Esta decisión judicial obliga al Municipio a limpiar este histórico río. El Machángara presenta una gran contaminación. Ahora, se ha ordenado la implementación de un plan de descontaminación. Conozca qué significa la sentencia y qué implicaciones tiene.
Las aguas cristalinas y llenas de vida quedaron sólo en la memoria de las personas. Recuerdos de un tiempo en el que el río era un espacio en el que se podía bañar e incluso pescar, décadas atrás. Hoy, el Machángara agoniza en medio de las aguas contaminadas y la preocupación de expertos y de la gente.
Una sentencia emitida la semana pasada reafirma esta preocupación. Y es que el río Machángara, desde este 5 de julio, fue declarado sujeto de derechos tras la presentación de una acción de protección por parte de la sociedad civil ante la Justicia por las condiciones en las que se envuelve este afluente, tan relevante como histórico para la ciudad y el país.
Desde los Ilinizas vienen sus aguas que desembocan en varios ríos y afluentes antes de convertirse en el Machángara, limpias y transparentes. Sin embargo, este río se ha convertido por Quito en uno de los ‘botaderos’ de aguas residuales predilectos desde que la ciudad empezó a crecer, ya varias décadas atrás.
“Todas las aguas residuales de Quito terminan en el Machángara”, dice Verónica Arias, jurista experta en derecho ambiental y exsecretaria de Ambiente de Quito. “Hay fotos de cuando este río era un espacio de recreación en Quito, donde incluso se podía pescar. Hoy es un río sin vida”.
La experta cuenta que conforme ha ido creciendo la capital se hicieron desfogues que salían al río Machángara llevando todas las aguas servidas a su afluente; pero no sólo eso, sino que los aceites y detergentes también empezaron a llegar al río con el paso del tiempo. “Todo esto dio como resultado la situación actual del río. Ustedes pueden ver que el río lleva espuma, ese es el resultado de los detergentes y otros productos que llegan al río”, recalcó.
Este río ya ha muerto. Según la bióloga Carla Fernández, los ríos normalmente son característicos por la cantidad de vida que presentan, “generalmente de microorganismos y también de peces, anfibios y otro tipo de vida”. Pero en el Machángara hace ya varios años que no se detecta vida en grandes cantidades.
Según un estudio de la Universidad Central, este río ya no presenta la presencia de los microorganismos necesarios para mantener su equilibrio biológico. Tampoco hay peces, insectos beneficiosos u otro tipo de vida que se convierte en un termómetro de su estado.
“El río está muy contaminado por basura, aguas negras y otro tipo de químicos que llegan desde los hogares”. Fernandez, una vez más, repite: “Todo lo que los quiteños botan por el alcantarillado llega al Machángara. Y esto ya lo tiene en estado crítico”.
Para Arias, este es “un río muerto, casi sin oxígeno y por ende sin bacterias o vida”. Esto lo corrobora la bióloga, quien asegura que en el río solo se puede encontrar un 2% del oxígeno necesario para el desarrollo de la vida.
Asimismo, el Machángara cuenta con al menos 29 familias virales en su composición, que llevan consigo enfermedades que pueden infectar a animales y a personas.
Quito solo cuenta con una planta de tratamiento de aguas residuales, las mismas que desembocan en el río. Esta, sin embargo; sólo alcanza a procesar alrededor del 3% de estos líquidos. Esto, en otras palabras, quiere decir, que entre el 97% y 99%, según datos del estudio, de aguas que llegan al Machángara lo hacen sin ningún tipo de tratamiento, contaminando más y más el agua que recorre la ciudad de sur a norte.
El río Machángara, antes de tomar ese nombre, se junta con el río Pita y desemboca en el río San Pedro y en el Guayllabamba, que termina alimentando a su vez al río Quininde y Esmeraldas, antes de llegar al océano Pacifico. Es decir, los mismos residuos de las casas de Quito llegan al mar por estas rutas, sin ninguna consideración previa y sin acción del Municipio capitalino.
Este es justamente el alegato presentado por organizaciones sociales el pasado 28 de mayo para la acción de protección que, hoy, cuenta una victoria.
Resolución
La jueza a cargo del proceso legal aceptó la acción de protección emprendida por organizaciones sociales el 5 de julio. En su dictamen, como se mencionó, previamente, la magistrada declaró al río Machángara como sujeto de derechos.
En su sentencia, la jueza determinó que el Municipio de Quito es responsable de las vulneraciones de los derechos del río por la gran contaminación que presenta. Como resultado de esta decisión, se ha ordenado la implementación de un plan de descontaminación, siguiendo los precedentes establecidos por la sentencia del río Monjas al norte de la ciudad. Este plan debe incluir medidas específicas para reducir los niveles de contaminación, además de considerar soluciones alternativas y sustentables para el tratamiento de aguas.
De este modo, la sentencia del río Machángara se suma a un listado de decisiones judiciales que hacen prevalecer la Constitución de Ecuador, que se convirtió en la primera que reconoce los derechos de la naturaleza en el mundo.
Para Franklin Buchelli, abogado ambiental, esta decisión marca un precedente de jurisprudencia para que los ríos en el país sean considerados como sujetos de derecho y para que los gobiernos, tanto nacional como locales, consideren el cuidado del ambiente y de los ríos, “ecosistemas tan importantes para el planeta y la vida”, como una prioridad.
Asimismo, Verónica Arias aclara que esta decisión de la justicia garantiza las condiciones de la Constitución garantista que posee Ecuador, “que se crea con jurisprudencia”.
¿Qué sigue?
Arias cuenta que lo que esta sentencia hace es obligar al Municipio a priorizar el tratamiento del río Machángara e incluirlo dentro del presupuesto anual del Municipio. Ella asegura que esto será complicado para un gobierno local en el que el ambiente no ha sido prioridad históricamente.
“En este caso también se habla de una descontaminación del río Machángara. Esto implica construir plantas de tratamiento para que todos los ríos afluentes del Machángara sean descontaminados antes de llegar al río”, dice. “Esto requerirá presupuesto disponible”.
Arias también aclara que en caso de que el Municipio no cumpla con esto, la ciudadanía podrá presionar con acciones legales e incluso “se puede aplicar algo que nunca se ha aplicado y es la solicitud de destitución por incumplimiento. Todo estaría en manos de la gente”.
Ecuador Chequea consultó al Municipio sobre sus posibles planes de acción ante esta decisión. Sin embargo, la Secretaría de Ambiente del Municipio aseguró que se realizará un conversatorio de medios para dar esta información y no dieron más detalles.
A través de sus cuentas oficiales, el Municipio informó que la Epmaps, encargada del tratamiento de aguas en la ciudad, ya tiene luz verde para avanzar con los estudios, diseños y búsqueda de financiamiento para la construcción de tres grandes Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales.
Una de estas plantas será ‘PTAR Quito’, que permitirá tratar un caudal de 4,38 m3/s de las aguas residuales de la población del sur, centro y centro norte del área urbana de la ciudad, que corresponde a la cuenca del río Machángara, a través de la intercepción y conducción de las descargas.
Esta planta requiere una inversión aproximada de $ 292,6 millones y permitirá ampliar la cobertura del servicio de tratamiento de aguas residuales de Quito en 49,49%. Además, este plan incluye otras plantas que permitirán procesar la mayor parte de aguas residuales de la ciudad.
En un comunicado, el Municipio aclaró que este plan ayudará con el tratamiento de aguas del Machángara; aunque no se dio ningún detalle de los plazos que representaría este plan.
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