Pese a una ligera recuperación en marzo pasado, las ventas de vehículos acumulan una baja de 18,6% desde julio del año anterior, según cifras oficiales. El desplome en las ventas alcanzó el 13.5% al cierre del 2023.
Si General Motors (GM) estornuda, América (en referencia únicamente a Estados Unidos) sufre una gripe. Esta analogía fue utilizada en la década de 1980, ilustraba la importancia crucial de la industria automotriz en la economía y el empleo estadounidense. Aunque Ecuador no cuenta con una tradición automotriz centenaria, el país mira con preocupación por el cierre inminente de la planta ensambladora de la multinacional en Quito, que ha operado durante cuatro décadas por GM OBB del Ecuador, así como la actual situación de baja de ventas en el sector automotriz.
La planta no es una instalación industrial cualquiera. Es el principal actor del sector automotriz en Ecuador, el cual emplea directa e indirectamente a más de 100.000 personas y contribuye con al menos 1.000 millones de dólares en impuestos cada año, según estadísticas oficiales.
Además, los ejecutivos de las concesionarias del gremio automotriz dan al consumidor una bienvenida no oficial a la clase media al entregarle la llave de su vehículo adquirido, después de pagar 23 impuestos que pueden aumentar el costo del automotor entre un 40% y un 60%.
¿Cuál es el impacto del cierre de esta ensambladora y cómo se encuentra el sector automotriz?
Según datos de la Cámara de la Industria Automotriz Ecuatoriana, citados por General Motors, a marzo de este año, la planta de la multinacional representaba el 51% de los vehículos ensamblados por marcas en Ecuador.
En el primer semestre de 2024, la planta vendió 5.245 camionetas Chevrolet D-Max, lo que constituyó el 43% del total de los 12.177 vehículos de la marca comercializados en ese período. La Chevrolet D-Max también fue el vehículo más vendido en el mercado ecuatoriano durante ese tiempo.
El sedán Soluto de la coreana Kia ocupa el segundo lugar en ventas en el mercado nacional, con 3.678 unidades vendidas en el primer semestre de 2024, lo que representa el 64% de las unidades de la Chevrolet D-Max.
A pocos días del cierre de la planta, General Motors planea concluir la producción de las 8.200 unidades de la Chevrolet D-Max, con la previsión de cubrir la demanda hasta finales de este año o principios del 2025.
La compañía también ha anunciado su intención de comercializar un nuevo modelo 2025 “de nueva generación” de esta camioneta en el mercado ecuatoriano, aunque no ha especificado el origen de la producción de este nuevo modelo.
Sin embargo, el precio del nuevo modelo no será el mismo. Esto se debe a que el modelo actual tiene un “precio competitivo” gracias a que cuenta con un 19% de componentes nacionales, según la Cámara de la Industria Automotriz Ecuatoriana.
El cierre de la ensambladora se da porque General Motors está transformando su modelo de negocio en Ecuador y en Colombia. La compañía asevera que se está moviendo hacia la comercialización de vehículos y el servicio postventa, una estrategia que según ellos, responde a la necesidad de adaptarse a un mercado en constante evolución.
Además, GM OBB del Ecuador señala que su planta ha estado operando a una capacidad de solo entre 13% y 15%, una subutilización que no se puede ignorar.
Aunque para los ciudadanos consultados por Ecuador Chequea en las calles de Quito sugieren razones adicionales para este cierre. Dicen que observan un aumento notable en la circulación de vehículos de origen chino, que suelen tener un precio relativamente más bajo, lo que podría estar afectando la demanda de otros vehículos, incluidos los ensamblados por GM y otras plantas ensambladoras.
Sin embargo, las estadísticas oficiales muestran que no sólo General Motors, sino todo el sector automotriz, enfrenta un desplome generalizado en las ventas desde julio del 2023. En esa fecha este declive de ventas empezó en un contexto de incertidumbre política sin precedentes en el país, tras la disolución de la Asamblea Nacional y la orden del entonces presidente Guillermo Lasso de convocar elecciones anticipadas.
El desplome en las ventas alcanzó el 13.5% al cierre del 2023. Con el inicio del nuevo año y el aumento de la violencia criminal, que llevó al Gobierno a reconocer un conflicto armado interno, la tendencia a la baja continuó. El gremio estima que 2024 cerrará con una reducción interanual de al menos el 15%.
