Según sus estimaciones, a causa de un congelamiento en su margen de ganancia, mientras más suban los costos, menos réditos obtendrán. La mitad de las gasolineras apenas logran cubrir sus gastos operativos, aseguran sus dirigentes. 

El aumento de los precios de las gasolinas extra y ecopaís, las variantes de bajo octanaje más consumidas en Ecuador, está próximo. El Gobierno tiene previsto eliminar parte de los subsidios en solo cinco días. Actualmente, el precio por galón de estas gasolinas es de US$2,46; con el incremento propuesto alcanzará los US$ 2,72.

El aumento se espera en medio de la preocupación de los distribuidores de gasolina. El gremio, compuesto por más 1.250 propietarios de estaciones de servicio, expresa su inquietud por la paradoja que representa el inicio de la eliminación de los subsidios: mientras aumentan los costos de operación, se reduce su margen de ganancia, el cual se ha mantenido congelado por más de dos décadas: 16 centavos por galón, que deben compartir con los distribuidores y transportistas.

En todo caso, nadie menciona la situación económica de este sector —que asegura emplear a más de 20 mil personas—, al menos no en los diversos pronunciamientos de sectores políticos y sociales en respuesta a la decisión del Gobierno de eliminar los subsidios.

Según datos de la Cámara Nacional de Distribuidores de Derivados de Petróleo del Ecuador (Camddepe), mientras se ha mantenido congelado en 6 centavos el margen de ganancia, los comercializadores necesitan más y más capital de trabajo para comprar cada tanquero de gasolina extra, que pasó en estas últimas dos décadas de 12 mil, a 25 mil y ahora, con los nuevos precios, costaría a 30 mil dólares.

A estas facturas también se suman los contratos de servicios de guardianía privada para evitar el actual clima de inseguridad y de violencia criminal que ha sido catalogado por el Gobierno como conflicto armado interno, pero sin militarizar la seguridad de las instalaciones y los entornos de las gasolineras.

NEGOCIO EN RIESGO

El presidente de la Camddepe, Ivo Rosero, indicó que todo el gremio siente incertidumbre. Según Rosero, más del 50% de los miembros apenas logra cubrir sus costos de operación, sin obtener prácticamente ganancias.

“Más de 600 estaciones de servicios estamos trabajando del punto de equilibrio hacia abajo porque se congelaron nuestro margen en el 2003, entonces, mientras más sube el precio de combustible, más perdemos”, lamentó Rosero antes de recordar que durante el Gobierno anterior los distribuidores hicieron cinco plantones ante el Palacio de Gobierno.

El representante gremial también advirtió que se podrían intensificar los despidos en zonas donde un margen de ganancia diferenciado es crucial, debido a los altos costos de transporte de combustibles. En Pichincha y Guayas, por ejemplo, el costo de transporte por cada galón es de un centavo. En Napo, Carchi e Imbabura sube a 4 centavos; y, en Manabí a 7 centavos.

«Esta diferencia de precios», señaló Rosero, «representa un subsidio al transporte de entre 70 y 150 mil dólares al año, que asumen las propias gasolineras, destruyendo sus utilidades». Agregó que “para alargar la decisión final que podría ser el cierre se han endeudado en forma muy grande, los que pudieron con los bancos y los otros con las comercializadoras”.

COMPORTAMIENTO USUAL

En un recorrido por gasolineras ubicadas en el norte de Quito se verificó que no existe un movimiento inusual de consumidores en procura de abastecerse de combustible.

Uno de los responsables de estas estaciones y expresidente de la Cadempe, Oswaldo Erazo, atribuyó esta situación a la falta de una confirmación definitiva sobre la fecha para la primera eliminación parcial de los combustibles, anunciadad para el lunes próximo.

«No se observa un comportamiento anómalo; todo sigue dentro de la normalidad. El momento en que digan ‘va a subir el precio mañana’, es cuando se va a aprovisionar aprovechando el precio más bajo del día anterior o de dos días antes”, indicó Erazo.

De manera coincidente, los cinco ciudadanos consultados por Ecuador Chequuea mientras se abastecían de gasolina sus vechiulos declararon que sí conocían sobre el incremento de precios anunciados por los próximos días e incluso anticiparon que en la víspera volverán a reabastecerse.

