El Estado deberá entregar información anticipada para evitar retrasos. Cada mesa se acabará en cinco días, haya acuerdo o no. “Si no hay resultado, tocará seguir luchando”, dijo el presidente de la Conaie, Leonidas Iza.
Las organizaciones indígenas y el Gobierno acordaron hoy ajustar la metodología de trabajo para las mesas de diálogo y decidieron que las siete mesas que aún faltan por instalarse deben cumplirse —cada una— durante cinco días, haya o no acuerdos.
Al iniciarse este proceso, el 13 de julio, se acordó que la duración de las mesas sería entre tres y cinco días; sin embargo, al cumpirse tres semanas en dos de ellas —control de precios y focalización de los subsidios a los combustibles—, aún no hay resultados y están en la fase de cruce o levantamiento de información. Sólo en la banca pública y privada se ha concretado la firma de un acuerdo.
Este retraso preocupa a los dirigentes, quienes consideran que, si no se agilita el trabajo, no se podrá llegar a cumplir el proceso en los 90 días establecidos. Uno de los problemas que se han presentado es que, una vez instaladas las mesas, se conoce el pedido, se analizan los datos y se pide información complementaria a cargo del Gobierno, que sistematiza los datos y los pone a consideración de los sectores sociales.
Partiendo de esa experiencia, los dirigentes indígenas exigen a los delegados del Ejecutivo que lleguen a la instalación de las mesas con todos los datos e información disponible, así como la propuesta para entrar directo al debate, previo análisis con las bases.
Margarita Arotingo, de la Fenocin, aseguró que las propuestas y pedidos del sector que se analizan en las mesas de diálogo se conocen desde hace un año, por lo que es tiempo de que el Gobierno “aterrice con las respuestas concretas”. Reiteró que no hay información previa del Gobierno antes de instalar las mesas, por lo que el objetivo es que en esta nueva fase las reuniones se cumplan con todos los insumos y con una alternativa de solución para debatir en cada una de las mesas para no desgastar el mecanismo. “Las bases nos están exigiendo resultados, ya que tras cada reunión volvemos sin ningún avance”, aseguró la dirigente.
Leonidas Iza, presidente de la Conaie, agregó que este cambio de metodología permitirá que se entregue la información con antelación, se instala la mesa, se escucha a las partes. Si hay alguna información adicional que se necesite se la solicita para el siguiente día, se la analiza por separado y así hasta llegar al quinto día, donde “debe haber un resultado, sea positivo o negativo”. “Así el pueblo sabrá que, si no hay resultado, tocará seguir luchando y, si lo hay, será resultado del diálogo”, aseguró.
La respuesta del Gobierno
El ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, dijo que el nuevo mecanismo de trabajo permitirá un intercambio de información más eficiente, para cumplir los cinco días en cada una de las siete mesas restantes. Esa información estará relacionada con las aspiraciones que tienen las organizaciones sociales, como los límites que tiene el Gobierno para cumplir determinadas peticiones. “Aquí lo importante es que este es un proceso inédito para el país y quien sabe si para también para Latinoamérica. Es la primera vez que Gobierno y organizaciones sociales trabajan de una forma consensuada, con una metodología definida, con elementos prácticos que permiten tomar decisiones al discutir los temas de país”, dijo.
Adelantó que la próxima semana se instalaría la mesa de fomento productivo, ya con el nuevo esquema, y luego de la de temas mineros. Agregó que en mesas que no se pueda lograr un acuerdo, su tratamiento pasará al final, para luego de los 90 días hacer una evaluación general.
Monseñor David De la Torre, de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, enlace del diálogo, coincidió en que lo más importante es que tanto el movimiento indígena como el Gobierno se hayan sentado a conversar sobre temas que interesan a todo el Ecuador. “Desde ese punto de vista el país está ganando, los más pobres y vulnerables están ganando. Pero no hay soluciones mágicas, hay que irlas construyendo”.
Las tres mesas restantes
Las mesas de focalización de subsidios de combustibles y la de control de precios no se regirán al nuevo esquema. Según Iza, la evaluación del trabajo en la mesa de focalización es positiva, pero se ha demorado mucho en dar una respuesta concreta. Según Jiménez este retraso obedece a la complejidad del tema.
En la de control de precios, el Gobierno presentará una propuesta el viernes, para que sea revisada por las organizaciones y después de ese análisis se retomará el trabajo.
Sobre la de banca pública y privada los dos sectores reconocen el acuerdo logrado, pero la dirigencia indígena asegura que no se está aplicando por falta de conocimiento de las entidades financieras, por lo que mantendrán una reunión con las entidades involucradas para dar seguimiento al tema y realizar los ajustes que sean necesarios.
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