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jueves, diciembre 4, 2025
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Gobierno negocia la operación de Coca Codo en medio de alertas técnicas

Un acuerdo preliminar entre Ecuador y Power China podría delegar la operación y mantenimiento de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair.

POR: Juan Camilo Escobar

El posible traspaso de la operación y el mantenimiento de la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair a la empresa estatal china Power China ha reactivado el debate sobre los riesgos técnicos y estructurales de la planta, la más grande del país. 

De acuerdo con el ingeniero eléctrico Luis Ayala, analista en infraestructura energética, la central enfrenta fallas crónicas y un proceso de erosión regresiva que, de no resolverse, podría dejar inoperativa su toma de agua en menos de tres años.

“Una central como Coca Codo no va a durar más de tres años, si no se hace algo. Ya no va a poder descargar y tienen que hacer un túnel de descarga”, advirtió Ayala, al explicar que la erosión en el cauce del río Coca continúa avanzando, pese a las barreras de contención. “El problema ahí es que la toma de agua va a quedar en el aire”, dijo.

El gobierno de Daniel Noboa, según anunció esta mañana la ministra de Relaciones Exteriores, Gabriela Sommerfeld, está negociando con Power China delegarle la operación y mantenimiento de la planta, construida por su filial Sinohydro y actualmente en disputa judicial con el Estado ecuatoriano por defectos constructivos.  

Aunque las autoridades, tanto de la Cancillería como del Ministerio de Energía, aún no han revelado los términos del acuerdo, Ayala sostuvo que la decisión tiene un trasfondo político, pero podría representar una alternativa viable, si se establecen condiciones técnicas claras. “Me parece una buena decisión, pero habría que ver en qué términos está ese contrato”, afirmó.

El ingeniero detalló que operar la central implica mantener su funcionamiento diario: gestión del personal técnico, limpieza de canales y control de tableros. El mantenimiento, en cambio, comprende obras mayores, como la construcción del túnel de descarga —de aproximadamente 7 kilómetros— y la remoción de sedimentos del reservorio, actualmente colmatado y sin capacidad de regulación.

Ayala aseguró que la central fue mal concebida desde su diseño. Según explicó, fue pensada para operar como una planta de pasada, sin embalse, con una capacidad real de generación de 800 megavatios. La ampliación a 1.500 megavatios dependía de un “embalse compensador” de un día, que hoy está inservible. “Ya no puede dar más allá de 800, y a veces hay que parar la central en invierno porque arrastra demasiada tierra, y en verano porque no hay agua”, dijo.

“LA EROSIÓN REGRESIVA”

La erosión regresiva, provocada tras el colapso natural de la cascada de San Rafael, en 2020, representa una amenaza directa a la infraestructura de captación de agua de la planta. Aunque se han instalado pantallas hidráulicas de contención, Ayala explicó que estas son de corta duración y podrían fallar por efecto de socavación. “Se produce un remolino que va socavando el fondo hasta que el agua pasa por debajo. Es lo que sucedió también en la cascada de San Rafael”, advirtió.

En este contexto, la semana pasada esta central estuvo fuera de operación durante casi 96 horas, debido al exceso de sedimentos en el agua del río Coca, provocado por intensas lluvias en la región amazónica. La paralización comenzó la tarde del 2 de julio y se extendió hasta el 4 de julio, aunque la planta retomó operaciones de forma progresiva a partir del 5.

Coca Codo Sinclair representa hoy un componente esencial del sistema eléctrico ecuatoriano. Sin embargo, Ayala advierte que su aporte es variable y no garantiza energía firme, que es la que puede estar disponible de forma continua. “En este momento, los apagones se dieron porque no existía suficiente generación termoeléctrica. Las hidroeléctricas no funcionan todo el tiempo. Todo depende del caudal y de la época del año”, concluyó.

EL ACUERDO

La canciller Sommerfeld presentó la propuesta de traspaso de Coca Codo Sinclair a Power China como uno de los principales resultados de la reciente visita oficial del presidente Noboa a China. En declaraciones a Teleamazonas, Sommerfeld informó que se alcanzó un acuerdo preliminar para un aporte financiero de 400 millones de dólares por parte de Power China, que se desembolsará progresivamente hasta diciembre de 2026.

El convenio fue firmado por las ministras de Energía, Inés Manzano, y de Finanzas, Sariha Moya. Sommerfeld explicó que “hay un acuerdo que se está trabajando y que, de hecho, fue firmado con la ministra de Energía y la ministra de Finanzas para que se haga cargo esta empresa de lo que es la operación y mantenimiento de Coca-Codo.” A juicio de la canciller, “esto es algo muy bueno para el país.”

Frente a preguntas sobre los detalles técnicos del acuerdo, incluyendo problemas históricos como las fisuras estructurales detectadas desde el inicio de operaciones de la planta en 2016, o la erosión regresiva en la cuenca del río Coca, Sommerfeld evitó profundizar: “Es un tema técnico, yo le doy información macro de las cosas importantes que han sucedido”.

Sommerfeld tampoco proporcionó mayores detalles sobre los términos específicos del acuerdo, que aún permanece en negociación. Tampoco se refirió a cómo impactaría el litigio en curso contra Sinohydro, filial de Power China, sobre la posible delegación.

En cualquier caso, la autoridad de la materia, la ministra Manzano, tampoco aclaró el alcance de este anuncio. Hasta el cierre de esta nota, la funcionaria no respondía un pedido de información respecto a estos asuntos y, sobre todo, el impacto de este acuerdo en los procesos legales del Estado en contra de Power China. 

El Ministerio no respondió sobre el modelo contractual previsto (como concesión u operación directa), cronograma y uso del aporte financiero, posibles impactos del arbitraje internacional vigente contra Sinohydro, y documentos técnicos sobre cómo se abordarán los problemas estructurales de la planta.

La funcionaria tampoco ha respondido si las negociaciones actuales son una continuación o una modificación de los diálogos iniciados durante el gobierno de Guillermo Lasso, que en 2022 firmó un memorando de entendimiento con Power China. Sin embargo, esas conversaciones se estancaron por desacuerdos técnicos y económicos.

FRASE

«Una central como Coca Codo no va a durar más de tres años si no se hace algo. La toma de agua va a quedar en el aire».

Luis Ayala, ingeniero eléctrico, analista de temas de infraestructura energética.

UN DATO:

Construida entre 2010 y 2016 por la empresa china Sinohydro, la central Coca Codo Sinclair ha sido objeto de múltiples cuestionamientos técnicos desde su inauguración, incluyendo fisuras en las turbinas, problemas de sedimentación y una erosión progresiva en el cauce del río Coca. A pesar de su capacidad instalada de 1.500 megavatios, expertos aseguran que opera, en la práctica, con sólo 800 debido a limitaciones estructurales. El acuerdo con Power China representa tanto una oportunidad como un riesgo, al no haberse resuelto aún los problemas legales ni técnicos que arrastra la planta.

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Juan Camilo Escobar
Juan Camilo Escobar
Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Central del Ecuador y Magíster en Periodismo Digital por la UDLA. Más de una década de experiencia cubriendo política local para Diario La Hora, también ha cubierto fuentes políticas, económicas y judiciales para Ecuadoradio, Radio Sonorama, Red Informativa Bolívar, Sistema Radial Colón y Corape.

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