“A estas alturas, todos estamos anticipados. Y lo mejor es estar atentos, organizarse y venir temprano el día anterior, para no perde mucho tiempo”, dijo Carlos Loza, quien utiliza su vehículo Susuki Forza de los años noventa para dirigirse todos los días, excepto el jueves por las restricción pico y placa, a trabajar en una oficina jurídica.

“Yo, hasta no ver en la máquina dispensadora el nuevo precio, no creo que se vaya a subir. Hasta el último momento Noboa puede dar marcha atrás para quedar mal con el FMI, pero bien con los electores para la reelección. Todo puede suceder en este año preelectoral”, dijo John, un empresario de 29 años, mientras su conductor particular recibía el comprobante de 128 dólares por llenar con gasolina súper su flamante todo terreno verde marca Mercedes Benz GLE Class.

MECANISMO DE REVISIÓN

Consultados sobre el estado en que se encuentran las solicitudes del gremio distribuidor, fuentes de los ministerios de Energía y de Finanzas indicaron a Ecuador Chequea que en última instancia se trata de una decisión del presidente o “Ejecutivo de turno”; en este caso, de Daniel Noboa. 

Recordaron, además, que tras los cuatro plantones que durante el Gobierno anterior realizaron los distribuidores, se hizo un estudio en el que se determinó la vialibildiad de aplicar el método de Costo Promedio Ponderado al Capital (WACC por sus siglas en inglés). Sin embargo, no se ha llegado a tomar una decisión.

El presidente del gremio confirmó la existencia de ese estudio y agregó que el uno de marzo de este año, el entonces Viceministerio de Hidrocarburos se compromentió a tomar en cuenta el denominado método WACC para dar luz verde al pedido de revisión de margen de ganancia.

“Con el Método WACC en el Gobierno anterior ya se había determinado que el ajuste mínimo para poder sobrevivir sería de 6 centavos adicionales por galón, lo cual todavía está lejísimos de lo que era nuestro margen en 2003, que era del 18% cuando era porcentualizado, y ahora un margen fijo de 6 centavos que es el equivalente de 5% de margen bruto”, lamentó Rosero. Con esa misma fórmula, indicó, ahora deberían aumentarles el margen en 2 centavos y en los próximos meses, paulatinamente un centavo adicicional hasta alcanzar los 6 centavos adicionales.

SALE DEL PAÍS

En medio del ambiente de incertidumbre expresado por el gremio de las estaciones de servicio, la semana pasada se confirmó que Terpel, una de las comercializadoras más grandes del país, con 106 estaciones de servicio, se retira después de 18 años.

“No hemos tenido contacto directo con Terpel, pero es un poco obvio. Si tiene un país en el que está ganando de 33 a 35 centavos por galón en sus gasolineras, para qué se va a quedar en otro país, como el nuestro, en el que gana 16 centavos. No llamaría la atención que por esta razón Terpel haya decidido salir del país y enfocarse en sus negocios en Colombia y en Panamá, para quedarse acá solo con el negocio de aceites”, comentó Rosero.

UN POCO DE HISTORIA

Al concluir el primer semestre del 2024 también llega a su fin una de las etapas más complejas, polémicas y sensibles en la historia del país desde el retorno a la democracia, a fines de los años 70. El próximo 1 de julio finalizará un período de más de cuatro décadas en el que se ha vendido gasolina a un precio inferior al real, una diferencia que el Estado ha cubierto mediante subsidios, lo que ha generado un gran costo para las finanzas públicas.

Se trata de una medida que ningún Gobierno ha podido implementar, debido a la sensibilidad que ocasiona en la economía de millones de ecuatorianos y por las protestas que ha generado su solo anuncio. 

El último en intentarlo fue el Gobierno de Lenín Moreno, en octubre de 2019, pero dio marcha atrás tras dos semanas de protestas que paralizaron al país y que requirieron la mediación de la ONU para su término. Ahora, el Gobierno de Daniel Noboa ha ordenado eliminar los subsidios con el mismo argumento que presentaron, sin éxito, anteriores gobiernos: que los subsidios en cuestión se destinan en gran medida a quienes no los necesitan, facilitan el contrabando hacia países vecinos, distorsionan la economía nacional e impiden que millones de dólares se destinen a políticas sociales en educación y salud. 

Te puede interesar:

· Declarar la incapacidad mental de un presidente es un camino complejo

· Extra habría publicado que The New Yorker filtra audio de entrevista a Noboa

· Jon Lee Anderson habría dicho que Noboa olía a licor y que es un pobre acomplejado