El INEC presentó los primeros resultados del Censo Poblacional 2022. Conoce qué nos revela estas cifras sobre la realidad del país. ¿La principal revelación? Somos 16,9 millones, mucho menos de lo que estaba en las proyecciones.
Ha pasado casi un año desde que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) empezó a levantar datos para el Censo Poblacional 2022, un proceso estadístico que se esperaba ejecutar hace dos años y que ha mantenido al país a ‘ciegas’. Hoy, luego de todo este proceso, Ecuador, al fin, puede conocer los primeros resultados.
El INEC presentó este jueves 21 de septiembre las primeras cifras arrojadas. Al evento asistieron diferentes autoridades, quienes aplaudieron la divulgación de estas estadísticas, que se habían hecho esperar por varios meses por complicaciones en temas de seguridad y salud en el proceso de recolección de datos.
La evolución poblacional y su composición, la calidad de los hogares, el acceso a servicios públicos, la autoidentificación de las personas que viven en el territorio y la cantidad de extranjeros residentes en el país forman parte de las estadísticas presentadas por el INEC. (Revisa el informe completo aquí)
“Hoy, somos 16,9 millones de personas en Ecuador», se oyó decir a Roberto Castillo, director Ejecutivo del INEC, en medio de un salón oscuro y lleno de gente. Esta es una de las cifras que más ha esperado el país en relación al Censo, pero también una de las que cambia el tablero nacional.
Según el dato dado por el INEC, Ecuador ha crecido menos de lo previsto, según las proyecciones realizadas tras el censo de 2010 (hace 13 años). Los datos que manejaba el país, con base en el anterior proceso estadístico, aseguraban que la población de Ecuador sería de 18’339.204; esto representa 1,4 millones más de lo que presenta el Censo Poblacional. En otras palabras, Ecuador tiene menos población de la que estaba proyectada.
¿Por qué esta diferencia en las estadísticas? Sobre esta pregunta, el INEC explicó que la pandemia y la inseguridad, entre otros factores, han generado un excedente de 90.000 muertes, con relación a los datos proyectados por la institución.
A esto se suman otros factores, como la reducción de la tasa de natalidad en el país. Según la presentación del INEC, entre el 2010 y el 2022, la estimación de nacimientos se ha mantenido por debajo de las proyecciones de todos los años. Sólo en 2022, la diferencia entre la protección y la cantidad real de natalidad fue de 80.000 nacimientos.
La migración también influyó en la inexactitud de las proyecciones. Según el informe de la institución, alrededor de 300 mil personas han salido del país en los últimos 13 años, lo que no tuvieron en cuenta las proyecciones realizadas en el 2010. Al final, todos estos factores han llevado a que Ecuador se presente con un menor número de personas que lo esperado.
Sobre las cifras actuales, 248.545 hogares reportaron que al menos una persona de su familia ha fallecido en los últimos tres años. A su vez, 96.581 hogares dijeron que alguno de los miembros de su familia abandonó el país y no ha regresado.
Una población que envejece
El Censo también presentó datos sobre la edad promedio en el país. Según los datos, en el 2010 la población tenía una edad mediana de 24 años. Luego de 13 años, en 2022, la edad mediana subió a 29 años. Esto significa, en otras palabras, que la población del país envejece en medio de la disminución de los nacimientos.
Otro de los factores que también influye en la edad promedio de la población, según el INEC, es la reducción de personas promedio que viven en un hogar.
Los datos reflejan que entre 1990 y el 2022 se ha reducido el número de personas que viven en un mismo hogar, lo que significa que cada vez las familias tienen menos hijos o las personas deciden vivir solas.
Según los datos, la evolución de personas qué viven en hogares solos o sólo con un acompañante es cada vez mayor, con relación a los datos registrados en el 2010.
De este modo, el Censo revela también que la población ecuatoriana está envejeciendo.
¿Qué implica esto para el país?
El cambio en las estadísticas, para expertos como Fernando Carrión, urbanista y analista de datos, cambia el tablero político y social del país.
