La fuga fue en la línea de alta presión del sistema Power Oil, en el bloque 56. Nuevamente los pobladores afectados fueron los que pusieron la alerta, Petroecuador reconoció los hechos recién después de 12 días. ¿Es posible la remediación ambiental tras un hecho así?
Otro capítulo de una historia que se repite cíclicamente. El 25 de septiembre se registró un derrame de petróleo en el río Teteye, ubicado en Lago Agrio, capital de Sucumbíos, en la zona fronteriza entre Ecuador y Colombia. Los ciudadanos de Lago Agrio han venido denunciando sobre este derrame de crudo hace 10 días.
El combustible ingresó a la comunidad de Santa Cruz, por el río Aguarico, que viene del Teteye, asegura Donald Moncayo, coordinador de la Unión de Afectados y Afectadas por las Operaciones Petroleras de Texaco (Udapt). Y terminó desembocando en el río Napo, uno de los más grandes de Ecuador.
Petroecuador publicó, 12 días después del inicio del incidente, un comunicado en el que reconocieron el hecho e indicaron que continuarán con sus labores de limpieza y con el refortalecimiento de los puntos de control para mitigar las afectaciones generadas.
La estatal petrolera también señaló que la causa del derrame fue un presunto sabotaje dentro de la preferencia de paso de una de sus líneas de alta presión del sistema Power Oil. El Ministerio del Ambiente agregó que: “Se ha notificado al operador la ejecución de las actividades de contingencia, limpieza, remediación del área afectada y presentación del plan de emergencia respectivo”.
Impacto Ambiental
Los derrames de petróleo provocan graves afectaciones a los ecosistemas naturales, en especial los que ocurren en ríos, ya que son grandes suministros de agua para las comunidades y los organismos multicelulares.
César Dávila, especialista en fauna silvestre, dice que “es imposible hacer una restauración para el ecosistema porque el impacto ya está hecho. Lo único que van a quitar es el petróleo”.
“El petróleo y sus 3.800 derivados son los más grandes contaminadores del ambiente, sólo una gota contamina 48 litros. El río está contaminado, eso ya es irreversible, hay que limpiarlo, pero no se limpiará al 100%. El agua contaminada no sirve para nada”, indica Fausto Cando, magíster en ingeniería sanitaria y ambiental.
Los derrames de petróleo no son hechos aislados, pues son recurrentes en la historia del país. Por ejemplo, el 7 de abril del 2020, se produjo una erosión regresiva a causa del derrame de 15.800 barriles de petróleo. El hecho afectó al sector de San Rafael en Napo, según la Alianza por los Derechos Humanos Ecuador.
El 28 de enero del 2022, se rompió una tubería de Transporte de Petróleo OPC Ecuador S.A. Este incidente impactó al río Quijos, de acuerdo con la misma información presentada por el Ministerio de Energía y Minas.
Y también, el 14 de abril del 2022, se produjo un derrame de la estación Payamino, que afectó a Orellana, señaló el Colectivo de los Derechos Humanos (ProDH).
Responsabilidad legal
El sistema Power Oil funciona a través del “sistema de fluido motriz abierto, tiene la característica general de que todos los fluidos, de producción y de inyección, retornan mezclados a la superficie mediante la misma tubería”, aseguran Clark Plúa y Francisco Rivas en su proyecto denominado Análisis y optimización del sistema Power Oil del campo Lago Agrio.
Según el artículo 411 de la Constitución, “el Estado garantizará la conservación, recuperación y manejo integral de los recursos hídricos, cuencas hidrográficas y caudales ecológicos asociados al ciclo hidrológico. Se regulará toda actividad que pueda afectar la calidad y cantidad de agua, y el equilibrio de los ecosistemas, en especial en las fuentes y zonas de recarga de agua. La sustentabilidad de los ecosistemas y el consumo humano serán prioritarios en el uso y aprovechamiento del agua”.
Franklin Bucheli, director ejecutivo del Centro Ecuatoriano del derecho de manejo ambiental afirma que ante esta situación, hay planes de contingencia y planes de manejo. Dice que todas las empresas tienen la obligación de remediar, reparar e incluso tener contratado pólizas de seguro en caso de daños a terceros, porque muchas veces, esos daños son irreversibles en cuestiones de salud. Además, dice que el seguimiento que deben tener ha fallado.
*Esta nota fue realizada por Gabriel García e Israel Alminate, estudiantes de periodismo de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).