En la Procuraduría empezó una mediación con el consorcio fabricante, que en el 2014 pedía $2,8 millones por año y en diciembre de 2023 subió a $7 millones por año. Si falla esta opción, el Municipio anticipa un nuevo concurso.
El dicho popular ‘a confesión de parte, relevo de prueba’ se aplica a los primeros cuatro meses de operación del Metro de Quito, que empezó a funcionar el uno de diciembre de 2023 sin un contrato de mantenimiento “integral, permanente y de largo plazo” con el consorcio CAF, fabricante de sus 18 trenes.
La administración del actual alcalde, Pabel Muñoz, no sólo ha admitido que el Metro empezó a operar sin dicho contrato a largo plazo, sino que también persiste la necesidad realizar un concurso público internacional en caso de que no se alcance un acuerdo con el consorcio fabricante, el cual solicita 35 millones de dólares por el contrato en cuestión por un periodo de cinco años (7 millones por año), es decir 2,5 veces más que su cotización inicial, de 28 millones de dólares por 10 años (2,8 millones por año).
El propio alcalde Muñoz reconoció —durante la sesión del Concejo Metropolitano de este martes—, que la empresa Metro de Quito ha decidido convocar a un concurso público para contratar servicios de mantenimiento con el precio inicial.
“La posición ha sido que lo que está establecido en ese contrato del 2014, que es una cotización, supuso 15 puntos para definir al ganador de la venta de los trenes. Entonces, estamos diciendo que, en nuestra lógica jurídica, esto está vigente”, dijo Muñoz.
Esta determinación, según afirmó, surgió después de que se realizara un estudio de mercado solicitado por el Servicio de Contratación Pública (Sercop), en el cual, tras tres meses de espera, la empresa CAF informó sobre el nuevo precio.
”Se toma la decisión de subir el proceso al portal con la expectativa de que CAF pudiera presentarse, habida cuenta de que presentó una proforma cuando se compraron los trenes. No se presenta CAF, porque, a su juicio, no está ajustado al precio comercial”, sostuvo Muñoz. Esta previsión optimista, como reconoció el propio Muñoz, no se cumplió.
Para este fallido concurso para la adjudicación del mantenimiento por cinco años, al que el constructor CAF no se presentó, el directorio de la empresa Metro de Quito aprobó (resolución DEPEPMMQ-001-2024) el cuatro de marzo anterior un monto máximo de 13,9 millones de dólares.
Entonces, ¿cómo y cuándo se contratará dicho contrato?
Depende de una segunda negociación que esta mañana empezaron esta mañana la Empresa Metro de Quito y el consorcio fabricante del Metro, CAF, ante la Procuraduría General del Estado, confirmó esta misma tarde a Ecuador Chequea la Empresa Metro de Quito.
Por razones de estrategia de ambas partes, indicaron las fuentes consultadas, no se pueden anticipar detalles de sus posiciones respecto a los “valores referenciales”, montos, así como condiciones y términos del servicio. Sólo una vez que se haya concretado un acuerdo, este será puesto a consideración del Pleno del Concejo Metropolitano, para su aprobación definitiva.
Por ahora, Muñoz no ha vuelto a emitir un pronunciamiento al respecto, Pero, en la sesión del Concejo del martes se mostró confiado y declaró de que, hasta finales de junio o inicios de julio, se concretaría dicha contratación. Para ello, agregó, confía en que el Pleno del Concejo apoye una resolución —que prevé presentar en los próximos días— para que se autorice una mediación con el consorcio CAF, que «servirá para poder llegar a un acuerdo sobre ese tema de mantenimiento de largo plazo».
Para lo cual, dijo, se solicitará al consorcio fabricante que presente un tercera cotización, que sea intermedia entre la cotización inicial de 2,8 millones por año y la de 7 millones por año: “hemos tenido una estrategia de negociación para no quedar presos, si así fuera, de comportamientos monopólicos. Y, por tanto, la idea es conversar hasta el último”.
«Si llegamos a un acuerdo, sería excelente; sin embargo, de no ser así, procederemos con los escenarios B y C que ya están contemplados», declaró, haciendo referencia a la posibilidad de convocar a concursos públicos abiertos. Esto lo dijo después de afirmar que, hasta la fecha y tras cinco meses de operación, los trenes ya habrían recorrido 80 mil kilómetros, y que para septiembre próximo habrían alcanzado los 120 mil. Esto significa que en ese momento deberán someterse a un mantenimiento «mayor».
Estas previsiones de la mediación para la contratación del seguro a largo plazo, resultan optimistas nuevamente, pero se refieren a posibles escenarios futuros luego de que, el viernes uno de diciembre de 2023, tras una década de construcción y numerosas demoras, el Metro de Quito comenzara a operar con pasajeros entre las estaciones de Quitumbe, al Norte, y El Labrador en el centro Norte.
A tan solo un día de estreno, el 30 de noviembre de 2023, el alcalde Muñoz firmó la resolución ADMQ 023-2023 mediante la cual pide “incluir el mantenimiento de los sistemas no considerados dentro del contrato del operador y durante el inicio de la fase de operación del Metro de Quito”.
