Los conductores que excedan los límites de velocidad dentro de Quito enfrentarán sanciones severas, incluyendo cárcel, anticipó la AMT. El anuncio ha causado sorpresa y preocupación entre los conductores, quienes piden más claridad y mejor señalización en las calles.
La de hoy parecía una mañana típica en las congestionadas calles de Quito. Sin embargo, muchos conductores de vehículos particulares aún estaban sorprendidos con la noticia que circulaba rápidamente desde la víspera: a partir del próximo lunes, agentes de tránsito estarán armados con radares portátiles, listos para sancionar con tres días de cárcel a aquellos que excedan los límites de velocidad.
La reacción inicial fue de sorpresa. «Primero me pareció una broma», comentó Javier, un taxista que trabaja en la ciudad desde hace más de una década. Pero a medida que la información se difundía, la preocupación y el miedo comenzaron a instalarse. Muchos conductores se enteraron de la noticia apenas ayer por la tarde o la noche, mientras que otros lo supieron esta misma mañana al encender la televisión o revisar sus redes sociales.
La conversación en las calles cambió rápidamente de la incredulidad al miedo. «¿Dónde controlarán con esos radares?», se preguntaba Mariela, quien conduce a diario desde Calderón, en el norte, hasta su trabajo en el centro histórico. Las dudas no cesaban: «¿Serán estos operativos sorpresivos?», «¿Mejorará la señalización de los límites de velocidad?», preguntaban otros ciudadanos consultados por Ecuador Chequea.
La incertidumbre reinaba entre los conductores, quienes se quejaban de que ahora no sólo deberán lidiar con el tráfico habitual, sino también con la posibilidad de enfrentar severas consecuencias por exceder el límite de velocidad, algo que muchos consideraban un riesgo constante en las caóticas vías de Quito.
Ocho de los 10 conductores consultados coincidieron en que no apoyan los controles de velocidad en las vías cada vez más lentas dentro de la ciudad, pero sí fuera de ella, donde hay más casos de irrespeto a los límites, como en la avenida Simón Bolívar.
Asimismo, de forma mayoritaria, los conductores no sólo lamentaron la falta de señalización adecuada, sino también de nuevos pasos a desnivel o puentes para superar tramos donde cada día se registran congestiones en vías que son de circulación rápida como la avenida Mariscal Sucre.
Ramiro Pallo, conductor desde hace 11 años en la cooperativa Sunex, en el sector de El Condado, manifestó que “el cliente se va a quejar aún más que ahora”. “Si ahora el tráfico avanza muy lento y hay poquísimas partes donde se puede avanzar breve, con esto de los radares va a ser peor. Ahora ya no se va a poder avanzar en ningún lado dentro de la ciudad”.
“Yo sí estoy de acuerdo, pero que se haga fuera de la ciudad. No estoy de acuerdo que se les avise dónde y a qué horas, pero que sean en donde hay bastantes conductores que van a toda velocidad sin importar nada. Pero no estoy de acuerdo que se hagan aquí adentro, en los únicos tramos que en algo alivian la congestión”, comentó el ciudadano Brandon Gavilánez.
Similar criterio expresó Leonardo Plaza: “Hay demasiada velocidad con consecuencias fatales y es por eso que yo sí apoyo que se hagan estos controles, pero que sean sorpresivos, sin previo aviso. Lo que no estoy de acuerdo es con la cárcel. No habrá lugar que alcance, excepto si todos los detenidos van al estadio Olímpico Atahualpa. Entonces, esto es absurdo, por decir lo menos. Está bien que sea una multa, fuerte si se quiere, pero no este absurdo de la prisión”.
“Una que está en el volante todos los días puede decir con una certeza casi del 100% que esos problemas que quieren controlar con esos radares tipo pistola, como en las películas, no se dan dentro de la ciudad. Si aquí todo está congestionado y una se demora muchísimo en atravesar la ciudad por la 10 de Agosto, peor por la 6 de Diciembre y ni se diga por la Amazonas. Esto debe hacerse en la Simón Bolívar y las periféricas”, comentó María Faz, conductora de uno de los taxis de la cooperativa Occidental.
Faz también cuestionó que todo el personal y recursos que se van a destinar para estos nuevos controles de velocidad no se los destine a combatir la delincuencia en tramos donde, precisamente, los vehículos quedan atrapados en la congestión, por ejemplo en el tramo norte-sur de la avenida Mariscal Sucre, comprendido entre el túnel de San Roque y la avenida 24 de mayo.
Eran apenas las primeras expresiones que los sorprendidos conductores daban a Ecuador Chequea la mañana de hoy al ser consultados sobre estos nuevos controles anunciados oficialmente por la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT). Hasta el cierre de esta nota, su titular, Washington Martínez, no respondía un pedido formal de información sobre las estadísticas tanto de excesos de velocidad como los tramos de vías en donde se producen estos casos.
También esperábamos una información respecto a los planes de inversión en señalética de los límites de velocidad. Por ahora, el organismo señala que el objetivo de estos nuevo tipo de operativos de control, con radares en mano, es prevenir y reducir la cantidad de siniestros que dejan personas heridas o fallecidas en las vías.
