Durante su comparecencia ante la Comisión de Fiscalización, el Canciller aseguró que hubo muchas inconsistencias en el relato del exembajador argentino sobre la fuga de la exministra María de los Ángeles Duarte.

El canciller ecuatoriano, Juan Carlos Holguín, aseguró hoy que, por lo menos, hubo negligencia de la Embajada argentina en Quito sobre la fuga del país de la exministra del correísmo María de los Ángeles Duarte; y, en el peor de los casos, hubo complicidad de la representación diplomática. 

Duarte, sobre quien pesa una sentencia a ocho años de prisión por cohecho, por su participación en el caso ‘Sobornos’, que involucra al expresidente Rafael Correa y varios de sus colaboradores, se encontraba refugiada junto a su hijo en la Embajada argentina desde el 2020, para evadir la orden de prisión en su contra. Ayer se conoció que la exfuncionaria dejó la sede diplomática y que se encuentra en Caracas, Venezuela.

Holguín compareció ante la Comisión de Fiscalización de la Asamblea para explicar los detalles de la fuga de Duarte. Aseguró que la exministra estaba bajo jurisdicción argentina y que el término “escape” fue usado por el propio embajador Gabriel Fuks, al comunicar a los funcionarios ecuatorianos que no encontraba a Duarte en la Embajada. “Fuga es el término correcto para hablar de lo que ha sucedido”, manifestó. 

Por su parte, el vicecanciller Luis Bayas, al detallar la conversación que mantuvo con el exembajador Fuks para conocer cómo se habían dado las cosas, aseguró que él le había contestado —de manera altanera— que “él no es carcelero de nadie y que no tenía como función vigilar a nadie”. Agregó que no pudo precisar la hora y el día en que vio por última vez a Duarte en la Embajada.

Para el Canciller, la información proporcionada por Fuks cuando dialogó personalmente con él presentaba inconsistencias con relación a lo manifestado en un primer momento. Por ejemplo, que no tenía claro si vio por última vez a Duarte el jueves, el viernes o el sábado. O sobre cuándo informó de la fuga a su Canciller para que este, a su vez, comunicara a su par ecuatoriano. Además de que se negó el acceso a los videos y a la bitácora de seguridad de la Embajada. “Ante las inconsistencias de toda la información recibida y analizada, es evidente que, en el mejor de los casos, dado que la señora estaba en un proceso de asilo en la residencia argentina, no sólo hubo negligencia en el cuidado de la señora Duarte, sino que, en el peor de los casos, hubo complicidad y quiero decirlo de manera directa”, dijo Holguín.

Los asambleístas 

El debate entre los legisladores se centró en si procedía el asilo político por razones humanitarios a Duarte, si se le debía otorgar el salvoconducto para que salga de la Embajada, o si su caso es o no una persecución política, como aducen los correístas.

Holguín aseguró que la doctrina internacional señala que el asilo no puede beneficiar a una persona con una sentencia en firme por actos de corrupción, y que el país otorgante (en este caso, Argentina) tampoco debía darle ese beneficio. 

Bruno Segovia, independiente, criticó que el Gobierno ecuatoriano haya declarado persona no grata a Fuks, ya que la indignación debe ser con quienes no hicieron nada para detener a Duarte; es decir, la Policía. Por su parte, Pedro Velasco, independiente, dijo que la exministra tiene una sentencia en firme y debía responder ante las instancias judiciales, por lo que resulta cuestionable que se argumente que se trata de una persecución política o que se quiera recurrir al asilo para evadir la justicia y cumplir con la sentencia. 

Sin embargo, la legisladora correísta Gabriela Molina aseguró que Duarte era huésped de la Embajada argentina por razones humanitarias. Su coidearia Sofía Espín agregó que la exministra tenía asilo diplomático y que el Gobierno, al no darle el salvoconducto, le convirtió en una “rehén y perseguida política”. 

La sesión de la Comisión se declaró reservada para que Holguín pudiera dar otros detalles de este caso y luego se esperaba la comparecencia —vía Zoom— del ministro del Interior, Juan Zapata. 

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