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viernes, diciembre 5, 2025
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La Consultora: La ironía como cura para el espanto


Subido en el balde de una camioneta y dando correazos al aire como en sus épocas primeras de campaña presidencial. Así mostraba Televistazo a Rafael Correa el pasado viernes 5 de diciembre, tras su arribo al Ecuador. Mientras se veían estas imágenes, Lenin Artieda en su narración se refería a él como «el séptimo Rafael», haciendo clara alusión al libro escrito por Ana Karina López y Mónica Almeida. Ello no tendría mayor incidencia, de no ser porque se trataba de una crónica sobre la campaña por la Consulta emitida por un noticiero de mediodía, que, a primera vista, otorgaba peso desigual a cada bando. Previo a la nota, Teresa Arboleda daba la entrada pronunciando con especial énfasis la frase: «en la otra orilla ya cuentan con quien será el abanderado del No». El hecho de no nombrar al actor político al que se refería, logró que cierto nivel de ironía quede flotando en el aire, el cual sería completado con el desarrollo de la noticia.
La alusión a dicho libro, sumada a la imagen de los correazos, logró articular una carga simbólica parodiada de la figura de Rafael Correa. El otrora potente personaje que diez años atrás, subido en una camioneta similar y dando los mismos correazos al aire, resultaba un personaje popular y seductor para los medios: lo retrataban como un carismático neófito que llegaba a revolucionar la ética y la estética de hacer política. Hoy, ese mismo personaje, gracias a ciertas sutilezas narrativas, llega a ser abordado por varios medios como una caricatura de sí mismo.
Caricatura que, si bien es cierto, ya se germinó durante su mandato, hoy se resignifica al mostrar lo paradójico del personaje cuando ya no tiene poder. No obstante, esta solo es una reconstrucción de una imagen mediática alimentada por líderes de opinión y, en general, por toda la dinámica que se genera en redes sociales. Lo cierto es que el recurso de la ironía es también una forma de mitigar o esconder una desventaja, una debilidad o un miedo. La figura de Correa sigue siendo amenazante por todo lo que representa para el país y los medios lo saben; y dentro del contexto de la Consulta y Referéndum resulta un actor peligroso dado el entorno de incertidumbre en que se está moviendo políticamente el país. La elección de María Alejandra Vicuña como vicepresidenta ha sembrado aún más desconfianza y, para muchos, las cartas echadas sobre la Consulta han tenido que volver a recogerse.
Es en ese contexto en que el exmandatario se convierte en un peso pesado imbatible como “portaestandarte del No”, según palabras de Artieda. El periodista y los medios en general están conscientes del peso propagandístico, comunicacional y mediático que arrastró Correa durante su gobierno, y una figura construida de tal envergadura no se sepulta de la noche a la mañana. Por ello se explica que, más allá de una posición “tendenciosa” (o quizás prodemocrática), reportajes como el anteriormente citado tengan desequilibrada la balanza de voces. La relación es de tres a uno: tres entrevistados por el Sí, versus uno por el No.
Y ese recelo se expresa claramente en los mensajes escogidos. Un Gustavo Larrea, principal vocero del Sí, termina respondiendo a la pregunta que Artieda se hace y que todos nos la hacemos: ¿Cuáles son los motivos reales por los que Correa regresa al Ecuador? Pues “la nostalgia perversa del poder». Y qué es lo perverso sino aquello en lo que todos nos reconocemos pero con espanto, pues está deformado, desnaturalizado, pero aún conserva rasgos familiares. Tal como para muchos lo es la figura del hoy portaestandarte del No.

Pablo Terán
Pablo Terán
Webmaster en Ecuador Chequea. Profesional en Comunicación Social, experiencia-26 años. He trabajado en diferentes medios de comunicación, entre ellos Diario La Hora, por 18 años. Fui Editor de Sociedad, Quito e Interculturalidad. Tengo, además, una maestría en Psicología Holística.

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