Así, tras un mes del estreno del servicio, la empresa Metro de Quito, en su informe de gestión 2023, calificó como acciones pendientes a las contrataciones de cinco diferentes tipos de servicios de mantenimientos a largo plazo. El primero de ellos, con fecha señalada “a partir del 2024”, corresponde, precisamente, al de los 18 trenes a los que en el documento se los identifica como “material rodante”.
En el más reciente informe publicado en su portal, actualizado al 15 de abril anterior, la Empresa Metro de Quito incluye una resolución de inicio del proceso de contracción luego de que la gerencia de la entidad emitiera una autorización, la cual, a su vez, contiene un “informe de pertinencia y favorabilidad” de la Contraloría General.
Entonces, ¿cómo inició operaciones el Metro en diciembre, sin contar con estos servicios de mantenimiento permanentes e integrales?
Tanto el alcalde Muñoz como el gerente del Metro de Quito, Víctor Hugo Villacrés, han reconocido que para esa fecha, los trenes aún estaban bajo el contrato de «puesta a punto», el cual se extendía hasta el 15 de febrero de 2024.
Y si el 15 de febrero ya finalizó dicho mantenimiento, ¿cómo sigue funcionando el Metro? Ambos también admitieron ante el Concejo Metropolitano que de este mantenimiento temporal se encargan técnicos del propio Municipio, dos de los cuales participaron en la construcción de los trenes en España y los otros 6 recibieron, por parte del consorcio constructor, “más de 200 horas de capacitación».
Fuentes del Metro de Quito, consultadas por Ecuador Chequea, explicaron que en realidad se trata de un mantenimiento “menor» y de corto plazo en comparación a otros tipos de mantenimiento posibles y de mayor envergadura, beneficios y alcances en el mediano y largo plazo.
Son, agregaron las fuentes consultadas, inspecciones, reparaciones menores y visitas técnicas que siguen realizando mientras se contrata a un “mantenedor”, para, valga la redundancia, el mantenimiento “integral, permanente y a largo plazo”.
Según indicó Villacrés, en el Concejo, esos ocho técnicos municipales no sólo se encargan, por ahora, del mantenimiento, sino que en un solo día lograron reparar daños en una máquina y en las ruedas del tren número 7, que habían obligado a retirarlo del servicio.
Esta explicación, sin embargo, no ha sido suficiente para aplacar las críticas de algunos concejales sobre las garantías necesarias para evitar problemas técnicos en el funcionamiento del metro.
La concejal Christina López, en este sentido, expresó: “Dios no quiera que mañana pase un nuevo descarrilamiento con algún choque o un tema que pase más grave”. Insistió en la necesidad de contratar el mantenimiento de largo plazo, el cual es indispensable, obligatorio e impostergable cuando los trenes alcancen los 120 mil kilómetros de recorrido.
¿Qué ocasionó la demora?
Un comunicado oficial que data del 13 de enero de 2022, da un poco de luces en medio de las acusaciones que en estos días se han lanzado, mutuamente, el alcalde Muñoz y el exalcalde Mauricio Rodas.
En esa fecha, el entonces alcalde Santiago Guarderas anunció dos y no sólo un proceso para contratar tanto para la operación como el mantenimiento: “Este es un día histórico dentro del desarrollo para el proceso de operación y mantenimiento del Metro. Recibimos los documentos para iniciar los procesos precontractuales, y se realizará una convocatoria internacional para seleccionar al operador. Los quiteños estamos orgullosos de tener el mejor sistema de transporte”.
Sin embargo, tras dividir en dos el mantenimiento y la operación, la entonces administración del Metro de Quito reconoció la recomendación técnica del “estructurador español” de que ambos contratos se realicen de manera coordinada: “Estos dos contratos: operación y mantenimiento, serán coordinados y controlados por la Empresa Metro de Quito, en concordancia con indicadores de desempeño y mantenimiento, para lo cual se propone que se requerirá de personal técnico especializado de aproximadamente 20 personas. El control específico que se dé al operador se basará en indicadores de calidad (puntualidad, regularidad, limpieza, atención al cliente), de producción (servicio programado versus servicio ejecutado) y de seguridad (incidentes reportados)”.
Rodas, en cambio, en declaraciones a un medio televisivo este viernes señaló que su administración dejó una “hoja de ruta” tal como lo sugirió una consultoría técnica contratada por pedido de organismos internacionales para que se suscriba un solo contrato para la operación y mantenimiento. Y que de ambas tareas se encargue una sola empresa.
Hoy en la Procuraduría, el Municipio y la Alcaldía firmaron un acta de mediación para la entrega de un “vehículo” tipo plataforma de tren, así como equipos complementarios para el mantenimiento mayor de los trenes, que estaba pendiente. “Este equipo, que estaba incluido en el contrato de adquisición de material rodante, no había podido resolverse porque había una inconformidad en las especificaciones”, confirmó a Ecuador Chequea una fuente del Metro de Quito.
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