Los dirigentes indígenas aseguran que, tras 45 días de diálogo, no hay respuestas por parte del Gobierno; delegados del Ejecutivo, en cambio, manifestaron que sí ha habido respuestas, aunque estas no han satisfecho las aspiraciones de la dirigencia.
La instalación de las mesas de diálogo entre el Gobierno y el sector indígena sobre derechos colectivos; y seguridad, justicia y derechos, se caracterizó por el fuerte reclamo que hicieron los dirigentes comunitarios a los delegados del Ejecutivo, por lo que consideran un lento avance en el proceso.
En el encuentro, al que asistieron los representantes de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana y varios ministros liderados por Homero Castanier, ministro de Gobierno subrogante, los dirigentes de la Conaie, Leonidas Iza; Hatari Sarango, de la Fenocin; y Samuel Lema, de la Feine, coincidieron en asegurar que no se está respetando el nuevo cronograma, ni la metodología; que tras 45 días de trabajo no hay resultados concretos, que se instalan nuevas mesas sin concluir las que ya tenían trabajo adelantado. Y en esa lógica indicaron que evaluarán el desarrollo de las mesas y no descartaron volver a las calles.
“Realmente, sentimos que en estas mesas no vamos a ver resultados”, dijo Iza y opinó que el diálogo es usado por el Gobierno como un mecanismo para disuadir los procesos de lucha. Cuestionó que se instalen dos mesas más cuando hay cinco que no han concluido. “Es de enorme preocupación que no se haya avanzado en el tratamiento y resultados de las otras cinco mesas”, dijo. Detalló, por ejemplo, que en la de focalización de subsidios se siguen dando largas; en la de banca pública y privada reconoció que hay un acuerdo pero que en la práctica, dijo, no se aplica; que no hay control de precios, que siguen subiendo en los productos de primera necesidad, entre otros.
Por su parte, Lema indicó que lo manifestado por el Presidente de la Conaie es el sentir de todo el movimiento indigena y de las organizaciones que la conforman, ya que han asistido con propuestas pero el Gobierno no tiene la voluntad política de responder a sus planteamientos. Lema dijo que vienen de diferentes provincias a dialogar con propuestas, pero siempre se amplían los plazos para lograr resultados. “Dicen que hemos avanzado en algunos temas, pero, ¿en cuáles?”, cuestionó.
Sarango aseguró incluso que los delegados del Gobierno sólo van a “calentar el puesto”. El dirigente de la Fencocin ratificó que las filiales de la Costa harán una movilización nacional para presionar para que se cumpla la condonación de deudas de hasta 10 mil dólares, contemplada en la mesa de banca pública. “Es un tema que deben responder desde el Gobierno”, manifestó Sarango, y agregó que, si no hay resultados, las organizaciones de base decidirán continuar en “pie de lucha”.
Este anuncio de movilización coincide con la marcha convocada por el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) para el 21 de septiembre, pero en este caso es en defensa de la Seguridad Social.
El Gobierno responde
“Esa narrativa de que las mesas de diálogo no están dando resultados, realmente no es adecuada”, respondió Castanier, en medio del reclamo de los indígenas presentes en la reunión. El funcionario dijo que el país no son sólo los pueblos y nacionalidades indígenas, sino 18 millones de personas, por los que tienen que ver el Gobierno. Añadió que todas las propuestas presentadas por el movimiento indígena han tenido respuesta, tal vez no la que esperaban o la que buscaban los dirigentes, pero que sí hubo. En el tema de control de precios informó que se ofreció una tarifa social en telecomunicaciones, movilidad y operativos de control. “Es lamentable decir a mitad del partido, pasado 45 días, no me gustan cómo están las cosas, me levanto y me voy. Eso no es responsable”, añadió.
Para Castanier, es la sociedad la que gana con el diálogo, ya que el país necesita respuestas, pero estas tienen que darse en el marco de las atribuciones y competencias del Régimen pero también con base en las limitaciones presupuestarias, ya que, por un lado, rechazan la minería y otros procesos de extracción de recursos naturales, y, por otro, se pide más subsidios. “Debemos estar claros en que sentarse en una mesa es un ejercicio de ceder-ceder para ganar y ganar todos los ecuatorianos”, concluyó.
Esta disputa pública dejó en segundo plano la intervención de Francisco Calí Tzay, maya cichiquel oriundo de Guatemala que se desempeña como Relator especial de la ONU sobre los derechos de los pueblos indígenas.
El delegado internacional está en Quito para seguir el diálogo entre las partes sobre derechos colectivos y en su intervención mencionó la normativa internacional que protege a los pueblos indígenas.
Las dirigentes de las organizaciones indígenas evaluaban con la mesa de coordinación la situación de las mesas de diálogo para definir una postura.
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