El único mes de excepción a esta tendencia a la baja en la ventas fue marzo, el mes previo al alza del Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 12% al 15%. Así, a pesar de que en julio se registró un incremento de 3,5% respecto a junio, seguía siendo un 18,3% menos que el mismo mes del año anterior. Y la pérdida acumulada de ventas entre julio de 2023 y julio de 2024 asciende al 18,6%.
En este contexto, el gremio pone en segundo plano el posible impacto del TLC en comparación con la situación actual de la economía nacional, que sigue registrando bajos volúmenes de ventas, con la excepción de marzo.
El desplome de ventas no es la única preocupación que enfrenta el sector automotriz. El Gobierno de Daniel Noboa ha anticipado la posibilidad de eliminar la exoneración del Impuesto a los Consumos Especiales (ICE), calificándola como una “distorsión” de la que se benefician actualmente los vehículos microhíbridos, también llamados híbridos ligeros o mild híbridos (MHEV) de hasta 2.000 centímetros cúbicos.
El sector automotriz no enfrenta esta posibilidad con una sola postura, sino con las posiciones de dos gremios diferentes. Por un lado, los ensambladores han expresado que están de acuerdo con eliminar dicho beneficio tributario, que ha representado un doble impacto negativo, para ellos competir en condiciones desiguales y para el Estado dejar de percibir ingresos de al menos 25 millones de dólares en el primer semestre de este año.
Por otro lado, el gremio de los importadores y comercializadores expresan que eliminar este beneficio agravaría aún más la situación de un sector duramente golpeado por el desplome de ventas que inició en julio pasado. En este sentido, la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade) solicita al Gobierno que convoque a una mesa técnica para debatir los principales aspectos que regulan este tema
Acuerdo con China no cambia el actual panorama
La Aeade considera que la entrada en vigencia del acuerdo comercial entre Ecuador y China en mayo, que busca reducir los aranceles de importación de vehículos chinos, no tendrá un «cambio real» a corto plazo, sino a mediano plazo en el mercado automotriz nacional.
Esto debido a que durará más del doble de los cinco años que tomó la implementación de similar acuerdo con la Unión Europea, hasta llegar a 0% de aranceles. Así, entre 2016 y 2023, las ventas de vehículos europeos en Ecuador aumentaron un 549%, de 1.519 a 9.587 unidades vendidas, agregó el gremio.
En el caso del acuerdo con China, se prevé un período de entre 15 a 20 años, con reducciones anuales del 2,7% para reducir a 0% los aranceles de importación de vehículos chinos, que actualmente son de entre el 35% y 40%.
Por ahora, la primera reducción anual del 2.7% del «ya se licuó» frente al incremento del IVA al 15%, explica la Aeade.
Un síntoma de la situación económica
Consultado sobre esta situación, el analista económico y exministro de Finanzas, Carlos de La Torre, consideró que el desplome en las ventas de automotores representa únicamente un síntoma de una situación económica más grave en la economía nacional debido a una contracción en el gasto de los hogares. El experto atribuyó esta situación a una baja considerable en los volúmenes de inversión pública en los diferentes rubros de la economía nacional.
“La economía ecuatoriana está en un proceso de contracción. La gente ya no tiene dinero y está dejando de comprar, más aún productos de consumo duradero, que son lo último que va a comprar, porque sus recursos los va a destinar a productos de primera necesidad. Esto se traduce en que vehículos, teléfonos móviles, televisores caen notablemente en las ventas”, comentó el experto.
De La Torre también indicó que los precios relativamente menores de los vehículos importados desde Europa, en los que ya se aplica la desgravación arancelaria total del acuerdo entre Ecuador y la Unión Europea, no han sido suficientes para sostener las ventas del sector en el último año.
A pesar de este panorama y de la previsión de un cierre del 2024 con 15% menos de ventas, la Aeade cifra sus esperanzas en la próxima edición de su feria anual de su Auto Mundo, programada en Quito a partir del 29 de agosto.
Para esta feria, agrega el gremio, han confirmado su participación 36 marcas de vehículos que comercializan en la actualidad entre 200 y 220 modelos de todo tipo de vehículos.