Uno de los impactos más grandes de la emergencia sanitaria ocasionada por el covid-19 en Ecuador fue al mercado laboral. Entre mayo y junio de 2020, se registró que más de un millón de personas estaban desempleadas, lo que causó que este indicador se dispare al 13,3% a nivel nacional, según la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (Enemdu) del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).
Tres meses después, una nueva Enemdu muestra una mejoría en el indicador de desempleo y lo ubica en el 6,6%. ¿Por qué mejora la cifra de desempleo si la emergencia todavía no ha terminado?
Las principales razones son la reapertura de los negocios que permanecieron cerrados durante los primeros meses de la emergencia sanitaria, la reactivación de actividades que antes estaban suspendidas y la creación de nuevos emprendimientos. El ministro de Trabajo, Andrés Isch, también atribuye la mejoría a medidas gubernamentales como los contratos emergentes y acuerdos entre las partes. Acotó que los sectores que emplearon más mano de obra en septiembre fueron la agricultura, exportaciones y la construcción. Esta última fue una de las primeras en activarse luego del confinamiento.
Un ejemplo de lo anterior es Roberto Nieto, que se desempeñaba como capitán en un hotel-restaurante de Quito. Con la llegada del covid-19 perdió su empleo y, para sobrevivir, desde mayo emprendió en la venta de comida preparada, labor que pudo hacer por la flexibilización de las medidas sanitarias en la Capital. Así ha logrado mantener a su familia, pese a que no cuenta con un empleo formal.
Sin embargo, la situación del mercado laboral en Ecuador todavía es grave. Así lo señala un análisis de la Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes). El porcentaje del desempleo reportado en septiembre (6,6%) es todavía superior al mismo mes del año pasado cuando se ubicó en el 4,9%. Así, en septiembre el número de desempleados es de 522.620.
A este grupo pertenecen personas como Andrés España, chef profesional que trabajaba como jefe de cocina en una empresa que proveía de alimentación a diferentes universidades de Quito. El negocio cerró y España todavía no ha podido encontrar un nuevo empleo.
Ahora, de la población con empleo también es importante analizar sus características. El empleo adecuado se ubicó en 32,1%. Es decir, 2’526.169 de personas ganan el Salario Básico Unificado ($ 400 en 2020) y trabajan igual o más de 40 horas. Esta cifra es inferior a la de septiembre del año pasado cuando 3’228.032 de personas tenían un empleo adecuado y representaba el 38,5% de la población con empleo.
Fernando Arévalo, en un análisis publicado en Criterios Digital, explica que la caída del empleo adecuado se puede entender por la aplicación de medidas como reducción salarial y de horas de trabajo tanto en el sector público como privado.
Un ejemplo del deterioro de las cifras de empleo adecuado lo comparte Deysi Montenegro, gerente comercial de una empresa de publicidad. Antes de la pandemia el negocio atendía ininterrumpidamente seis veces a la semana. Luego sus oficinas cerraron y desde que se flexibilizaron las medidas sanitarias se han reactivado paulatinamente, pero no al 100%. Estos últimos meses han logrado mantenerse a flote gracias a contratos con el sector privado.
Frente a los meses de la pandemia, el empleo adecuado se recupera pasando del 16,7% al 32,1%, pero este análisis es limitado porque la encuesta de mayo-junio se realizó telefónicamente y tuvo limitaciones por las condiciones propias de la pandemia.
Respecto al subempleo, este aumenta del 17,8% a 23,4% de septiembre de 2019 a septiembre de 2020 respectivamente. Es decir, hubo un incremento de alrededor de 191.000 personas que perciben menos de $ 400 y trabajan menos de 40 horas.
En este contexto, Arévalo argumenta que no se están generando suficientes plazas de empleo para la demanda de trabajo que existe en el país.
Los expertos que participaron en el programa La Regla del Pomodoro de Fundamedios propusieron varias medidas para reactivar el empleo. Para Luis Naranjo, jefe de Análisis económico, exterior y proyectos en la Cámara de Comercio de Quito, es necesario buscar incentivos para la contratación femenina sin ser discriminatorios para el género masculino. Además, se deben buscar consensos entre trabajadores y empleadores de acuerdo con las iniciativas dentro del Ministerio del Trabajo y el Consejo Nacional de trabajos y salarios. Además, Mónica Burbano, profesional del turismo sostenible, señaló que es importante mantener el autoempleo que permita generar algún tipo de ingreso y así mover nuestra economía local.