ZONAS
De acuerdo con los anuncios de la AMT, los radares portátiles con los que los agentes realizarán los controles tienen una cámara avanzada que capta imágenes de alta calidad, sin importar la distancia.
Además, la entidad ha descartado que los operativos se realicen sin orden de servicio, es decir, de forma sorpresiva o con agentes de tránsito escondidos detrás de un árbol.
La AMT también ha aclarado que los operativos se planifican bajo tres criterios. El primero, que debe ser socializado con anticipación. El segundo, no se ejecutan en sectores con pendientes. Y tercero, las zonas deben contar con señalización vertical y horizontal.
Así, para los primeros operativos previstos para el lunes, la AMT indica que anunciará con anticipación dónde se realizarán. Sin embargo, aclara, que el día y la hora queda a discreción de las autoridades.
La Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) ha anunciado que los agentes de control de tránsito realizarán operativos en las siguientes vías:
– Avenida Simón Bolívar
– Cóndor Ñan
– América, entre Naciones Unidas y Mariana de Jesús
– Avenida Córdova Galarza
– Mariscal Sucre, entre El Bosque y Mariana de Jesús
– La Prensa
– Eloy Alfaro
– 6 de Diciembre
– El Inca
LAS SANCIONES
La AMT ha aclarado que a partir del lunes, los conductores de motos y vehículos livianos que excedan los 50 km/h en las vías urbanas de Quito, y alcancen velocidades de hasta 60 km/h, enfrentarán una multa de 138 dólares, equivalente al 30% de un salario básico.
Los conductores que superen los 60 km/h en vías urbanas de la capital serán sancionados con tres días de cárcel, una multa de 460 dólares y la reducción de 10 puntos en su licencia de conducir, según la AMT, que cita el literal 6 del Código Orgánico Integral Penal (COIP).
En las vías perimetrales, el límite de velocidad para autos livianos y motocicletas es de 90 km/hy. En las rectas, el límite máximo es de 100 km/h. Si se supera la velocidad de 135 km/h, el conductor puede ser multado por exceder el rango moderado, de 120 km/h.
LAS DETENCIONES
Las personas que resulten detenidas serán enviadas al Centro de Detención de Infractores de Tránsito (CDIT) ubicado en el norte de Quito, anticipa la AMT.
Fuentes de la AMT confirmaron a Ecuador Chequea que dicho centro está “casi al límite de capacidad”, debido a la gran cantidad de infractores por exceso de velocidad. En ese sentido, aclararon, si la entidad hiciera operativos intensivos e incluso “de mediana intensidad”, no habría espacios para llevar a tantos detenidos.
También aclararon que no tienen la potestad legal para trasladar a los infractores a la cárcel de Latacunga u otros centros de rehabilitación social del país. Esta decisión recae en los jueces de tránsito, quienes pueden optar por enviar a los infractores a Latacunga si el número de detenidos supera la capacidad del CDIT, ubicado en el pasaje N3A y Vicente Paredes, en Calderón.
CRITERIO EXPERTO
César Arias, consultor internacional de movilidad e impulsor del Trolebús quiteño, formuló tres cuestionamientos técnicos a la forma en la que las autoridades están organizando los nuevos operativos con radares móviles.
Primero, la actual señalización de las vías y señales de tránsito no cumple con los parámetros mínimos de cantidad ni de calidad. En pocas palabras, no solo son insuficientes e inadecuadas, sino que algunas incluso son contradictorias, especialmente en las principales vías rápidas, como la Mariscal Sucre y la Simón Bolívar.
Segundo, la estrategia actual de anticipar dónde y cuándo se realizarán los operativos no contribuye a fomentar una cultura de respeto a las normas viales por parte de la ciudadanía: “La gente debe conducirse a una velocidad máxima sin necesidad de que le estén controlando, pero tenemos un problema de una deficiencia señalización muy marcada. En una misma vía tenemos una cantidad de señales que son contradictorias. Y ahí debe estar clarísimo el límite”
Tercero, Quito aún tiene pendiente actualizar los límites de velocidad con criterios técnicos ajustados a la realidad de las vías y sus entornos, y con un análisis de la conducta de los conductores.
«Va a haber una discrecionalidad de quienes controlan. Y eso no es correcto. Debe existir un proceso técnico de definición de la velocidad máxima a la que se debe circular. La señalización es vital y, lamentablemente, no se toma en cuenta. En la Simón Bolívar se sigue manteniendo un sistema de señalización deficiente y debe ser absolutamente respetable, respetada, uniforme, que guarde las normas internacionales de señalización, que sea visible para los usuarios y que responda a la realidad. Si pongo una señal que no corresponde a la realidad, nadie la va a respetar», indicó.
“Es absolutamente válido, pero en lo que no estoy de acuerdo es en que se le mande a prisión a una persona por haber excedido la velocidad. Es algo absolutamente excesivo. Se puede cobrar multas económicas, pero no pasar por la prisión, que me parece espeluznante”, acotó el experto en movilidad.
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