Para él, datos como la reducción del crecimiento poblacional y el envejecimiento de la población afecta la planificación del país en varios ejes.
«La primera complicación será que los resultados de las elecciones del 15 de octubre, que definirá la participación de los asambleístas, serán interpretados con los datos del anterior Censo. Eso significa que habrá una sobrerrepresentación de la población ecuatoriana. Habrá más asambleístas de los que debería haber», dice el experto.
A esto se suman otros temas, como las transferencias de presupuestos a gobiernos locales, que «se modificarán sustancialmente».
«Tres criterios se utilizan para calcular estos valores: cantidad de población, necesidades insatisfechas y eficiencia administrativa. Las dos primeras se verán afectadas por las nuevas cifras del censo, por lo que los Gobiernos locales podrían ver afectaciones en su presupuesto», dice.
Por último, otra de las afectaciones que podrá generar esta reducción poblacional se verá reflejada en los cálculos de tasas como las de homicidios.
«Una tercera cosa, que es terrible, es la tasa de homicidios que tengamos a fines de este año. Probablemente va a llegar a 44 o 45 homicidios por cada 100 mil habitantes. Hasta ahora todos los datos del año pasado y este año han sido calculados con la proyecciones poblacionales del Censo del 2010. Con los nuevos datos y el aumento de homicidios proyectado para este año, terminaríamos el año como el segundo o tercer país de América Latina con más homicidios de la región», aclara el experto.
Sobre el envejecimiento poblacional, Carrión, a su vez, asegura que esto también puede acarrear problemáticas para el país.
«Eso tiene implicaciones en el Seguro Social, porque eso significa que hay más gente de más edad que se va a ir jubilando y no vamos a tener gente que aporte, simplemente por la edad. Todo el tema de cuidados empieza a tener un peso cada vez más importante, principalmente en temas de salud», explica.
Para el experto, esto significa que el Gobierno deberá tomar en cuenta las políticas públicas en torno a la seguridad social.
Pero no todo es malo. Joaquín Paguay, estadista y analista de datos, asegura que la reducción poblacional también puede llegar a ser una buena noticia para el país.
«Si somos menos, esto implica que los esfuerzos que debe ejecutar el Gobierno para satisfacer la demanda de servicios básicos son menos, podríamos ahorrarnos el dinero que corresponde a un millón de individuos. Si ese dato es efectivo, los diseños nuevos para proyectar la demanda van a tener un impacto hacia la baja en términos de costos. Es una buena noticia que baje el tamaño de la población, porque hay que pensar en gastar dinero en menos gente. Podríamos hacer una mejor racionalización del uso de recursos públicos», agrega el experto. Sin embargo, todo esto debe ser planificado tanto por este como por el próximo Gobierno.
Para Carrión, otra de las buenas noticias será el cálculo del Producto Interno Bruto (PIB). «Si tenemos menos población de la que esperábamos, el PIB va a ser más alto, lo que implica que estaríamos en mejores condiciones».
Los dos expertos concuerdan en que el próximo Gobierno deberá contemplar bien estas cifras para la implementación de políticas públicas eficaces. Esto también debe ser incluido en el discurso o cuestionamientos a los dos candidatos que aspiran a ganar en la segunda vuelta, agregan.
Otros datos
Pero estos no son los únicos datos que se incluyen en los primeros resultados del Censo. El informe también arrojó que en el territorio existe una mayor cantidad de población de mujeres que hombres.
En las cifras también se incluyó a la población migrante. Según el Censo, en el país viven 425.045 extranjeros en condición de residentes. De este total, 54,5% son venezolanos y 23% son colombianos. La población extranjera representa el 2,5% de la población total en el territorio.
De igual manera, la ‘fotografía’ estadística reveló el crecimiento poblacional en los alrededores de las grandes ciudades. Cantones como Durán, Daule, Samborondón, Rumiñahui, Cayambe, Mejía y Montecristi son los que más incremento poblacional han presentado en los últimos 20 años, demostrando que la población de las grandes ciudades se está mudando también a las «ciudades satélite».
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