Es la segunda vez que la aeronave sale a la venta; en el 2017 no se concretó porque no se presentaron ofertas. El Gobierno lo considera un gasto innecesario para el país.
A través del Decreto Ejecutivo 180, el presidente de la República, Guillermo Lasso, dispuso la venta del avión presidencial Legacy EMB-135 BJ, así como su salida del país una vez vendido. Entre los justificativos del Gobierno para autorizar dicha venta está que existe otro avión (un Falcon 7X) de propiedad del Estado para el transporte del Presidente, y que los costos de mantenimiento y operación de dos naves resultan inconvenientes para el país.
El objetivo es, según el Gobierno, racionalizar el gasto público y equilibrar el presupuesto nacional, por lo que es necesario vender activos improductivos, o cuya conservación resulte ineficiente o innecesaria, así como reducir gastos.
Inicia de inmediato el proceso de venta del avión presidencial LEGACY EMB-135 BJ.
Trabajamos por la racionalización del gasto público, con el fin de reducir la ineficiencia e ineficacia. pic.twitter.com/GZhIw7TdCX
— Guillermo Lasso (@LassoGuillermo) September 1, 2021
El Legacy fue adquirido en el Gobierno de Rafael Correa, en junio de 2008, para su desplazamiento y el de su comitiva a lo interno del país y por Latinoamérica, principalmente, ya que es una aeronave diseñada para alcance corto y medio, según un informe de la FAE.
En el documento consta también que es una aeronave para 13 pasajeros, y con un rango de acción de tres mil millas náuticas desde la base de operación, con una autonomía de vuelo de seis horas. Según un reporte del portal Plan V, la aeronave le costó al país 28 millones de dólares.
Viajes ‘fantasmas’
En marzo de 2019 la Contraloría aprobó el informe del examen especial al uso de los aviones presidenciales y los vuelos en la Presidencia de la República por el periodo comprendido entre el primero de enero de 2012 y el 24 de mayo de 2017, donde se determinó que 33 de los 261 viajes no contaron con manifiestos de pasajeros, ni peso de la carga y equipaje. El perjuicio global para el Estado fue de 9’649.761 dólares.
Entre las principales conclusiones del examen especial están:
- Los aviones presidenciales LEGACY 600 y FALCON 7X realizaron 261 vuelos internacionales, y no cumplieron su propósito, debido a que el 70,56% de los viajes realizados fue para otras autoridades de Gobierno y el 29,44% para uso del presidente, lo que generó que se desvirtuara la naturaleza del uso de los aviones.
- La falta de autorizaciones, registros de pasajeros y equipaje en varios vuelos internacionales realizados en los dos aviones presidenciales, y en otras dos aeronaves, así como la falta de registro del objetivo de los viajes a países considerados paraísos fiscales, ocasionó un costo al Estado de 9’649.761 dólares.
- 33 vuelos en los aviones presidenciales LEGACY Y FALCON no contaron con los manifiestos de pasajeros en varias rutas ni con el peso de carga y equipaje.
- De 24 vuelos internacionales con aviones presidenciales hacia países que el SRI considera paraísos fiscales, sin contar con autorización ni objetivo del viaje, 12 no contaron con manifiesto de pasajeros en varias rutas ni con registros de pesos exactos de equipaje y/o carga.
- En 22 desplazamientos internacionales en las aeronaves LEGACY y FALCON 7X, se estableció que se transportó autoridades y comitivas extranjeras, desde su país de origen hacia Ecuador y viceversa; además, ningún vuelo contó con la autorización de la Presidencia de la República.
- El 22 de junio de 2012 se realizó un vuelo presidencial LEGACY a Río de Janeiro, sin pasajeros de ida y vuelta, el mismo que, según la orden de vuelo, fue solicitado para el transporte del Ministro de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, autoridad que no hizo uso del vuelo que fue ejecutado generando un costó al Estado de 32.903 dólares.
Segundo intento
La intención de vender el LEGACY no es nueva. En agosto de 2017, el entonces presidente, Lenín Moreno, puso a la venta la aeronave, pero esta nunca se concretó, ya que no se presentaron ofertas en firme, según reportes de prensa.
Víctor Hugo Albán, analista económico, perito y quien trabajó en Ecuatoriana de Aviación, considera que sí es factible vender la aeronave, aunque no a corto plazo; cree que no será al contado.
Añadió que la aeronave puede ser colocada en el mercado nacional, ya que, al no ser un avión grande, puede servir para vuelos internos. Agregó que podría salir a subasta, previo un peritaje aeronáutico sobre el estado del motor, del avión, las horas de vuelo realizadas, que servirá para determinar su operatividad y precio.
Por su parte, Mario Pazmiño, experto en seguridad, agregó que deberán examinarse las condiciones de la aeronave para que haya ofertas. Aseguró que, sin bien la decisión está tomada, si se le da buen uso, la aeronave podría seguir como transporte presidencial.