Mientras más cerca está el día de las elecciones, la desinformación se replica con más contenidos para causar confusión en el electorado. En las últimas dos semanas, 9 de cada 10 publicaciones verificadas por Ecuador Chequea fueron falsas o engañosas.

Internet ha significado una puerta mucho más rápida y efectiva para que los seres humanos nos podamos comunicar. Sin embargo, con este canal de comunicación se ha logrado visibilizar un peligro al que hoy en día estamos expuestos por la manera tan rápida en la que podemos compartir contenidos gracias a la red.

La desinformación es un fenómeno que se ha vuelto más visible. Durante la época electoral ese tipo de contenido aumenta, amenazando los procesos electorales, la libertad de expresión y la democracia de un país. Este fenómeno está presente en todo el mundo, pero se hace más fuerte en épocas de crisis. Por ejemplo, las elecciones anticipadas en Ecuador son el escenario perfecto para que la desinformación haga de las suyas en el ciberespacio, que puede terminar afectando las decisiones que tome el electorado.

De acuerdo con la Guía práctica para organizaciones y cuerpos electorales de la Unesco y PortalCheck, la desinformación estará presente donde falte información en temas de integridad electoral. Por ello, cualquier cambio de normativa puede ser utilizada para desinformar, así como las dudas que algún candidato pudiera expresar públicamente.

Bajo esta premisa, en el país se han generado cientos de bulos que circulan en redes sociales con relación a lo que supuestamente han dicho los candidatos, su forma de financiarse o han generado desinformación sobre cómo se está desarrollando el proceso electoral por los fondos que se deben utilizar.

Entre el 12 y el 24 de junio, Ecuador Chequea verificó un total de 31 contenidos desinformativos. De estos, 45,16% fue falso, 41,9% engañoso, 9,6% impreciso y el 3,22% corresponde a un contenido inverificable. 

Uno de los temas de desinformación que más han tomado fuerza en redes sociales ha sido un video que aseguraba que el ministro de Salud, José Ruales, hace campaña por el correísmo, ya que en la grabación se escucha: “Estamos con el Ministerio de Salud y con el Gobierno Nacional trabajando juntos. Somos la cinco”. El clip hace referencia al movimiento político Revolución Ciudadana. Este contenido fue calificado como falso, ya que el video está sacado de contexto. Además, Ruales desmintió la grabación y aclaró cuál es el origen del video.  

Otros contenidos que han tomado fuerza han sido los calificativos con los que se han catalogado a cada uno de los precandidatos a la Presidencia de la República.

Por ejemplo, un post circuló en diferentes cuentas de Twitter mostrando una foto de Luisa González y Andrés Arauz en donde promovían su candidatura. En esta imagen se puede ver a González levantando la mano izquierda, haciendo referencia al número 5 —que corresponde a su movimiento— y a Arauz levantando solo cuatro dedos. En la descripción de las publicaciones se describe como ‘lelo’ al precandidato del correísmo a la Vicepresidencia y se lo señala de no poder poner el 5 con su mano. Calificamos este contenido como falso. Tras realizar un análisis con la herramienta Fotoforensics, se determinó que la imagen difundida en redes sociales fue modificada. 

También, se ha acusado a un precandidato sobre conducir en estado etílico. Una publicación en Facebook afirmó que Yaku Pérez causó daño en una propiedad privada porque manejaba ebrio. Este contenido es falso. El mismo video circula desde el 2021, cuando se desarrollaban las elecciones presidenciales. En ese entonces, Pérez aclaró que el video es del 2018, cuando fue víctima de un secuestro.

Igualmente, otro de los contenidos que se viralizaron en redes sociales fue un video publicado en TikTok, que asegura que Pérez es gay y que la relación con Manuela Picq fue fingida “para poder ganar las elecciones pasadas”. Además, alega que el precandidato presidencial habría recibido $4 millones de Guillermo Lasso para no pasar a segunda vuelta. Este video fue calificado como falso. Pérez desmintió estas aseveraciones en más de una ocasión. Pérez explicó que su relación no es fingida y que se mantienen desde el 2013.

Entonces, se puede observar que mientras nos acercamos más hacia el día de elecciones los contenidos desinformativos aumentan y cambian su estrategia, como en los casos analizados en los cuales se ha creado distintos calificativos hacia los diferentes candidatos.

“En los últimos años hemos visto cómo cada elección supone la actualización automática del software de la desinformación y la incorporación automática de nuevas formas, narrativas y formatos a las diferentes estrategias de propaganda digital”, detalla la fundación Telefónica sobre cómo actúa la desinformación en este período.

Esta organización recalca que estos rumores o bulos relacionados con las elecciones suelen presentarse a través de narrativas distintas y circular por distintas plataformas, sobre todo por las de mensajería instantánea, para que la persona que lo reciba sea atacada emocionalmente y replique el contenido, siendo así parte de la cadena de la viralización de la desinformación.

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