El país ha registrado un incremento continuo de casos desde 2023, situación que persiste en 2025. No hay que preocuparse demasiado: los contagios siguen una tendencia estable, pero las autoridades han intensificado medidas de prevención.
POR: Juan Camilo Escobar
Ecuador ha ingresado en “zona de epidemia” debido a un aumento sostenido de casos de dengue desde 2023, una tendencia que se mantiene en 2025, comentó la subsecretaria de Prevención de Salud, Teresa Aumala, al presentar este jueves el más reciente informe epidemiológico, actualizado a la cuarta semana de este año.
“Es una constante que observamos y que tiende a seguir subiendo. Sin embargo, esto no debe alarmarnos, pues los datos corresponden a las proyecciones realizadas durante todo 2023 y 2024”, afirmó Aumala. “No es que el ritmo de contagios se está acelerando en estos dos años, sino que se mantiene estable dentro de esta tendencia”.
La movilidad humana y los flujos migratorios en la región estarían contribuyendo a la expansión del dengue en Ecuador, especialmente en las provincias fronterizas, advirtió este jueves la subsecretaria Aumala.
“Estamos viendo que los casos se están presentando en provincias junto a la frontera. Esto nos da a notar que la movilidad humana, todo este proceso de migración que estamos teniendo también juega un rol importante”, afirmó Aumala. “Perú, Colombia, que son nuestros vecinos de frontera, están teniendo muchos casos de frontera y que esto llama la atención en nuestro país desde luego porque las personas se encuentran en movilidad humana”.
La funcionaria citó estudios de vigilancia, realizados en conjunto con el Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública (INSPI) Izquieta Pérez, que muestra que en Ecuador circulan tres de los cuatro serotipos del virus del dengue. Sin embargo, el serotipo 2, conocido como Cosmopolitan, altamente transmisible, es el dominante.
“Vemos que en Napo contamos con el 100% de serotipo 2, el cosmopolita; seguido de Orellana, Pastaza, Sucumbios, Zamora Chinchipe”, dijo Aumala. “Esto nos da a notar que la cantidad de casos que estamos presentando es por este serotipo 2, que encontramos en estas provincias”.
Según la funcionaria, el Gobierno ha destinado 2,3 millones de dólares para combatir la propagación del dengue, mediante la compra y aplicación de cuatro tipos de insecticidas. Además, se han realizado 437.000 visitas domiciliarias, tratado 210.000 depósitos de agua y destruido 753.000 criaderos de mosquitos. Las autoridades también han fumigado 134 viviendas y 128.000 manzanas en las zonas más afectadas, con el apoyo de la comunidad y la Policía Nacional.
La subsecretaria también destacó que, además de las brigadas de fumigación, se ha llevado a cabo una campaña educativa con el uso de un personaje infantil para difundir mensajes de prevención.
CIFRAS 2025
Ecuador llegó a la cuarta semana de este año con un aumento del 41% en los casos confirmados de dengue, en comparación con las tres primeras, según datos del Ministerio de Salud. El brote afecta principalmente a las provincias amazónicas, con Napo y Orellana concentrando casi un tercio de los contagios.
El informe epidemiológico señala que entre el 1 y el 21 de enero se habían reportado 2.403 casos, mientras que sólo en la semana del 22 al 28 de enero se sumaron 997 nuevas infecciones, elevando el total a 3.400.
Así, en lo que va del año, el dengue ha provocado 2 muertes en Napo: una corresponde a un adolescente de 16 años con dengue grave y la otra a una persona adulta mayor con dengue y signos de alarma grave.
REGIONES MÁS AFECTADAS
Napo es la provincia con mayor número de casos, con 899 contagios acumulados, de los cuales 220 (24,5%) se registraron sólo en la última semana. Orellana le sigue, con 626 infecciones, tras sumar 143 nuevos casos en la semana 4.
El brote también ha golpeado a Manabí (296 casos en total, con un aumento del 47% en la última semana) y Zamora Chinchipe (261 casos totales, con un crecimiento del 64% en el mismo periodo).
En contraste, provincias como Pichincha (24 casos totales), Tungurahua (3) e Imbabura (1) han reportado una incidencia mínima.
TENDENCIA
Las cifras del Ministerio también muestran un incremento significativo de los casos con signos de alarma. En 2024, se reportaron 52.046 casos graves, más del doble de los 24.120 registrados en 2023.
Los casos graves de dengue en Ecuador han alcanzado un nivel sin precedentes en 2024, con 52.046 contagios, catalogados con signos de alarma. La cifra representa un aumento de más del 115% en comparación con los 24.120 casos reportados en 2023 y es la más alta registrada en los últimos siete años.
Las estadísticas oficiales también muestran un incremento sostenido en la gravedad de la enfermedad. En 2018, sólo seis personas presentaron síntomas de alarma, mientras que en 2019 la cifra subió a 40 y, en 2020, a 51. Sin embargo, el número se disparó en 2021, con 18.179 casos, y continuó aumentando en los años siguientes.
El total de casos confirmados también refleja la expansión del virus en el país. En 2018, Ecuador registró 3.064 contagios, mientras que en 2024 la cifra asciende a 61.363, lo que representa un aumento de más del 1.900%.
En este contexto, el dengue ha causado más muertes en 2024 que el Covid-19, según datos del Ministerio. Entre enero y noviembre del año anterior, se han reportado 74 fallecimientos por dengue, cifra que supera las 23 muertes atribuidas al coronavirus en 2024.
CRITERIO
El epidemiólogo Marcelo Aguilar afirmó que los factores de movilidad y migración son secundarios, en comparación con la falta de un programa efectivo de control y eliminación de vectores. Según Aguilar, las medidas implementadas por las autoridades han sido insuficientes frente al aumento sostenido de casos de dengue en los últimos tres años, periodo en el que —según él— debió haberse declarado una emergencia sanitaria para frenar la propagación.
“Hay un desorden total. No existe un programa de control y la epidemia ha avanzado sin acciones suficientes para contenerla”, señaló Aguilar. “El impacto económico es enorme, porque una persona con dengue pierde al menos una semana por incapacidad y otras dos en recuperación. El efecto socioeconómico es devastador”.
Aguilar enfatizó que un programa efectivo de control de vectores debe ir más allá de las campañas de fumigación e incluir una estrategia de comunicación permanente para alertar sobre los síntomas del dengue y los signos de alarma que requieren atención hospitalaria. Además, destacó la importancia de la participación comunitaria en la eliminación de criaderos de mosquitos, como la cobertura de tanques en zonas sin acceso a agua entubada y la eliminación de residuos como plásticos, neumáticos y botellas. “Pero para que esto ocurra, debe haber una acción coordinada del Estado que informe y movilice a las comunidades”, advirtió.
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