica que, como población, debemos aceptar los apagones”, afirmó Coba.
Durante este periodo de recuperación del estratégico reservorio, la alternativa para garantizar el suministro eléctrico serían las centrales termoeléctricas, que generan electricidad mediante motores industriales de combustión interna que utilizan combustibles fósiles, como el diésel, según explicó Coba. Con estas centrales se reemplazarían al menos 1.200 de los aproximadamente 1.756 megavatios del complejo hidroeléctrico de Mazar, acotó.
A esto se sumarían entre 600 y 800 megavatios de las centrales hidroeléctricas Coca Codo Sinclair y Agoyán, que son “de pasada”, es decir, que no pueden acumular agua en reservorios y, por tanto, deben producir electricidad con todo el flujo de agua que ingresa, agregó Coba.
Además, dijo Coba, la salida de producción del complejo Mazar “se estaría compensando, de cierta forma, con la reducción de horas laborables, para que tomemos conciencia y pongamos todos el hombro, como ciudadanos, empresarios e instituciones públicas y privadas. Con esas dos horas que dejamos de trabajar, ahorramos una energía que todo el proceso productivo requiere y equiparamos estos espacios de energía que el país necesita”, manifestó.
En pocas palabras, de cumplirse ambas sugerencias, se contarían entre 1.800 y 2.000 megavatios por hora, lo que, en el mejor de los casos, correspondería a la mitad de la demanda nacional, estimada por las autoridades en 4.000 megavatios por hora. Frente a esta demanda, a su vez, existe un déficit cifrado por el Operador Nacional de Electricidad, Cenace, en 1.080 megavatios.
En cualquier caso, la extensión de los apagones y la reducción de la jornada laboral son dos de las 14 medidas urgentes que sugiere el mencionado gremio, conocido formalmente como Consejo Consultivo de Ingenierías y Economía (CCIE).
Se trata de un manifiesto con la firma de varios gremios, incluyendo el Colegio de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos de Pichincha, el Colegio de Economistas, el Colegio de Ingenieros en Geología, Minas, Petróleos, Ambiental y Afines, Regional Norte, y el Grupo de Ingenieros Civiles y Ambientales de la Escuela Politécnica Nacional.
En este conjunto de propuestas urgentes, constan:
– Emprender una campaña intensiva hacia la población, para concienciar sobre la importancia del ahorro eléctrico.- Revisar la gratuidad del pago de 180 kilovatios por hora (KWh) propuesto por el Gobierno Nacional para diciembre 2024, enero y febrero 2025, e incentivar a quienes ahorren energía y penalizar a aquellos que incrementen su consumo.- Conformar mesas de trabajo técnicas que incluyan al Gobierno Nacional, gremios profesionales, trabajadores, empresarios y ciudadanía, para analizar la crisis eléctrica de manera integral y adoptar las medidas de mitigación necesarias.- Promover la transparencia de la información eléctrica a la ciudadanía y otorgar al Operador Nacional de Electricidad (Cenace) la autonomía técnica necesaria, libre de decisiones políticas.- Realizar mantenimiento, reparación y reposición de las centrales térmicas existentes, así como planificar la contratación de nuevas centrales térmicas; asegurando los sistemas de transmisión y subtransmisión para atender la actual demanda de electricidad.- Disminuir la jornada laboral a seis horas diarias, garantizando el suministro de energía eléctrica en este horario, con lo cual se reduciría aproximadamente un 25% de la energía consumida en la jornada normal de trabajo. Los horarios se deberán planificar en función de las diferentes actividades, tales como educación, comercio, burocracia, dentro de un horario de 8 de la mañana a cuatro de la tarde.- El manejo técnico de la crisis eléctrica debe evitar que prevalezcan intereses políticos sobre las soluciones necesarias. A su vez, se debe nombrar en cargos de decisión a profesionales experimentados y conocedores de la problemática eléctrica.- Mientras este déficit determine las condiciones de la crisis eléctrica, la demanda deberá sujetarse a la oferta real de electricidad.- Ampliar la línea crediticia para la compra de generadores y UPS, para uso residencial, Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES) y comercio menor.- Hacer un llamado a la Asamblea Nacional para que aporte con soluciones a la problemática eléctrica, permitiendo la revisión, cumplimiento y normando para el cumplimiento obligatorio del Plan Maestro de Electrificación, tanto para lo público como lo privado.- Posibilitar el desarrollo de proyectos de generación privados, garantizando el pago de la energía vendida.- Priorizar los gastos de inversión del Gobierno o facilitar a la empresa privada la terminación y desarrollo de proyectos diseñados y paralizados en su construcción.- Permitir que los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GADS) reactiven y generen energía eléctrica en sus jurisdicciones. |
Durante una rueda de prensa convocada esta mañana para presentar formalmente el manifiesto, representantes del gremio emitieron serias advertencias sobre el estado de la central hidroeléctrica Mazar, la más grande del país. Según datos oficiales, esta central debería producir, en teoría, 1.500 megavatios por hora.
En este contexto, los representantes del gremio advirtieron que, “en el corto plazo”, las turbinas y otras partes de esta infraestructura estratégica podrían verse afectadas por la falta de mantenimiento adecuado. Jorge Sevilla, quien cuenta con 25 años de experiencia en investigación de infraestructura eléctrica, subrayó que en los últimos años se ha realizado un mantenimiento mínimo de “los desarenadores”, que son estructuras diseñadas para eliminar la arena y otros sedimentos del agua antes de que esta ingrese al sistema de aducción y a las turbinas.
Estas infraestructuras son esenciales para proteger los equipos hidráulicos y garantizar un funcionamiento eficiente de la planta, pero siguen sin mantenimiento, lamentó este experto.
Sevilla indicó que en la central Coca Codo Sinclair existen «tres problemas graves». El primero es la erosión regresiva, que podría afectar la captación. El segundo se refiere a los sedimentos acumulados. En junio de 2021, y en tres ocasiones este año, se registraron crecidas de 3.000 metros cúbicos por segundo, lo que llevó al cierre del canal de descarga debido a inundaciones.
«Esto genera el riesgo de que el agua ingrese a la central», advirtió Sevilla. Según él, si los estudios estuvieran en condiciones óptimas, estas crecidas deberían ocurrir «cada 10 o 15 años». Sin embargo, enfatizó, han sucedido tres veces en un solo año, lo que resalta la seriedad del problema.
Además, Sevilla recordó la necesidad de realizar un mantenimiento exhaustivo de los desarenadores. Este es un desafío considerable, señaló, ya que aguas arriba de la captación ha habido acumulación de sedimentos durante los últimos siete años. “La eliminación de estos sedimentos no es sencilla”, y, según él, «la situación ha llegado a un punto crítico del que parece no haber retorno».
RECLAMOS POR EQUIPOS
La Empresa Eléctrica Quito (EEQ) ha recibido un promedio de siete reclamos diarios por daños en equipos a causa de los cortes de energía registrados desde septiembre, según un informe de la entidad.
El reporte detalla que entre el 23 de septiembre y el 20 de octubre, la EEQ procesó más de 200 reclamos, de los cuales 72 han sido atendidos, 61 fueron rechazados y el resto sigue en trámite.
La empresa recordó que los clientes tienen un plazo de 30 días hábiles para presentar un reclamo por daños ocasionados por suministros de bajo voltaje y 60 días hábiles para los de medio y alto voltaje. Además, señaló que los usuarios deben estar al día en sus pagos para que sus reclamaciones sean consideradas.
El trámite es gratuito, y los usuarios deben presentar una cédula de identidad o pasaporte, en el caso de extranjeros, y completar un formulario.