La Fiscal General del Estado anunció su renuncia al cargo en el que estaba en funciones prorrogadas. En su mensaje a la ciudadanía dijo que aferrarse a un cargo no le hace bien a la institucionalidad.
POR: Hugo Constante
La renuncia de Diana Salazar como titular de la Fiscalía General del Estado tomó por sorpresa a varios sectores y dejó evaluaciones diferentes de lo que fue su gestión de un poco más de seis años. En un video institucional difundido en redes sociales, Salazar manifestó que desde abril de 2019 en que asumió el cargo, su compromiso fue terminar el periodo de seis años que le correspondía. “Jamás mi propósito ha sido perpetuarme en el poder. Aferrarse a los puestos, a los cargos no le hace bien al país, a un Estado que clama por institucionalidad. Como la mujer de palabra que soy, hoy me despido”, manifestó Salazar, quien estaba en funciones prorrogadas desde el 8 de abril, debido a que en el Consejo de Participación Ciudadana se estancó el concurso para designar a su reemplazo. Diana Salazar agregó que cuando asumió el cargo lo hizo con la misión de garantizar el acceso a la Justicia y que junto a su equipo ha cumplido con ese trabajo de luchar contra la impunidad. Al despedirse dijo que se queda en el cargo el fiscal subrogante Wilson Toainga, quien también se encuentra en funciones prorrogadas, hasta que se designe al titular de la institución.
Para unos sectores, Salazar fue una impecable funcionaria que se las jugó para fortalecer la transparencia en la investigación y persecución de los delitos para depurar el sistema judicial, lo que permitió combatir la impunidad. Para otros, especialmente de orientación correísta, no fue más que un instrumento de persecución política que escogió las causas que le convenía investigar y dejó de lado casos que podían afectar grandes intereses políticos – económicos.
La evaluación de los políticos
La Asamblea informó que mañana en la sesión número 3 del Pleno se pondrá en conocimiento de los legisladores la renuncia de Salazar. En esta Función del Estado es tal vez donde más se ha comentado, a favor o en contra, la labor realizada durante estos años por la fiscal. De hecho la bancada correísta ha intentado llevarla a juicio político para censurarla y destituirla. Una iniciativa en ese sentido fue archivada por el pleno en septiembre de 2024.
La relación entre la fiscal y la Revolución Ciudadana nunca fue buena. El correísmo le tuvo en la ‘mira’ desde que obtuvo la sentencia a 8 de años de cárcel para sus máximos líderes, en el caso ‘Sobornos’. Rafael Correa, Jorge Glas, Alexis Mera, Viviana Bonilla, entre otros altos funcionarios del Gobierno de Correa fueron procesados y sentenciados por cohecho. La Fiscalía investigó aportes irregulares efectuados por contratistas del Estado, a través de dinero en efectivo o cruce de facturas, en beneficio de Alianza PAIS, el entonces movimiento del correísmo.
Y un caso reciente que está en investigación es el ‘Ligados’, que involucra a los exconsejeros correístas Augusto Verduga, Eduardo Franco Loor y Yadira Saltos, quienes habrían incurrido en el delito de asociación ilícita para tomarse la institucionalidad del país. No sólo los exconsejeros estarían involucrados. Los audios encontrados en el celular de Verduga demostrarían una activa participación de Correa y de otras figuras de la Revolución Ciudadana. Salazar pidió a la jueza nacional Daniella Camacho que fije fecha y hora para vincular al caso a Andrés Arauz, excandidato presidencial correísta y a la exasambleísta de esta misma organización, Esther Cuesta.
Por estos y otros casos, la asambleísta en funciones del correísmo, Mónica Palacios, no duda en asegurar que Salazar “le hace un favor” al país al renunciar al cargo. “No es posible que hayamos tenido a una fiscal incompetente, pero sobre todo corrupta. Una fiscal que solamente está en el cargo para perseguir políticamente al correísmo y que no ha hecho nada por solucionar los problemas del país”, comentó Palacios. Ironizó al asegurar que la fiscal se va con el deber cumplido de dejar libres a Lenín Moreno y a Guillermo Lasso, expresidentes de la República; y al no investigar al actual mandatario Daniel Noboa.
Por su parte el asambleísta independiente, Juan Gonzaga, asegura que Diana Salazar cumplió con sus funciones, ya que más allá de las personas involucradas persiguió delitos. “Considero que ha hecho las cosas como deben hacerse. El valor institucional es el que ha prevalecido y quien asuma el cargo debe continuar con ese rol que tiene la Fiscalía”, dijo Gonzaga.
La evaluación jurídica
Para el constitucionalista José Chalco la labor realizada por la fiscal cumplió con la característica sustancial de tutelar el Estado de Derecho y la vigencia del orden jurídico. “No se puede descartar su rol protagónico en la depuración del sistema judicial del Estado y en encontrar a responsables de la desinstitucionalización. Siempre sus actuaciones mostraron estudio, cordura y una comprensión que el Derecho está para dar respuestas a la sociedad y no para ser un vehículo de las bandas y los bandidos”, dijo Chalco.
El abogado Mauricio Alarcón considera que la renuncia de Salazar cierra en general un ciclo positivo en la Fiscalía, en la que hubo altos y bajos. Recuerda que en los periodos de Galo Chiriboga y Carlos Baca Mancheno al frente de esta institución, fue una Fiscalía subsumida al poder de turno; mientras que Salazar actuó como un poco más de independencia. “No ha sido completamente independiente porque es indiscutible que la Fiscalía ha seguido actuando de forma bastante selectiva, impulsando casos que estaban en el ojo público y que llamaban más la atención, pero rezagó otros que quizás no daban tanto réditos”, dijo.
Por su parte, Salazar en su video de despedida asegura que la evaluación final la hará la ciudadanía, tomando en cuenta las estructuras delincuenciales desmanteladas, las sentencias obtenidas y los grandes y pequeños casos que estremecieron al país.



