En una sola fecha se realizaría la consulta popular del Yasuní con la elección presidencial. En el caso de Quito, se sumaría la consulta contra la actividad minera en el Chocó Andino. La fecha tentativa se mantiene en el 20 de agosto.
Marcado por una experiencia inédita en el país, tras el decreto de la muerte cruzada, a través del cual se disolvió la Asamblea, el Consejo Nacional Electoral (CNE) busca unificar en un solo proceso: la elección de Presidente y asambleístas, la consulta popular sobre el Yasuní —de carácter nacional—, y la consulta contra la minería en el Chocó Andino —solo para Quito—, para que en los tres casos se cumpla el 20 de agosto.
El Pleno del organismo aprobó, con cuatro votos a favor y una abstención, unificar la fecha de sufragio sobre las elecciones presidenciales y legislativas con la del Yasuní y realizar las gestiones ante la Corte Constitucional para que autorice dicha unificación. Mientras que para la consulta sobre el Chocó Andino se espera un informe del Municipio de Quito en el que se detalle el mapa con las delimitaciones geográficas de los efectos que tendría la prohibición de realizar actividad minera, si triunfa esa consulta.
Sin embargo, el CNE trabaja contra el tiempo en la unificación de estos procesos, por lo que espera una pronta respuesta del organismo constitucional. Esto, debido a que la convocatoria para la elección presidencial está prevista para este miércoles 24 de mayo, fecha tope para hacerlo, para lo cual ya deben tener aprobado el cronograma y los hitos del proceso. La aprobación del presupuesto y del calendario está prevista para mañana.
José Cabrera, consejero, dijo que lo ideal es unificar los procesos por temas de presupuesto y operativos. “Al ser muy cercanos, prácticamente con diferencias de 30 días entre las consultas y las elecciones presidenciales y de asambleístas, las áreas técnicas recomendaron que se unificaran los procesos”, dijo Cabrera.
El consejero dijo que, a la espera de una respuesta de la Corte Constitucional, se ha trabajado en calendarios alternativos para las consultas populares, pero que la prioridad es unificar los procesos. “Queremos hacer una sola convocatoria. Estamos esperando porque tenemos hecho ya el calendario, el presupuesto”, manifestó.
A la expectativa
La consulta popular sobre el Chocó Andino busca prohibir la actividad minera metálica en las parroquias de Nono, Calacalí, Nanegal, Nanegalito, Gualea y Pacto. El ámbito de consulta será Quito. Gianina Moreno, expresidenta de la Mancomunidad y quien fue una de las personas que impulsó la consulta que estaba prevista para junio-julio, considera que no se deberían unificar los procesos ya que terminaría por “contaminarse” por un tinte político electoral. “En estos momentos políticos que vive Ecuador, unificar espacios de elección política con las consultas ambientales dificultará que se le dé la importancia que debe tener la consulta popular antiminera. Tener la elección presidencial será lo que llame la atención del proceso electoral”, dijo Moreno. Agregó que inclusive el presupuesto para hacer campaña por la consulta será reducido en momentos en que necesitan recursos para invertir en publicidad, no sólo para difundir la consulta, sino para mostrar a la ciudadanía qué es el Chocó Andino. Sin embargo, lo que más le preocupa es que la consulta sea politizada entre los candidatos; es decir, que se tomen esa “bandera” en sus propuestas de campaña, pero sólo para obtener una plataforma política, sin planes reales de trabajo o de gestión alrededor de la problemática de la extracción minera para el medio ambiente.
Por su parte, Antonella Calle, del colectivo Yasunidos que propone mantener de manera indefinida el petróleo bajo tierra de los campos Ishpingo, Tiputini y Tambococha (ITT) —conocido como bloque 43—, no considera negativo que se unifiquen los procesos. Asegura que han esperado 10 años para que se dé la consulta popular y que, si por temas presupuestarios y logísticos se tiene que realizar con los otros dos procesos, hay que ser “empáticos” con la situación del país. “Entendemos que es difícil convocar a mes seguido a las urnas, por lo que comprendemos esta decisión del CNE”, manifestó. No ve un riesgo en que se politice el tema o que haya el riesgo de invisibilizarlo; asegura que el pueblo tiene que tomar una decisión y los candidatos a las diferentes dignidades deben asumir una postura pública a favor o en contra del Yasuní. Calle asegura que en época de campaña electoral es una necesidad exigir a todos los candidatos que se manifiesten al respecto. “Hemos visto cómo diferentes gobiernos se quieren desentender de esta lucha, por lo que ahora es el momento de que digan si van a estar a favor de la muerte del Yasuní o a favor de la vida”, expresó Calle.
El presupuesto
El consejero José Cabrera considera que, independientemente de que se unifiquen o no los procesos, las elecciones presidenciales y de asambleístas tendrán un costo menor a los 97 millones de dólares que se invirtieron en las elecciones seccionales del 5 de febrero. Esto debido a que esta vez no habrá campaña ni brigadas para cambio de domicilios, se manejará el mismo padrón electoral, los miembros de las Juntas Receptoras del Voto serán los mismos que colaboraron en febrero, y también los recintos y mesas electorales se mantendrán como la elección anterior.
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